“El padre de Julen metió el brazo para agarrarle, tocó sus manos pero se resbaló hacia el fondo”

“Fue una pena. El padre está destrozado, imagínate. Estuvo a punto de salvar a su hijo, pero…”.

Un amigo íntimo de José y Victoria, los padres de Julen, ha salido un rato de la finca en la que desde el pasado domingo, a las 14 horas, se busca a un niño de dos años que cayó a un pozo de cerca de 110 metros de profundidad.

El hombre es de El Palo, el barrio malagueño en el que viven los progenitores del menor. “Ahí arriba no se hace nada. Estamos hartos de ver que no se avanza”, se queja. Son las cinco de la tarde de este martes. En este momento ya han pasado más de dos días desde que arrancaron las labores de rescate del menor. Y el niño sigue sin aparecer. Cada segundo juega en contra.

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"Que les entreguen a su hijo aunque sea en los brazos"

“En estos momentos han pasado ya 51 horas. Sí, 51, que las tengo contadas. José y Vicky les han llegado a decir [a los guardias civiles y a los bomberos] que hagan lo que tengan que hacer, pero que les entreguen a su hijo aunque sea en los brazos”, dice este chico que habla con EL ESPAÑOL. Prefiere que no se revele su identidad. ¿Los padres del niño les han contado cómo sucedió todo?, le pregunta el periodista.

“El chiquillo cayó de pie, con los brazos hacia arriba. Fue su padre quien lo vio caer -dice este amigo íntimo de José y Victoria-. Intentó cogerlo, metió su brazos para agarrarlo, pero no pudo hacer nada y el niño se resbaló hacia el fondo. El pobre José llegó a tocar las manos de su chiquillo”. Fuentes de la Guardia Civil consultadas por este periódico confirman que el padre ha mantenido ese mismo relato desde el primer momento. "Le dije que no se preocupara, que el hermanito le iba a ayudar", confesó el propio José a Canal Sur por teléfono. El matrimonio perdió a un niño de dos años en 2017 a causa de un infarto.

Pozo por donde cayó el niño de dos años Julen.

A metro y medio de su hijo

Israel Santiago, primo hermano del padre y portavoz de la familia, explica que José estaba a metro y medio de su hijo, quien jugaba cerca del pozo con una niña que es hija del matrimonio propietario de la finca. Israel Santiago cuenta lo mismo que el hombre que ha hablado con este reportero. “José tiene hasta heridas en las manos de tanto rascar en la tierra. Ese padre se volvió loco cuando su hijo se le perdió por el pozo. Que lo saquen ya, por favor. Pero a los padres se les ha llegado a mentir ahí arriba, cuando no habían movido ni un gramo de tierra. Esta tarde se ha empezado a trabajar de verdad”.

El plan principal para rescatar a Julen pasa por la apertura de una galería lateral en la montaña que conecte con el pozo al que cayó el niño. El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha señalado ante los medios que las obras para unir el orificio por el que se introdujo Julen y el túnel "ya han comenzado" y pueden llevar entre uno y dos días de trabajos.

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Dicha galería tendrá una longitud de unos 80 metros, según explica la Guardia Civil. Una vez se realice la mayor parte de esta perforación que conectará con el pozo se dará paso a un equipo de mineros asturianos que han llegado hoy a Totalán (Málaga). Los mineros serán los encargados de excavar de forma manual el tramo final de la cavidad. Se evitará así posibles derrumbes en el interior de la apertura que alberga el cuerpo del menor. 

Según ha desvelado El País, el sondeo en busca de agua carecía de permisos. La Junta de Andalucía ha confirmado que no tiene constancia de la perforación realizada el pasado diciembre. Aunque EL ESPAÑOL ha publicado que el empresario que hizo la perforación ha contado que él selló con piedras el pozo y que "alguien las quitó después", el portavoz de la familia ha explicado que este pasado domingo seguía taponado y que los padres del niño desconocen cómo Julen pudo caer por el orificio.