El asesino confeso de la joven zamorana Laura Luelmo, Bernardo Montoya, ha sido trasladado a la prisión de Sevilla II, en Morón de la Frontera, donde será internado en el módulo de aislamiento.

La razón principal que se ha dado para el traslado es la coincidencia en el mismo módulo de Balla Mousa, un peligroso recluso senegalés, y el propio Montoya. Eso podría haber convertido la cárcel de Huelva en un "polvorín", como adujeron desde el sindicato de prisiones Acaip. 

Según han informado a Efe fuentes penitenciarias, el interno ha abandonado la cárcel onubense sobre las 16.30 horas en uno de los dos furgones de la Guardia Civil que han salido juntos del centro penitenciario para dirigirse al penal sevillano.

El traslado ha sido aprobado por Instituciones Penitenciarias, sin concretar si esta decisión tiene que ver con la situación en la que vive en la cárcel de Huelva.

El sindicato Acaip ha advertido de que el módulo de Enfermería de la prisión provincial de Huelva, en el que se encontraba desde su ingreso el pasado sábado Montoya, es "un polvorín de consecuencias imprevisibles".

En un comunicado, el sindicato indica que se trata de un módulo en el que se da "una falta alarmante" de personal sanitario tras el intento de envenenamiento de seis enfermeros, el pasado mes de noviembre, hecho que ha provocado que más de la mitad de la plantilla del servicio esté en situación de incapacidad laboral.

La novia de Montoya, reclusa en la prisión de Huelva, fue trasladada de ala tras intentar ponerse en contacto con él.

Bernardo Montoya ingresó en la cárcel de Huelva el pasado 22 de diciembre por orden de la juez de Valverde del Camino (Huelva) encargada de la investigación de la muerte de Laura Luelmo en El Campillo.

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