El pasado miércoles, la Policía detuvo a un hombre, de unos 57 años, en Sevilla. Había viajado desde Córdoba a Sevilla con una única idea: violar a una chica joven. Y así lo hizo. Ya había pasado 26 años en prisión por delitos similares. A punta de navaja logró acceder a la vivienda de la joven, retenerla durante tres horas y violarla en repetidas ocasiones.
La Policía Local de Sevilla, apoyada por la Nacional, ha publicado el retrato-robot del depredador sexual por si alguna otra víctima le reconoce. Se trata de un hombre de 1,85 metros de estatura, de complexión fuerte y con una considerable cojera. Ahora, los agentes investigan si esto está relacionado con otros casos de agresiones sexuales que se han cometido en otros lugares de Andalucía. El perfil de Fernando Alejandro G.S., el detenido, encaja perfectamente con el de un depredador sexual que no se ha podido reinsertar. A pesar de haber pasado más de 25 años en prisión.
Los Servicios de Emergencias de Sevilla recibieron el aviso sobre la una de la madrugada. La mujer, angustiada, contó que un hombre la había secuestrado y obligado, a punta de cuchillo, a mantener relaciones sexuales. Además, señaló que tenía cortes en las manos ocasionados por el agresor cuando esta intentó defenderse. También, denunció que el detenido la había estado siguiendo y que, cuando llegó a su portal, se abalanzó sobre ella y la obligó a entrar en la vivienda. Una vez en el interior, le quitó el teléfono móvil y cerró la puerta por dentro.
El dispositivo policial consiguió detener a Fernando, natural de Linares, en la estación de autobuses de Sevilla. Su intención era huir. Su último domicilio conocido se encontraba en la localidad de Villanueva del Arzobispo. Hacía un año y medio que estaba en libertad. El sospechoso admitió que había llegado a Córdoba con la única intención de violar a una mujer.