"Se están estudiando los cuadernillos. Nos dieron 30 minutos para revisarlos. Hay falta de motivación". Dos horas de las diez de la mañana de este viernes, que era el momento fijado para que se conociera el veredicto sobre el asesinato de la joven Diana Quer el 22 de agosto de 2016, el juez Ángel Pantín, magistrado de la sala, lo ha devuelto a los nueve miembros del tribunal del jurado para que argumenten mejor la decisión final y la condena a José Enrique Abuín, alias 'El Chicle'. Las partes explican de ese modo a EL ESPAÑOL, con esa frase, lo ocurrido a lo largo de las últimas horas.
Tras revisarlo con las partes durante este largo tramo, los cuadernillos con las preguntas que deben ser respondidas -y argumentadas con las pruebas del juicio- han sido echadas para atrás por el presidente de la sala.
Según apuntan fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) las partes han quedado citadas de nuevo para este sábado a las diez de la mañana.
El magistrado considera que existen "errores formales", y que resulta necesario que los cinco hombres y cuatro mujeres se reúnan de nuevo para deliberar. También les ha advertido de que algunos de los razonamientos se entiende que son un poco "pobres". Según fuentes cercanas al caso relatan a EL ESPAÑOL, existe falta de motivación en algunas respuestas.
Ahora se juntarán de nuevo para motivar mejor algunas de las contestaciones a las aproximadamente 20 preguntas que componen el objeto del veredicto. Además, el magistrado les ha comunicado que en algunas de ellas pueden existir posibles contradicciones. Todas las partes se han mostrado de acuerdo.
Los servicios de los juzgados de Santiago de Compostela han trasladado al jurado a una de las salas de la cuarta planta del edificio, donde están reunidos en estos momentos para poder reformular sus razonamientos, y poder así definir finalmente qué le pasó aquella noche a la joven madrileña, si hubo violación y asesinato, o si solo fue, como argumenta la letrada de Abuín, un homicidio doloso, un mero accidente.
Cómo probar la agresión sexual
El jurado lleva deliberando desde el pasado martes al mediodía. Antes de comenzar, el magistrado se reunió con todos ellos y les recordó precisamente lo que les ha dicho esta mañana: la motivación adecuada de las respuestas, la presunción de inocencia, y sobre todo la importancia de que la atribución de los delitos se sostenga, en el texto, con pruebas.
Todo esto se lo recordó porque está en juego la condena a prisión permanente revisable solicitada por la fiscalía y la acusación particular. Esta condena pende del hilo de que se pueda argumentar que 'El Chicle' violó a Diana en la nave de Asados, después de raptarla y antes de asesinarla. Sin embargo, la autopsia no arrojó pruebas debido al estado del cuerpo.
Nadie estaba allí para verlo. No quedaron pruebas ni restos de ADN en la nave, más allá del cadáver desnudo de Diana en el pozo, la brida -el arma del crimen- en su cuello y unos restos de cinta aislante sumergidos en el agua y que pudieron servirle para maniatarla en el momento en que la abordó.
Con todo esto sobre la mesa, ante esa falta evidente de pruebas objetivas de lo que pasó en ese período de tiempo, el jurado solo dispone de indicios. Un indicio consiste en que, partiendo de un hecho que no demuestra lo que queremos, con él se establece una deducción lógica hacia la verdad que queremos apuntar. Pantín les explicó que era preciso que todos los indicios que empleasen para motivar sus respuestas se fortaleciesen entre sí, estuvieran relacionados y no se contradijesen. Una deducción a la que se pueda acceder a través del sentido común.
Hay multitud de indicios que podrían llevar al jurado a considerar a 'El Chicle' culpable de la agresión sexual, pero tienen que explicarlos bien: la hora y veinte minutos que Abuín permaneció aquella noche en la nave después de secuestrar a Diana, la limpieza en profundidad que hizo del vehículo, la aparición del cuerpo totalmente desnudo, el hecho de haberla maniatado e introducido en su Alfa Romeo, los antecedentes por agresiones sexuales, intentos de rapto y secuestros, el idéntico modus operandi, etc.
Hay muchos detalles sobre la mesa, pero ahora, una vez más, los nueve miembros tienen que reunirse para explicar mejor lo que ellos piensan que sucedió, con las pruebas en la mano, aquella noche de terror y secuestro.