Padre ejemplar, cariñoso, sin antecedentes, muy religioso y miembro de un duo de rap en su juventud. Así es Nathan Sutherland, el hombre de 36 años arrestado en Phoenix, Arizona, como principal sospechoso de la violación y embarazo de una paciente incapacitada de la clínica donde trabajaba desde 2011. Este caso, que ha generado un gran impacto mediático en todo el mundo, va camino de cerrarse gracias a los análisis de ADN realizados por orden judicial a la plantilla del centro sanitario Hacienda HealthCare. Los resultados del detenido coinciden con los del bebé nacido, por sorpresa, el 29 de diciembre. Ahora, se investiga si hubo más abusos. 

Desde que a principios de año saltara la noticia de que una de las internas de esta clínica se había puesto de parto sin que nadie supiera que estaba en cinta, un hermetismo absoluto ha protegido la identidad de la víctima. Tanto la institución médica como la policía y la familia han guardado en secreto su identidad, dosificando a cuentagotas la información. Esto ha provocado que inicialmente se creyera que la mujer, de 29 años, llevaba 14 postrada en una cama. Luego se difundió, gracias a los registros judiciales, que en realidad llevaba así desde que con tres años casi se ahoga, es decir, 26 años de su vida. 

Ahora, el abogado de la familia ha corregido otro dato sustancial, que arroja incluso más dudas sobre esta historia. La paciente no está en coma ni en estado vegetativo, sino que padece una discapacidad intelectual y una tetraplejía que le impide comunicarse abiertamente con el mundo, aunque puede hacer ciertos movimientos y contestar a los estímulos de sus familiares.

Volveremos sobre esta revelación más adelante, una vez esbozado el triple retrato del presunto violador, Nathan Sutherland, enfermero, padre y rapero, pero sobre todo el hombre que tenía encomendada la tarea de cuidar a esta mujer, a la que desde el 29 de diciembre le une un hijo en común.

En la cárcel

Nathan no tenía antecedentes que hicieran saltar las alarmas. De hecho, en 2011, cuando consiguió su título de Enfermería y empezó a trabajar en el centro Hacienda, se revisaron sus registros judiciales sin detectar nada raro, según la clínica. Ahora se enfrenta a una acusación de agresión sexual y otra de abuso de un adulto en situación vulnerable.

Pese a no cargar con un pasado delictivo a sus espaldas, el perfil de Sutherland sí alberga episodios llamativos. Por ejemplo, en su juventud formaba parte de un dúo de música rap cristiana junto a su hermana Toisi. La pareja se llamaba SLS o Sleeplessouljaz y se pueden encontrar en internet vídeos de sus actuaciones e información de su disco. 

El violador de la mujer de Arizona que estaba en coma Redacción | Agencias

En una de las biografías del dúo, ambos hermanos explican que eran huérfanos y que fueron adoptados por una pareja de Arizona en 1989, cuando Nathan tenía siete años y su hermana, cuatro. Según su relato, crecieron en un humilde orfanato en Haití donde “un tazón de arroz era un tesoro”.

Tuvieron que aprender inglés en tres meses tras una niñez marcada por la pobreza, vistiendo siempre ropas “viejas y agujereadas” y, “con suerte, una comida al día”. Según su perfil, “aprendieron que nada es gratis en la vida” y que era necesario “trabajo duro, dedicación y compromiso y constancia”. 

Rapear gracias al Salvador Jesús

Ambos se definen como miembros de una iglesia cristiana de Mesa, Arizona, denominada Faith Center West Family Church, una institución que, por sus normas, parece extremadamente restrictiva. De hecho, aseguraban que tenían prohibido escuchar música rap, incluso si era cristiana. Pese a ello, en 2003 decidieron formar su dúo, superando también la oposición de sus padres adoptivos. “Todo es gracias a nuestro Señor y salvador Jesucristo, gracias por su ayuda, que estuvo en sus vidas desde el principio”, añadían.

