Teruel ha pasado de no existir (o existir poquito) a ser el centro de todas las miradas de la fiesta. La aventura política de Teruel Existe, una plataforma ciudadana que empezó en 1999 pidiendo que el AVE se desviase un poco para pasar por la ciudad, ha desembocado en un protagonismo no pretendido ni imaginado: Abascal llamando a los turolenses a acampar contra su diputado. Ultraderechistas pidiendo en redes el boicot a los productos de la provincia. Teruel trending topic.
Es la importancia que tiene ahora mismo un escaño en el tetris en el que se ha convertido la Cámara Baja. El escaño de Tomás Guitarte, líder de Teruel Existe. Él ha votado sí a la investidura de Pedro Sánchez. Y como cabeza visible del proyecto, también es el que más está padeciendo la cólera de los que rechazan ese sí. Su pueblo, Cutanda, amaneció el sábado 4 con pintadas amenazantes firmadas por la organización de extrema derecha Democracia Nacional.
“Igual dejo de consumir melocotones de Calanda, jamón de teruel, quesos de la sierra de Albarracín...” iniciaba un tuitero de los que proponía boicotear los productos de Teruel, con un hashtag que ha sido tendencia en los últimos días. #BoicotTeruel. Es la prueba empírica de que Teruel ya existe. Estas campañas contra lo productos de una región han sido dirigidas históricamente casi en exclusiva contra Cataluña.
La capital menos poblada
Teruel, la capital menos poblada de España. 35.000 habitantes en la ciudad. 134.000 en toda la provincia; hay distritos más poblados dentro de la ciudad de Madrid. Un lugar en el que no hay grandes empresas extranjeras, no hay tren de alta velocidad, faltan autovías y puestos de trabajo. Teruel es el lugar con más zonas blancas (donde no llega internet) de toda España. Y donde llega, las compañías solo garantizan 2 megas. Imaginen navegar a 2 megas. Se acabó lo de enviar fotos por Whatsapp a su familia.
134.000 personas que representan ese término tan de moda de la España Vacía y que llevan reclamando infraestructuras dignas desde que empezamos el siglo, que es cuando nació la plataforma ciudadana Teruel Existe. Su hito histórico lo alcanzó en las últimas elecciones, consiguiendo un escaño que a la postre va a resultar decisivo. Pero surgió hace 20 años de la fusión de otros movimiento que pedían mejoras por libre, como: Pro Salud Mental o En Defensa del Ferrocarril.
De ese última reivindicación surge Tomas Guitarte, un arquitecto de 59 años que vive a caballo entre Valencia, la ciudad en la que trabaja, y su pueblo natal, Cutanda. Un hombre con cierta experiencia en la política, ya que formó en las listas de la Chunta Aragonesista a principios de los 90. De él surgió la idea de que el AVE Madrid-Valencia podría incorporar a Teruel al corredor, compensando así las carencias de ferrocarril que tiene la zona. Y es que en 1999, año fundacional de la formación, en Teruel descarrilaron 8 trenes.
El ferrocarril
Finalmente, a lo turolenses no les dieron el AVE porque entre PP y PSOE lo tumbaron, pero a cambio les prometieron que se crearía el corredor Cantábrico-Mediterráneo, con ellos en el centro. Una promesa que se arrastra desde principios de esta década y que ahora Guitarte ha vuelto a poner sobre la mesa. Teruel Existe recordó en octubre a Pedro Sánchez que las licitaciones para ese corredor están hechas y publicadas en el BOE desde 2010. Que ahora le toca pasar de las palabras a los hechos.
Es uno de los compromisos alcanzados en el texto del acuerdo entre la Teruel Existe y el PSOE, para que ese escaño decisivo posibilite el gobierno de Sänchez. Un texto en el que también se incluye la creación de una serie de tramos de autovía, alguno de los cuales (El Burgo de Ebro – Fuentes de Ebro) ya tiene el proyecto aprobado, con un presupuesto de casi 80 millones de euros. En el documento también se pide la industrialización de la comarca de Andorra Sierra de Arcos y sus comarcas colindantes, reindustrializando así las zonas afectadas por el proceso de descarbonización. Y en materia de tecnología, la exigencia es que se obligue a los operadores de internet a garantizar 30 megas. Qué menos.
