Los operarios que trabajan en las tareas de rescate de Julen han terminado sobre las cinco de la madrugada el entubado del túnel vertical de 60 metros de profundidad paralelo al pozo en el que el niño cayó el domingo 13 de enero.
Ahora restan algunas tareas complementarias, como añadir 12 metros de tubo sobre la boca del túnel y rellenar el espacio alrededor de este cilindro para crear la plataforma de acceso para los mineros.
Cuando finalice esta tarea, ocho mineros de la brigada de salvamento minero de la empresa pública Hunosa comenzarán a descender en pareja dentro de una cápsula metálica excavar unos cuatro metros en perpendicular al tramo del pozo en el que las autoridades piensan que está el menor.
Los trabajos de los mineros se podrían demorar hasta 24 horas, según Ángel García Vidal, ingeniero que coordina el operativo. Los brigadistas contarán con la ayuda de los Tedax de la Guardia Civil en caso que sea necesario realizar pequeñas microvoladuras.
La tarea de estos mineros no será un trabajo sencillo. Una fuente cualificada del dispositivo explica que "ya no se va a correr ningún riesgo; lo primero es salvaguardar la seguridad de las personas que trabajan arriba".
Esperando desde la semana pasada
Los ocho mineros de la brigada de salvamento se encuentran en Málaga desde el pasado martes 15 de enero. El Gobierno les fletó un avión militar desde Asturias. Se preveía que a lo largo de este miércoles pudieran acceder de dos en dos al orificio dentro de una cápsula de 2,5 metros de altura. Por el momento los mineros siguen sin actuar.
Cuando accedan, deberán abrir una galería que les conecte con el tramo del pozo en el que se piensa que está Julen. Los técnicos entienden que el niño ha de estar a una profundidad de entre 71 y 73 metros.
Desde el pasado sábado se ha estado perforando un orificio vertical paralelo al pozo en el que se encuentra Julen. Esa cavidad ha de estar rellena con una inmensa tubería de acero de 60 metros. Es el resultado de la soldadura de diez tubos de seis metros de altura cada uno.
Para abrir el pozo de los mineros ha sido necesario perforar hasta en dos ocasiones con el fin de ganar unos milímetros de holgura y que la tubería no se atascara en su descenso.
Tras acometer la segunda perforación, al inspeccionar con cámaras la cavidad los técnicos han detectado un nuevo saliente a unos 50 metros de profundidad, lo que ha vuelto a retrasar el acceso de los brigadistas.
Los ocho mineros que han de rescatar a Julen descenderán en pareja dentro de una cápsula creada 'ex profeso'. El suelo del habitáculo quedará colgando a una profundidad de 50 metros. Los diez metros restantes del orificio se usarán para tirar los escombros que procedan de la excavación que han de acometer los mineros.
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