Un bate de béisbol de casi un metro de largo con sangre y pelo incrustado de Dana Leonte. Los agentes de la Guardia Civil lo hallaron tirado en la finca que rodea la casa en la que vivía con Sergio en la localidad de Arenas (Málaga). Es uno de los indicios más sólidos que tiene la juez para enviar a prisión a Sergio, su pareja, principal y único sospechoso de su muerte.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de fuentes cercanas a la investigación, el hallazgo de ese palo alargado con el que podría haberse perpetrado el crimen no es el único que tiene en su mano la magistrada para acusarle como autor de un delito de homicidio. Además, se le ha retirado la patria potestad de la hija que tenía con Dana.
En el análisis de cada palmo de la vivienda, los agentes de la investigación encontraron sangre de Dana en distintas estancias, en diferentes objetos, como por ejemplo en una de las almohadas de la habitación, y también en la cocina. Esto se une a los indicios ya recabados en las primeras inspecciones. Los restos de lejía detectados también en diversas partes de la vivienda alertaron a los agentes de que Sergio podía haber tratado de borrar las pruebas presentes en la casa.
El hermano de Dana, Florin Leonte, confirma a este diario que efectivamente se tratan de los restos de sangre de la víctima. El hallazgo el pasado sábado del fémur de la chica en una zona de difícil acceso se suma a todas estas evidencias ya recogidas por los investigadores. Este fue localizado en un paraje de difícil acceso, cerca de la casa que Dana compartía con Sergio. Y ahí surge otro de los indicios que le incriminan, porque la geolocalización del teléfono móvil del chico, también analizada por los agentes, le sitúa en el área donde se hallaron precisamente esos restos óseos.
El auto de ingreso en prisión de la magistrada detalla la presencia de todos esos restos sanguíneos de la víctima en distintas zonas de la casa. Sergio, por el momento, ha sido enviado a prisión de forma provisional y sin fianza por el supuesto homicidio de la joven de 31 años.
Las contradicciones de Sergio
Las diferentes versiones ofrecidas por el acusado han jugado en los últimos días en su contra. Dana desapareció hace más de tres meses de su casa de Arenas. Concretamente, el día 12 de junio. Vivía en la casa con Sergio y con la hija que ambos tenían en común.
Sergio trabajaba como operario en un almacén de materiales de construcción. Cuando fue interrogando por primera vez, dijo que él creía que Dana se había marchado por su propio pie. Lo aseguraba porque Dana le había enviado unos whatsapps, dijo, "cuando estaba huyendo a Rumanía". Sergio sugirió que su pareja había huido del país por una supuesta deuda que había contraído con un prestamista por un negocio hostelero.
La geolocalización de los móviles de ambos desmintió su versión, ya que aquellos mensajes fueron enviados desde la propia casa en la que vivían, estando muy cerca un terminal del otro. Según pudo saber este periódico, esos mensajes podrían haber sido enviados por él mismo, cuando Dana ya había desaparecido.
Mientras tanto los agentes de la Guardia Civil se afanan en la zona para tratar de encontrar el cuerpo de la víctima. Emplean todos los medios que tienen a su alcance. Según fuentes cercanas a la investigación relatan a este diario, los investigadores van marcando con GPS las zonas registradas y las zonas donde van detectando indicios que les ayuden a localizar el cuerpo de Dana. Las labores se centran en la sierra de la Axarquía, pero desde el hallazgo del fémur, hace una semana, no se ha vuelto a encontrar nada más.