Los niños, ay, los niños… Esto es lo que habrán pensado, durante semanas, los dos padres que dejaron que su hija hiciera ‘el mal’ en un concesionario de la marca alemana Audi. Ella, sin saber muy bien el valor que tenían los coches o lo que podían suponer los hechos, rayó hasta 10 vehículos mientras sus progenitores andaban a otra cosa. ¿El problema? La pillaron. ¡Y de qué manera!
Los padres acudieron al concesionario con un amigo que quería comprarse un Audi y dejaron que su hija deambulara por el concesionario. No pensaban que le fuera a pasar nada. Y, en efecto, así fue. La niña, en ese lugar, estaba segura, pero tenía en su mano ‘liarla’ a su manera. ¿Cómo? Con una piedra. Con este instrumento, fue rayando uno a uno los coches sin que nadie, ni los comerciales ni sus padres, se diera cuenta.
Pero todo, al final, sale a la luz. Los comerciales, antes de que acabara la visita, se dieron cuenta de que la niña había causado desperfectos hasta en 10 coches, alguno de ellos, de enorme valor, como el Audi Q8, que cuesta hasta 60.000 euros. ¿Y qué ocurrió? Que denunciaron a los padres a los tribunales chinos.
Los padres no tuvieron otra que pagar los desperfectos. En un primer momento, la justicia les exigió una compensación de 30.000 euros, pero finalmente llegaron a un acuerdo para que la cantidad se redujera a 10.000, según World of Buzz. Todo quedó en una travesura. ¡Pero qué travesura y a qué precio! Lo que es seguro es que los padres no van a volver a dejarla sola. No, al menos, en un concesionario.