El próximo viernes 19 de junio se cumplen seis años de la proclamación de Felipe VI como Rey de España y por lo tanto, también de Letizia como Reina consorte. Puede que estos 72 meses del matrimonio Borbón Ortiz en el trono hayan sido mucho más convulsos que todos los años que su padre, Juan Carlos I, ostentó la Jefatura del Estado. El problema del independentismo catalán, los distintos intentos fallidos para formar Gobierno con sus respectivas repeticiones electorales o la actual crisis del coronavirus son sólo algunos de los factores externos que han condicionado este camino -nada fácil- desde que tomaron el mando.
En este tiempo, la esposa de Felipe VI ha trabajado mucho y las cifras así lo demuestran. En estos seis años ha realizado un total de 1.120 actividades oficiales, lo que hace una media de 200 actividades por año. De estos actos, el 39% son institucionales, el 16% han tenido que ver con la cultura, el 12% con la solidaridad y el 8% con las relaciones internacionales. El 25% restante lo ha dedicado a educación, salud, economía, defensa, sostenibilidad, deportes, medios de comunicación y ciencia. Además, ha presidido más de 200 audiencias recibiendo a más de 4.000 personas.
Son números récord con los que cualquier funcionario del Estado -como ella misma se denomina- se mostraría feliz y orgulloso. Pero Letizia no logra alcanzar esos dos sentimientos porque su tranquilidad no es completa. Pese a que en lo laboral nadie podría decirle nada, lo cierto es que su imagen no acaba de cuajar: no termina de convencer porque se encuentra piedras en el camino que ella misma no puede controlar. Son los de su alrededor, sobre todo su familia política la que no para de darle un disgusto tras otro, poniendo minas en su camino.
EL ESPAÑOL, con motivo del sexto aniversario del reinado de Letizia, recopila los seis disgustos que se ha llevado la Reina desde que llegó al trono. Esos seis que no consiguen que la esposa de Felipe VI esté tranquila sentada con su corona.
1. Su suegro Juan Carlos
"Es que era él quién no la quería como esposa de su hijo por ser divorciada y periodista. Era él quién decía que Letizia se iba a cargar la monarquía y mira, resulta que va a ser al revés", asegura a este periódico una amiga personal de la reina refiriéndose a Juan Carlos, quien ha vuelto a acaparar esta semana titulares después de que se conociese que la Fiscalía investiga al Emérito por fraude fiscal y blanqueo de la comisión -supuestamente- cobrada por el AVE a la Meca. La relación entre nuera y suegro nunca ha sido fluida -cero química entre ellos-, pero es que ahora tampoco existe la de su marido Felipe y su padre.
Han sido muchas las confrontaciones a las que se han enfrentado la reina y su suegro. Es más, la mala relación entre ambos se ha ido evidenciando con el paso de los años convirtiéndose así él en uno de los mayores detractores de la experiodista, sobre todo desde que "la plebeya", como la llama de forma despectiva ante sus amigos, se hizo Reina. "Nunca la ha tratado bien: siempre ha pensado que era inferior a ellos, pero resulta que la plebeya ha salido bastante mejor que sus hijas Elena y Cristina", añade la misma amiga consultada.
Uno de esos encontronazos a los que nuestra fuente se refiere se recoge en el libro de Andrew Morton, Ladies of Spain publicado en 2013. Fue durante un discurso que dio la que fuera entonces prometida de Felipe VI en una reunión con el rey Constantino de Grecia, el hermano de la reina emérita Sofía, acerca de la situación de Irak. Letizia habló sobre este tema más de 20 minutos, a lo que su suegro le espetó: “Ya sabemos que eres la más inteligente de la familia, pero por favor, deja hablar a los demás”.
Durante el año anterior a la abdicación de Juan Carlos pidió con insistencia el divorcio de Felipe VI. Sobre todo, lo promovió cuando ese verano Letizia abandonó Mallorca dejando solos al entonces Príncipe y sus hijas. El emérito le pidió a su hijo la separación para salvar la institución. "Y fíjate quién se la está cargando. El padre de Felipe decía que Letizia no estaba preparada. Creo que sabía que con ella a su lado, su hijo no le iba a pasar ni una. Y claro, eso es lo que ha pasado", confiesa una persona muy próxima a la Reina.
Y es verdad. Letizia ha tenido que ver cómo los escándalos financieros de su suegro y su amiga íntima Corinna han ido minando la imagen que tienen los españoles de la institución por la que tanto trabajan ella y su marido. Los Reyes viven con la incertidumbre de no saber cuándo saltará la próxima mina con una nueva noticia sobre Juan Carlos y sus negocios. Un disgusto más de los muchos que le ha dado en estos seis años el emérito.
2. La gran crisis con Sofía
Todos sabemos que la llamada Crisis de las Reinas, ocurrida en la Catedral de Palma en abril de 2018, fue un antes y un después para la imagen pública de la ex periodista. "Lo que pasó en Mallorca ha sido su peor momento durante estos años. Fue una metedura de pata. Eso está claro, pero fueron a por ella como fieras todos los medios de comunicación. En esta historia hay dos versiones y en este país sólo se hizo caso de una de ellas", revela la misma fuente a EL ESPAÑOL. "Y luego la humillación aquella de tener que abrirle la puerta del coche para pedirle perdón de forma pública. Lo pasó fatal en aquellos meses, tardó mucho tiempo en recuperarse", apuntilla.
