Fabiola Herrero (58) y Carmen Rocío Lara (33), madre e hija, se han despertado este sábado con la casa hasta arriba de agua. "Hola, lo siento, no podemos atenderte, estamos achicando agua desde hace horas; ha explotado la tubería del baño, no sabemos qué ha pasado", contesta Fabiola, con cierta angustia, a este periódico . El ruido del chapoteo se escucha incluso desde el teléfono por el que nos comunicamos con ellas.
Dos horas más tarde, estas dos andaluzas parecen haber atajado este problema que, aunque parezca grave, para ellas no ha sido nada si lo comparan con lo que están viviendo desde hace años.
Todo comenzó en 2010, cuando falleció el padre de familia. Quien desde hacía 50 años, a golpe de sacrificio (y prestamos bancarios), había sacado adelante una tienda de comestibles en un barrio de Coria del Río (Sevilla) que con los años se convirtió en uno de los más marginales de la región.
Ese pequeño establecimiento, una vivienda y dos terrenos fue todo el legado él le dejo a su mujer, Fabiola, y a su única hija, Carmen Roció. Una herencia envenenada por la que ahora, tras el paso de 10 años, multas, intereses y el impuesto de sucesiones que nunca pudieron pagar, deben un total de medio millón de euros a la Junta de Andalucía.
"¿De dónde lo sacamos?"
Al igual que en los cientos de casos de afectados por este impuesto confiscatorio, Hacienda sobrevaloró las cuatro propiedades que heredaron estas dos andaluzas y nunca pudieron hacer frente ni al impuesto inicial, ni, por supuesto, al que se ha generado con el paso de los años. Si renunciaban a la herencia, renunciaban también a su techo y al único futuro que tenían: la tienda de comestibles. Un negocio de varias generaciones en la familia.
Rocío y Carmen trabajan allí prácticamente toda la semana, incluidos los domingos. Todo para hacer frente no al impuesto, claro, eso es imposible, sino a los gastos de la casa y de la tienda que, por el momento, el fisco no les ha embargo a causa de los continuos recursos que su abogada, Carmen Julia, ha interpuesto contra el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
"Mi padre fallece y al poco tiempo empezaron a llegar cartas y cartas de Hacienda, no nos dio tiempo a reaccionar, lo último que nos ha dicho la abogada es que son 500.000 euros", cuenta Carmen Rocío, conteniendo el aliento, a EL ESPAÑOL. "¿Cómo es posible que por lo que nos dejó mi padre, una tienda y una casa pequeña y dos solares, tengamos que pagar medios millón? ¿De dónde lo sacamos?
Para que se hagan una idea de cómo es el barrio en el que esta familia heredaron sus bienes. El domicilio en el que todavía hoy viven (tampoco pueden irse a otro lugar) está justo al lado de una casa incendiada, de otra abandonada y en frente tienen varias chabolas. Podría decirse que el nivel adquisitivo de la zona es más bien inexistente. Y es más, el barrio está controlado por varios clanes que marcan las normas de convivencia.
"Una cosa es que tengamos que pagar 2.000 euros, podríamos pedir un préstamo o que se queden con los dos solares; si nosotras queremos pagar, pero hacer frente al impuesto que nos pide Hacienda es directamente imposible", relata Carmen Lara.
Sin embargos
La suerte, en cambio, con la que ha contado esta familia andaluza es que la Junta de Andalucía no les ha embargado ninguna propiedad, ni tampoco las han subastado. En otro casos, el fisco embarga todos los bienes y deja a los afectados sin ninguna posibilidad. No obstante, ellas saben que algún día será el día. "Unos días lo llevamos bien, otros lo llevamos mal, no sabes el día que pueden venir y decirte que te tienes que ir de su propia casa, es un sinvivir", se lamentan estas dos afectadas.
Para mas inri, desde hace unos meses también tiene a su cargo a su tío en casa, a raíz de una enfermedad. "Desde que tengo 19 años y enfermó mi padre, estamos luchado y seguiremos intentándolo. Lo que tienen que saber es que no somos ricos, nos piden dinero por algo que ya estaba pagado en vida", concluye Carmen.
Frente a semejante drama, Juan Carlos Valverde, presidente de STOP IMPUESTO SUCESIONES, quienes dieron con su caso hace algunos meses, admite que han tenido "suerte" porque todo "está recurrido judicialmente" y no les han embargado. "No liquidaron el impuesto, les dejo la casa y ahora viven en una isla en medio de ese lugar marginal", explica.
Su caso, al igual que el de decenas de afectados, fueron llevados hasta la Junta de Andalucía, donde les prometieron ayuda. A día de hoy, no han revisado su expediente ni el de ningún otro, todos tienen la misma deuda millonaria. El Ejecutivo Regional aprobó hace unos años la bonificación del 99% del impuesto, en el primer y segundo grado de parentesco, pero no con efecto retroactivo. Así que para los más damnificados todo sigue igual. "Es como darle una vacuna a unos pocos y al resto dejarles morir en la UCI lentamente", critica Valderde.
Subida del impuesto en Cataluña
Lejos de eliminarlo o rebajarlo, el Gobierno de Quim Torra aprobó la subida de este impuesto en Cataluña con el apoyo de Podemos. La actual modificación de este impuesto en Cataluña significa, a grandes rasgos, que se reducen las bonificaciones para los hijos mayores de 21 años y para los ascendientes (personas del grupo II). Lo que provoca una importante subida del impuesto.
Por ejemplo, para el caso de una herencia cuyos bienes asciendan a unos 300.000 euros, se puede llegar a pagar 10.350 euros frente a los 1.610 euros que se pagaban hasta la fecha.
Las bonificaciones del 99% que introdujo el Gobierno de Artur Mas han sido parcialmente eliminadas y esto afecta también a las sucesiones de pequeñas y medianas empresas, que no pueden compatibilizar la bonificación del 95% por empresa familiar con la bonificación por patrimonio afecto a la actividad empresarial.