Su primer álbum se publicó en 2009 y se tituló Certified Fake Face. Tenían otro previsto, según anunciaron en Twitter en 2011, pero no hay rastro de él en la red. De hecho, su cuenta de Twitter está sin actividad desde 2014. 

Al margen de su faceta artística, Nathan es también un hombre solidario. En 2009 puso en marcha un programa de vivienda social para personas sin hogar, Life in You, a través de una organización benéfica que pretendía “mostrar el amor incondicional de Cristo al responder a las necesidades físicas y espirituales de las personas sin hogar y con discapacidades”. El detenido estaba en su junta directiva. Sin embargo, esta entidad actualmente está inactiva, según publica Heavy.com.

En el plano familiar, van trascendiendo detalles poco a poco. De momento, las televisiones locales se están movilizando para conocer más sobre el detenido en su barrio. Según una reportera local de la Fox, sus vecinos de Sutherland lo describen como un “padre cariñoso -tiene varias hijas adolescentes- y buena persona”. 

Pese a este barniz de normalidad vecinal, la genética apunta hacia él. Los agentes lo detuvieron y lo ingresaron en la cárcel del condado de Maricopa este martes, pasadas las tres de la tarde, tras contrastar la coincidencia del ADN. No tienen dudas.

“Esta investigación fue, y sigue siendo, la prioridad de nuestro departamento”, manifestó en rueda de prensa la jefa del departamento de policía de Phoenix, Jeri Williams, quien cree que Sutherland actuó sin cómplices. “Desde el momento en que tuvimos conocimiento de este suceso, hemos trabajado literalmente siete días a la semana para resolverlo”, destacó. 

Rueda de prensa de la Policía tras la detención de Nathan Sunderland.

El sargento Tommy Thompson agregó que desconocen cuántas veces se produjeron los abusos. Ahora las investigaciones se centran en averiguar si más pacientes sufrieron violaciones, por lo que las familias de las internas que lo deseen pueden someterse a pruebas médicas para averiguarlo.

La mujer no está en coma

Antes de su detención, los medios locales empezaron a corregir informaciones anteriores, al conocer que que la víctima no está en coma ni en estado vegetativo, como se difundió inicialmente. La paciente padece “discapacidades intelectuales significativas”, tetraplejía y no puede hablar, aunque sí hace ciertos movimientos y puede reconocer a su familia y responder a estímulos de manera limitada, según el abogado de la familia

“Lo importante aquí es que es una persona, aunque con discapacidades intelectuales significativas. Tiene sentimientos y es capaz de responder a los individuos con los que está familiarizada”, indicó el letrado y portavoz John Micheaels

La mujer, que es miembro de la tribu apache de San Carlos, ha estado ingresada en Hacienda HealthCare durante 26 años. Los registros judiciales, como ya se publicó, indican que no está “alerta” y que necesita un “nivel máximo de atención”.

Este dato lleva a preguntarse de nuevo cómo nadie en el centro, durante nueve meses, se percató del embarazo hasta que empezó el parto. La clínica ha manifestado en un comunicado que seguirá cooperando con la policía para “hacer justicia”. No obstante, tiene por delante un largo camino para recuperar la confianza del Estado y de la opinión pública, especialmente tras saberse que la paciente no estaba en coma. 

386.000 dólares al año

Resulta llamativa la desatención, teniendo en cuenta que no estamos ante una institución modesta. El coste anual por paciente, según datos de 2012, era de 386.000 dólares, una cantidad mucho mayor que la media nacional por este tipo de plaza, de 134.000 al año.

El director ejecutivo de Hacienda Healthcare, Bill Timmons, renunció el 7 de enero. Una semana más tarde, el médico de atención primaria de la víctima, el doctor Thanh Nguyen, fue cesado. Y no es la primera vez que la falta de diligencia de la clínica le genera problemas, aunque este escándalo puede ser puntilla. 

En 2015 ya hubo una investigación por un presunto fraude financiero y el estado de Arizona contempló su cierre, si bien, el proceso terminó en 2017 por falta de pruebas. Ahora, a la espera de una lluvia de demandas millonarias, el futuro de Hacienda HealthCare es más incierto que nunca.

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