Bodgan Brie se ha convertido en poco más de un lustro en el rey de la impresión. A sus 36 años, este zaragozano adoptivo jamás hubiese imaginado que en plena crisis económica y con la amenaza que suponían las últimas tecnologías, construiría todo un imperio haciendo fotocopias en blanco y negro, y en color.
Cuando compró su primera copistería por un traspaso en Huesca (Aragón), en 2013, nadie le auguraba éxito alguno. "Todos creían que el papel tenía los días contados con la llegada de los smartphones y las tabletas, pero se equivocaban. Al papel le queda muchísima vida por delante y mi negocio es la prueba", cuenta Brie, en una entrevista con EL ESPAÑOL. ¿La razón de su éxito? Abaratar los costes y ser la más económica en España (copias a dos y ocho céntimos, si es en color), dar una atención personalizada y por último, encontrar la ubicación ideal: las zonas universitarias en las capitales españolas. Todo ello bajo el nombre de Copistería Low Cost.
"Aunque la gente compre menos papel que hace 20 años, lo cierto es que los universitarios prefieren y siempre preferirán seguir estudiando sobre el papel porque es la manera más cómoda. Y ahí es donde nosotros nos hemos volcado", apunta este empresario.
Tras abrir la primera copistería y ser conscientes del éxito que estaba teniendo, pues había personas que incluso se desplazaban a la capital oscense desde otras ciudades y municipios gracias al boca a boca. Bogdan Brie decidió comenzar a expandir el negocio, manteniendo el mismo funcionamiento y añadiendo dos características que años después han convertido a la copistería online en la number one de todo el país y el continente europeo. Los encargos por email a través de su web y los envíos a domicilio sin límite geográfico.
70 millones de fotocopias
De este modo, se ahorraba colas en la copistería, ganaba tiempo para trabajar y, al mismo tiempo, satisfacía las necesidades de los clientes que tenían que recorrer cientos de kilómetros para hacer fotocopias. Ese cambio en su modelo de negocio, motivado en gran parte por el responsable web y de expansión en la empresa, Carlos Baquedano, les ha hecho crecer exponencialmente hasta el punto de haber hecho más de 70 millones de fotocopias en 2019, casi el doble que el año anterior, y haber facturado dos millones de euros.
Tras la tienda de Huesca, al año siguiente el negocio aterrizó en la zona universitaria de Zaragoza, donde ya tienen tres copisterías; en Madrid, que cuenta con dos en el barrio de Moncloa; en Pamplona (2); Sevilla (2); Barcelona; Bilbao; Alcalá de Henaresy Vitoria. "Desde que llegamos la capital aragonesa, hemos ido abriendo 2 o 3 tiendas por año, y ahora tenemos pendiente abrir otras dos en Valencia y Málaga", señala Baquedano. Por lo general, según apuntan desde la empresa, con el tiempo las nuevas copisterías que se han ido abriendo "han ido desbancando a las clásicas, principalmente por el precio, la calidad y el servicio".
No obstante, también ha habido otros negocios que se han querido sumar al éxito de Copistería Low Cost imitando su denominación e incluso sus precios. "Algunas empresas han querido apuntarse a lo de Low Cost, pero nosotros fuimos los primeros, tenemos todo el sistema equilibrado y además, registrada la patente. Aun así, la gente todavía nos reconoce como los del cerdito y la hucha azul y sabe que somos los más rápidos y económicos", apunta el responsable web.
Cómo hacer tu pedido
Lo que les distingue de sus competidores, sin duda, son los encargos por correo y los envíos a cualquier parte, no solo dentro de España, sino también en otros países europeos. Los pedidos online a través de su página web se hacen desde cualquier dispositivo y los archivos pueden ocupar hasta un terabyte de espacio. Toda la configuración es automática. Después de hacer tu compra, tienes dos opciones: envío a tu municipio o ciudad en el tiempo estipulado, o ir a por él en alguno de los puntos de recogida que la empresa tiene habilitados por todo el país, además de las copisterías.
En el último año, se han realizado más de 31.000 envíos a domicilio, el doble que en 2018 (15.000) y tres veces más que en 2017 (9.000). Sin contar, además, los que han hecho al extranjero, entre los destaca sobre todo Reino Unido. Sus encargos suelen ir desde grandes pedidos para institutos, academias y autoescuelas hasta los más mínimos y remotos en algún punto de España. "Te sorprendería lo que a veces encargan las personas; en una ocasión enviamos una sola impresión, que cuesta dos céntimos, a más de mil kilómetros", cuenta, entre risas, Baquedano.
Aunque los encargos online son el punto fuerte y diferencial de esta empresa, cientos de estudiantes en toda España siguen acudiendo a estas copisterias para imprimir sus apuntes y trabajos. En este sentido, según apunta la empresa, los picos de trabajo más fuertes coinciden con las épocas de exámenes universitarios: febrero, marzo, septiembre y octubre.
Papel español
Quién iba a decirle a Bogdan Brie que después de cerrar su negocio de construcción en Sabiñanigo (Huesca), volver a su país de origen para probar suerte y regresar de nuevo a España sin nada, triunfaría con su empresa de fotocopias en pleno siglo XXI. "Empezamos de cero y hemos seguido trabajando sin parar para que este negocio siga creciendo", cuenta el empresario a este periódico.
Culpables de su éxito son también sus trabajadores, entre ellos técnicos de reparación y dependientes que suman más de 50 personas. Además de toda la inversión en maquinaria —cuenta con más de 400 impresoras láser (hacen 90 copias por minuto), valoradas entre los 1.000 y los 10.000 euros— y materias primas como el papel, comprado en su totalidad en empresas zaragozanas y madrileñas.
Podría decirse que este zaragozano adoptivo ha hecho posible lo imposible y piensa seguir haciéndolo. "Esto no va a parar, estamos trabajando ya en implantar tiendas en el extranjero y seguir abriendo más por toda España; para triunfar lo más importante es ponerle ganas", concluye Bogdan.