Aitor G. G., el detenido por atacar y rociar con ácido a un menor en Caspe (Zaragoza), ha sido enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción. En su haber, cuenta con un historial nada desdeñable de delitos: hasta 15 antecedentes policiales tiene registrados por diferentes tipos como malos tratos, hurtos, robos con fuerza, con violencia e intimidación. Y, ahora, otro más para el particular currículum de este “sicario”, como confirman a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación. 

Kamal, joven marroquí de 17 años, fue atacado por Aitor cuando estaba a punto de entrar al portal de su vivienda cuando regresaba del Instituto Mar de Aragón, donde estudiaba. De repente, un individuo –el ahora detenido–, encapuchado, abordó a Kamal y lo roció con un ácido corrosivo. Inmediatamente, su hermano, que lo acompañaba, ante sus gritos de dolor, pidió ayuda y solicitó el auxilio de la patrulla de la Policía Local. Lo trasladaron, primero, al hospital de Alcañiz (Teruel) y después ala Unidad de Quemados del hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza, donde sigue ingresado. Allí, llegó en coma inducido con quemaduras en el 70% de su cuerpo y ahora espera para ser intervenido. 

Todo indica a que la agresión se debe a un ajuste de cuentas. El hermano de Kamal, Yahya Mouloudi, desaparecido el pasado 31 de enero de 2019, tenía contraídas fuertes deudas en la localidad. De hecho, eso es lo que le llevó a huir, tal y como reconoció su mujer al Heraldo de Aragón. “Se fue voluntariamente y vive allí. Él mismo llamó al cuartel para decirlo cuando se enteró de que habíamos puesto carteles para tratar de encontrarlo”, reconoció. 

La propia mujer de Yahya Mouloudi, en sus declaraciones, confesaba que había logrado hablar con él y que este le había dicho que no podía volver a Caspe porque tenía problemas y deudas. Esto podría haber llevado a Aitor, contratado por una tercera persona, a rociar por encargo a Kamal con ácido corrosivo. Esa es la principal hipótesis que maneja la Policía días después de que se produjera el incidente. Sobre todo, después de que su mujer, a su vez, denunciara que había recibido amenazas. “Yo misma tuve que acudir a la Guardia Civil a decirlo después de que varios hombres me pidieran a mí el dinero que les debía Yahya. En el cuartel llegaron a ofrecerme protección”, contó. 

Esto llevó a las autoridades a dar con Aitor G. G., que fue arrestado el martes cuando salía del comedor social de la parroquia del Carmen. Lo detuvieron y pidieron, inmediatamente, un estudio sobre sus extremidades de cara a analizar si sufrió lesiones, principalmente en las manos, como consecuencia de la agresión. Tras comprobarlo y analizar lo ocurrido, manejan como primera y principal hipótesis que el detenido podría haber actuado a sueldo y que, por tanto, hay una tercera o terceras personas implicadas en la agresión sobre Kamal. 

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