Son las reivindicaciones de uno de los territorios con más carencias de España: el periodista turolense Javier Silvestre las resumía en un hilo: “Andorra (7.00 habitantes) lleva tres años sin pediatra fijo. En la provincia faltan por ejecutarse 3.422 millones en infraestructuras. La lista de espera quirúrgica en el Hospital de Teruel sube un 32% en un año. El tren de Teruel a Valencia recorre 140 km en 2:34 hora. Eso cuando no hay averías (…) En la comarca de Jiloca han estado media Navidad sin servicio de telefonía. No van los teléfonos, pero tampoco los datáfonos ni las reservas hoteleras. Las entregas de paquetes de Correos pueden superar en algunos pueblos los 15 días. Y encima, el queso Tronchón de Mercadona (típico de Teruel) lo fabrican en Murcia”.
Ampliar la base
Para conseguir mejoras tan básicas, los turolenses optaron por ampliar la base, que es lo que piden muchos indepes catalanes y no consiguen. En cambio, los turolenses confiaron la mayoría de sus votos a la plataforma local, que obtuvo más de 8.400 votos en la ciudad de Teruel y 19.696 en toda la circunscripción. Fue la fuerza más votada y se metió por primera en la historia en el Congreso de los Diputados.
La aritmética política es caprichosa y ese escaño ha acabado valiendo oro. Guitarte, no obstante, ya advirtió tras las elecciones que la finalidad de su plataforma era contribuir a desbloquear la gobernabilidad de España, apoyando al que se comprometiese con los turolenses. Por eso le ha costado poco ponerse de acuerdo con Pedro Sánchez. Las exigencias de Teruel, en términos económicos, no son prohibitivas para el gobierno. Pero con lo que no contaban los de Guitarte es que esta misma aritmética los acabase metiendo en un enorme saco en el que también caben los independentistas catalanes o EH Bildu.
Traidor separatista
De ahí a la llamada al boicot y a las pintadas amenazantes en el pueblo del diputado, un solo paso. Guitarte traidor separatista y Teruel Existe Fraude es lo que se podía leer el sábado por la mañana en muros y fachadas abandonadas de Cutanda y Navarrete, en el municipio de Calamocha. Desde la formación lamentaban “presiones tremendas por apoyar la investidura de Sánchez. Exigimos respeto. Nuestro futuro lo decidiremos nosotros”.
Entretanto, en redes, la etiqueta #BoicotTeruel ha ido despuntando en tendencias nacionales. Hecho que algún turolense ha aprovechado para hacer publicidad de su negocio en clave de humor: “Como está bastante animada la mañana con #BoicotTeruel, nos animamos nosotros: envíos gratuitos para toda España. A ver si no nos boicoteáis así”, anunciaba en un vídeo en Twitter la tienda de productos locales Degusta Teruel. Otros, como el bar A Flama de Zaragoza, ya han advertido que anulan todos los pedidos de jamón de Teruel para 2020. La gracia está en que es un bar vegano.
Nada que perder
La llamada a no acudir de turismo a Teruel también forma parte de este boicot. Algunos de los promotores informaban de que el cambio de destino beneficiaría a Cantabria. Y es que muchos de los que critican el apoyo de Guitarte a Pedro Sánchez, valoran a partes iguales el gesto de Revilla y el Partido Regionalista de Cantabria de retirar el apoyo a los socialistas por su acuerdo con Esquerra.
Los turolenses se ríen del boicot. No saben si el boicot también se hace extensible a no escuchar en la radio a Federico Jiménez Losantos o a quemar los discos de David Civera, que los dos son de allí. La periodista turolense Cruz Aguilar contestó con otra etiqueta: “¿El #BoicotTeruel qué incluye? ¿Quitarnos el AVE? ¿Las múltiples especialidades médica que tenemos? ¿Cerrarnos los km de autopista? ¿Clausurar los dos hospitales punteros? #Vamoshombrenomejodas”.
Y es que en Teruel no tienen mucho que perder. En pocas horas, después del paso de los Reyes Magos, los diputados volverán a enfrentarse a una investidura, en un hemiciclo que cada vez parece más un octógono de K-1. Allí estará otra vez Teruel, apoyando la investidura de Pedro Sanchez y esperando la autovía, el tren y los 30 megas. Ahora pueden. Su voto es decisivo para conformar gobierno y ya tiene hasta su propio boicot. Teruel ha empezado a existir tarde, pero ahora está existiendo a lo grande.