Dos jóvenes intentaron colarse en la discoteca Waka Sabadell (Barcelona) y recibieron una brutal paliza. Las víctimas, que iban acompañados de un grupo de chicas, hicieron la cola habitual, pero se les negó la entrada. Tras esto, intentaron entrar por otra puerta y fue en ese momento cuando recibieron una tanda de golpes. El suceso tuvo lugar la noche del sábado al domingo y los jóvenes denuncian que se les negó la entrada por "motivos racistas" ya que son latinoamericanos.
"Me habían dicho que eran racistas, pero meses antes me dejaron entrar. Hice la primera cola y me negaron la entrada, la volví a hacer, bajándome las mangas para que no se me vieran los tatuajes y me la volvieron a negar", recoge La Sexta. Además, explican que cuando no les dejaron entrar, se dirigieron a otra entrada: "Cuando nos pillaron colaboramos, nos íbamos a casa sin oponer resistencia". Entonces, según denuncian, comenzó la pelea, a la que se unió otro portero que tiró al suelo a uno de los chicos para seguir propinándole patadas.
En las imágenes se puede observar como los chicos intentan escalar por una de las puertas, donde son sorprendidos.
En Calatayud, un militar recibió otra paliza por parte de un grupo de chicos a la salida de una discoteca. Le apalearon hasta fracturarle el cráneo y estaba completamente ensangrentado a causa de todas las heridas. La rápida actuación policial salvó la vida de este hombre, oriundo de Melilla y residente en Calatayud desde hace apenas unos meses, que incluso llegó a estar en coma durante dos días, y ahora se recupera en el hospital, según ha podido saber EL ESPAÑOL.