El desbarajuste en el conteo de fallecidos por covid-19 en nuestro país continúa, casi tres meses después. Este lunes, primera jornada con todo el país ya en plena desescalada, una nueva cifra golpeaba los informes oficiales. De repente, dos mil muertos menos de un día para otro. Una vez más.
Nunca el baile de cifras había sido tan basto. Hasta 1908 fallecidos del recuento directo del Ministerio de Sanidad que desaparecían con respecto al informe anterior. El propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, arguye que se trata de algo que sucede "en todas las epidemias".
Sanidad explica en su informe diario que la variación en las cifras se debe a una "nueva estrategia de diagnóstico, vigilancia y control en la fase de transición de la pandemia". Pero, realmente, ¿qué ha sucedido? ¿Cómo se explica, sobre todo porque la empresa especializada en big data Inverence ya sitúa la cifra real en 50.000 muertos en lo que llevamos de crisis?
Cambio de método, de nuevo
Lo detalla el director de Inverence, el estadístico José Almagro, para EL ESPAÑOL. "El Ministerio de Sanidad pidió con fecha 11 de Mayo una nueva forma de compilar los datos relativos a la evolución de Covid-19 en cada comunidad autónoma. La esencia de la modificación es la individualización de cada caso confirmado y -debe entenderse- de cada notificación de fallecimiento".
Realmente, la evolución de la epidemia sigue siendo favorable, aunque difícilmente interpretable a la luz de los datos de Sanidad. Para el Ministerio, la cifra total de decesos es de 26.834 (1.918 menos que la jornada anterior). El mayor número corresponde a Cataluña (1.126), seguida de Madrid (291) y Castilla-La Mancha (152).
Con el nuevo método, la cartera liderada por Salvador Illa pasa de registrar los casos notificados en las últimas 24 horas a dar cuenta de los nuevos diagnósticos en ese mismo tiempo. Antes se informaba de los casos y fallecimientos de personas a las que se les había diagnosticado covid-19 a través de una prueba PCR -así lo exigía la OMS en su definición de caso-.
Así, y en el caso particular de los fallecimientos, "algunos datos de las comunidades autónomas podrían estar incompletos o no corresponder al estándar del Ministerio de Sanidad en la definición de fallecido Covi-19. Ello sería motivo suficiente para que tales fallecimientos hayan salido de la serie histórica compilada por el Ministerio de Sanidad", apunta Inverence.
"En su nota de hoy el Ministerio advierte que la serie histórica de fallecidos podría permanecer inconsistente durante algunos días. Es posible, incluso, que algunos de los fallecidos eliminados pudieran reaparecer en la serie histórica en los próximos días", relata la firma de expertos.
Más de 50.000 muertos reales
Con todo, "el problema al que aquí nos referimos es de naturaleza esencialmente administrativa y no afecta a la realidad del número de fallecidos". La redefinición del sistema de recuento llega bastante tarde, tras meses y meses de epidemia.
Esto fuerza a revisar todos los informes anteriores, pero que Sanidad celebra como un avance muy relevante en esta fase de seguimiento de la pandemia.
Pero tal y como viene denunciando EL ESPAÑOL, el panorama del recuento del impacto del covid-19 en nuestro país está siendo desolador, por lo inconsistente. Cada comunidad autónoma ha estado llevando a cabo el recuento de fallecidos, casos notificados e ingresos hospitalarios de diferente manera. La fotografía real es mucho mayor, más negra.
Basándonos en la información proporcionada por los Registros Civiles a través del sistema MoMo, y otras informaciones complementarias, como la suministrada por la Generalitat de Catalunya y la propia suministrada por el Ministerio de Sanidad, desde Inverence recalculan la serie de fallecidos reales hasta la fecha. "Concretamente, estimamos una cifra de 50.500 muertes totales".
La cifra es el doble de la que reconoce el Gobierno. Una diferencia abismal. El luto nacional es en realidad muy superior al admitido oficialmente.