Todas las relaciones nuera-suegra son especiales, pero si ambas comparten el título como el de Reina, la cosa es complicada. A esto hay que sumar la procedencia y educación de estas dos mujeres: mientras que Sofía ha sido educada para ser Reina desde la cuna, Letizia ha tenido que aprender el oficio a marchas forzadas. Pero el obstáculo mayor entre ellas en estos años han sido la relación con Cristina y Elena. La actual Reina no entiende como Sofía se empeña en proteger, defender e intentar mediar entre Felipe VI y sus hermanas. "Para ella no hay cabida a la compasión o la pena. No le entra en la cabeza que su suegra se empeñe en salvar una relación que si se salvará dañaría mucho más la imagen de la Corona", aclara la amiga de Letizia.
3. Su tía republicana Henar
Que Henar Ortíz, la única hermana del padre de Letizia, es republicana no es ningún secreto. Ella misma lo cuenta una y otra vez en sus redes sociales. La tía de la reina nunca ha disimulado ni su animadversión hacia la monarquía ni su simpatía hacia Unidas Podemos. La última vez fue tras el comunicado que el 15 de marzo emitió Zarzuela anunciando las medidas contra Juan Carlos que sirvió como excusa a Henar para plasmar sus preferencias por la república en su cuenta de Twitter.
"La familia no le da mucha importancia. En todas hay una oveja negra que dice lo menos apropiado en el peor momento. Si que es cierto que al principio, cuando llegó a Zarzuela siendo princesa, le pidió a su tía que se cortara y que se quitara las redes sociales. Sin embargo, le salió al revés e hizo que se radicalizara. Así que qué mejor que no hacerle caso y olvidarla", confiesa una persona muy cercana a la familia Ortiz.
4. Su amigo ‘compiyogui’ López Madrid
La pérdida de un amigo siempre es un disgusto, pero en el caso de Javier López Madrid fueron circunstancias muy especiales. Recordemos que en 2016, los mensajes entre Letizia y su compañero de yoga -incluidos en un informe pericial- ponían de manifiesto la relación de amistad y el término compiyogui. Parece que es un tema olvidado, pero para Letizia fue un duro golpe.
"Es que era uno de sus mejores amigos y cuando se filtró todo el tema de los mensajes se llevó un buen disgusto. Piensa que se conocen desde hace muchos años. El rey Felipe le presentó a López Madrid cuando eran todavía novios y en sus barcos y fincas encontraron refugio durante su noviazgo secreto. Así que fue muy duro para ella", recuerda una amiga de la Reina. "Tuvieron que romper cualquier relación con él cuando resultó implicado en varios casos de corrupción porque ella en eso no tiene piedad y pone delante la institución a cualquier beneficio personal", añade la misma persona.
5. La venganza de sus cuñadas
La mala relación de la Reina con las hermanas de su marido, la Infanta Cristina y Elena viene de mucho tiempo atrás. Antes de ser proclamada consorte. Sin embargo, en los últimos años las cosas han ido de mal en peor. "Cuando el de Barcelona entró en la cárcel, la Reina pensó que las cosas se iban a calmar.
¿Quién iba a querer mantener la relación con un condenado por corrupción? Pero las cosas no han sido así. Su suegra, la reina Sofía, sigue intentando mediar para que Felipe VI perdone a Cristina y Letizia se niega a tener ningún tipo de relación con ellos. Veremos qué pasa este verano porque la Emérita pretende que vayan todos a la vez a Mallorca y la Reina no está dispuesta", avanza una fuente cercana a Zarzuela.
6. Su bestia negra, su primo escritor
Sin duda, su bestia negra. Su primo David Rocasolano, abogado de profesión, publicó en 2013 un libro demoledor. Adiós princesa contaba todo tipo de intimidades de la entonces princesa de Asturias, desde un supuesto aborto a la firma de las capitulaciones matrimoniales con Felipe en las que Rocasolano asesoró a Letizia. Entre sus consejos: que sacara más provecho que Lady Di.
Aunque el tema parecía olvidado, lo cierto es que vuelve una y otra vez a la vida de la Reina "porque luego le procesaron en un tema de un juicio de corrupción y volvió a salir todo el asunto. Acaban de publicar otro libro sobre ella y vuelve a salir el tema del primero. Un horror que le persigue siempre. Y eso que el tipo está desaparecido desde hace meses: nadie sabe nada de él. Sospechan que se ha ido a vivir a Argentina o Chile", continúa la amiga de la Reina.
6 (+1). Los disgustos de ella a su marido
Pero si la reina ha vivido estos seis grandes disgustos, lo cierto es que ella también se los ha dado a su marido en estos años. Felipe VI es la mejor barrera de control de Letizia, el que mejor maneja la naturalidad de su esposa, aunque ha habido ocasiones en las que no ha sido posible pararla. Hay muchos momentos en los que el rey ha tenido que pedirle a su mujer que deje el teléfono en un acto público o que hablara con la gente porque se había encontrado con un amigo en un acto y no quería hablar con nadie más.
Pero sin duda, el mayo disgusto que Letizia le ha dado a Felipe fue la crisis de las Reinas "porque ella podría haber dejado que la abuela se hiciera las fotos con las niñas y todo se hubiera terminado. Nunca habíamos visto al Rey así de triste". "Aunque también se debió a que muchos medios de comunicación empezaron a comentar la actuación de la Princesa de Asturias, aquel mal gesto que tuvo con su abuela de quitarle la mano. Y eso le dolió mucho a él", zanja una fuente cercana a Zarzuela.