Jorge, el único sospechoso por la desaparición de la joven Marta Calvo en Manuel (Valencia), se ha entregado a la Guardia Civil en Carcaixent (Valencia). La mujer desapareció el pasado 7 de noviembre, pero no fue hasta hace dos semanas cuando el caso saltó a los medios de comunicación. Marta recorrió los más de 100 kilómetros que separan su vivienda del pueblo de Manuel para encontrarse con Jorge, un chico de origen colombiano y de 35 años. Cuando llegó a la casa, Marta le envió su ubicación a su madre, como hacía normalmente. Su última conexión se produjo a las seis de la mañana y, desde ese momento, nada más se supo de ella.
Tras interponer su madre la denuncia por su desaparición, los agentes comenzaron una ardua investigación para dar con el paradero de ambos, ya que a Jorge se le perdió la pista días después. En este mes, la Policía ha registrado la casa del joven hasta en dos ocasiones, en busca de cualquier pista que pudiera llevar a Marta. Además, se ha desplegado un amplio dispositivo para encontrarla en pozos y acequias. Todo apuntaba a que el hombre, con antecedentes policiales en Italia, había huido del país. Además, también se le vinculó a la muerte de una prostituta el pasado abril.
Juan Carlos Fulgencio, el delegado del gobierno en Valencia, ha explicado -en rueda de prensa- que Jorge se encuentra detenido "en algún punto del territorio español". Durante la mañana, se procederá a su interrogatorio. "Podíamos estar hablando de una agresión física que ha podido conllevar la muerte violenta de Marta", ha afirmado Fulgencio. Esta es la principal hipótesis que barajan los investigadores.
Hace días, los investigadores pudieron dar con el Volkswagen Passat de color oscuro en una nave de un pueblo costero de Valencia. El coche que, presuntamente, utilizaba Jorge con frecuencia. Fue un amigo quien dio la voz de alarma a la Policía e informó que Jorge le había dado el vehículo días antes para que lo llevara al desguace.
Todo apunta a que Marta habría conocido al hombre a través de una aplicación de citas. Marta había sido camarera, recepcionista y dependienta en dos locales distintos de su localidad natal. Cuando cumplió los 18, llegó a hacer un curso de peluquería en la Academia Jazmín. Su círculo más cercano habla de una joven extrovertida, una chica normal como cualquier otra. Su teléfono, si embargo, continúa apagado por razones todavía desconocidas. Lo comprobó la madre de Marta esa noche y los días posteriores. Antes y después de poner la denuncia. La investigación corre a cargo del grupo de Homicidios, que forma parte de la Sección de Delitos contra las Personas, de la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia.