Said iba a casarse en verano con Saida, su prometida, pero él jamás acudió a su boda. Faltaban pocos días para la ceremonia, que iba a celebrarse en Rabat, su Marruecos natal. Él, albañil de 32 años, reside en Mallorca donde trabaja como albañil. Durante los primeros días de junio, estuvo apurando los preparativos. Envió dinero a Marruecos, concretamente 600 euros según explica Última Hora, para hacer las compras finales para el banquete. No tenía pinta de querer huir a ningún sitio.
Pero algo sucedió el pasado 15 de junio, que tiene a su familia en vilo: Said se esfumó. El último que lo vio con vida fue su jefe de obra, que todas las mañanas lo recogía en el barrio palmesano de Pere Garau (Mallorca) y por la tarde lo dejaba en el mismo punto. Aquel 15 de junio, a las 6 de la tarde, se repitió la operación. El jefe detuvo su furgoneta cerca del domicilio de Said. El marroquí se despidió de él y se bajó. Nunca lo han vuelto a ver.
La Policía Nacional de Mallorca ha intensificado en las últimas horas las tareas de búsqueda del súbdito marroquí Said Hourmati, de 32 años, del que se ignora el paradero hace ya más de 4 meses. Una desaparición que los propios investigadores califican de ‘inquietante’ por la serie de elementos que tiene: una boda inmediata, un antiguo jefe celoso con una esposa muy unida a Said, un misterioso regalo y unas presuntas amenazas que ahora se están investigando.
La dueña de la finca
Said lleva más de 10 años en España. Vive en Palma de Mallorca, en la barriada de Pere Garau, donde alterna su trabajo en la construcción con otro esporádicos en el mundo de la hostelería como pinche de cocina. Pero antes estuvo sirviendo en fincas de lujo. Y en una de ellas podría estar el origen de su desaparición. Al parecer, Said Hourmati entabló un estrecha amistad con la esposa del propietario de esa finca. Esta amistad habría derivado en una relación extramatrimonial. Ella, al parecer, se volcó tanto con esta relación que llegó incluso a regalarle un coche de alta cilindrada. Todo ello a espaldas de su esposo.
Said dejó de trabajar para ellos hace tiempo, pero él seguía manteniendo vínculo con su exjefa, una mujer notablemente mayor que él. De hecho, según el rotativo mallorquín, esa mujer le confesó a la Policía que la noche previa a la desaparición, ella estuvo hablando con el marroquí. Pero que luego se marchó el pueblo de Felanitx y no volvió a saber nada más de él. La mujer, no obstante, ha cambiado varias veces detalles de su declaración, según fuentes de la investigación.
Eso pasó el 14 de junio. El 15 desapareció Said y lo hizo en extrañas circunstancias, según explicó su familia a Última Hora: Said llegó sucio del trabajo y no tenía llaves de casa, pero al primer sitio al que se dirigió fue un bar de la zona, según explica su hermana Bouchra: “Trabajaba en una empresa de construcción y lo recogía el jefe cada mañana, para llevarlo al trabajo. A la vuelta, le dejó en Pere Garau, pero como no tenía llaves no fue directamente a casa, sino que acudió a un bar. Iba sucio, vestido de albañil, así que es muy raro que hiciera planes para salir de noche sin pasar por mi casa», cuenta la hermana, en una entrevista con Ultima Hora.
Teléfono desconectado
A partir de ahí, nada. Su hermana pensaba que, al ser sábado el día anterior, se habría ido de fiesta con algunos amigos. Pero el domingo ya no pudo contactar con él. Su teléfono estaba desconectado y el jefe fue el que le advirtió de su ausencia: “No se ha presentado a trabajar”, le dijo a la hermana del desaparecido. Fue ahí cuando la familia dio la voz de alarma. Bouchra se presentó en la comisaría de la Policía Nacional para formalizar una denuncia. Su hermano se había largado y se había dejado en casa la documentación, el pasaporte y su dinero. No llevaba nada, no apuntaba a huida voluntaria.
Ahora, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Mallorca ha intensificado su búsqueda y ha estrechado el cerco en la presunta relación extramarital que el marroquí mantenía con su antigua jefa. Al parecer, el marido acabó descubriéndola, lo que habría motivado su ira. Los agentes encargados de la investigación están valorando la posibilidad de que el marido hubiese amenazado de muerte a Said poco antes de que se notificase su desaparición. La tesis de que el marido despechado haya tenido algo que ver con el suceso cobra ya más fuerza que la de la desaparición voluntaria.
Una finca rústica
Las pesquisas se centran en una finca rústica situada en la Urbanización Tolleric, una apartada zona residencial del municipio de Llucmajor, en la zona conocida como Part Forana de la isla de Mallorca. Durante la búsqueda, los investigadores encontraron unos huesos antiguos. Por ese motivo se solicitó la intervención de un médico forense, que confirmó, tras el pertinente análisis, que eran de un animal.
En Rabat siguen esperando a Said. Su novia, Saida, está destrozada, según explican los familiares de Said que residen en Mallorca. No entiende qué pasó con su prometido. Su hermana Bouchra está liderando la campaña para encontrar al albañil. Han elaborado carteles con las fotos del chico y han empapelado el barrio de Pere Garau y sus alrededores. También han organizado alguna manifestación pidiendo ayuda y han acudido a los medios de comunicación locales. Pero, por el momento, la única novedad en el caso a lo largo de estos casi cinco meses ha sido la intensificación de las tareas de búsqueda en las últimas horas y las posibles amenazas de muerte de un marido despechado. Un presunto triangulo amoroso que, creen los investigadores, habría podido acabar de forma funesta para el marroquí.