Tercer día de permiso de Iñaki Urdangarin. Este jueves, el marido de la infanta Cristina ha regresado a Hogar Don Orione, un centro de atención residencial para personas con discapacidad intelectual en el que lleva a cabo su voluntariado dos veces por semana. Si bien la imagen del exduque ya debería pasar más desapercibida, un accesorio tan común como lo es un reloj, en la muñeca del propio Urdangarin, ha suscitado la polémica.
Al recibir el permiso para disfrutar de un par de días de libertad a la semana, el Reglamento Penitenciario fue claro: "Queda terminantemente prohibido cualquier comunicación con los familiares en el horario establecido de salidas, incluidas las llamadas telefónicas y otros medios de similar eficacia, incluido mensajería", describía el escrito.
No hay, por el momento, constancia de que haya infringido estas normas. Pero sí de que el marido de la infanta posee una herramienta discreta para hacerlo. Ya sea por un descuido, por desconocimiento o de manera consciente, los puños arremangados de su camisa mostraban a las cámaras un reloj inteligente capaz de, entre otras muchas funciones, enviar y recibir mensajes de texto.
Reloj inteligente Garmin
Se trata de un reloj de la marca Garmin, especializada en desarrollar dispositivos inteligentes, como GPS, cámaras fotográficas. O relojes en este caso. Garmin cuenta con una gran variedad de modelos, con precios desde los 80 euros hasta los 1.500.
Estos dispositivos inteligentes, aunque están concebidos para un uso deportivo, cada vez se utilizan más como un reloj de uso corriente. Tienen sensores de frecuencia cardíaca y pulsómetro, mapas y navegadores, métricas de rendimiento o brújulas. Pero también reproductores de música, posibilidad de pago en establecimientos con tarjeta de crédito o servicios de mensajería de texto.
Es esta última funcionalidad la que ha provocado que el exduque de Palma vuelva a adquirir relevancia en los medios de comunicación. ¿El motivo? La sospecha de que Iñaki Urdangarin podría haber recurrido a su reloj para ponerse en contacto con otras personas, contradiciendo la orden judicial.
Según han afirmado varios medios, el modelo que luciría es el Fénix, una de las últimas novedades de la marca, a la venta desde 599 euros y que si se le añaden complementos puede ascender hasta los 800 o 900 euros.. Este reloj podría poner en contacto a Urdangarin con su familia si se conecta a un teléfono móvil a través de la tecnología Bluetooth; le permitiría recibir mensajes y responderlos con mensajes previamente predefinidos desde su aplicación móvil.
Sin embargo, viendo las imágenes, el reloj parece concordar más con un modelo anterior, un 735xt lanzado al mercado en 2017 y disponible por 299 euros. Más allá de precios, este modelo limita a la mitad la capacidad de comunicarse a través de mensajes de texto. Mientras que el Fénix puede recibir y enviar respuestas, el 735xt únicamente puede notificar a su portador de que ha recibido un mensaje y mostrarlo en la pantalla. Sin posibilidad de contestar a menos que saque su smartphone y teclé desde su teléfono.
Si en el primer modelo presentado los botones laterales del lado izquierdo están a una distancia equidistante, en el segundo se presentan de forma distinta. El botón central está más próximo al inferior, disposición que se asemeja más a la del reloj de Iñaki.
Sea como fuere, se antoja complejo que Urdangarin pudiera tener noticias de Cristina o de alguno de sus hijos con un giro de muñeca. Para ello, tendría que poder acceder a un teléfono móvil durante las horas en las que realiza su voluntariado, posibilidad terminantemente prohibida para el medallista olímpico. El teléfono, a su vez, tendría que disponer de conexión a Internet y tener instalado alguna aplicación de mensajería instantánea, como WhatsApp o Telegram. Y por si esto no fuera suficiente, también tendría que existir una conexión entre el famoso reloj y el hipotético teléfono móvil, del que no hay constancia alguna.