Diez vigilantes controlaban la polémica fiesta de la discoteca vip en la playa de Marbella

Diez vigilantes controlaron la polémica fiesta de la discoteca vip Playa Padre, en Marbella, el pasado domingo por la noche. Estos trabajadores fueron contratados por el establecimiento para vigilar que el local cumplía con las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía en relación a la apertura de discotecas en la región. 

EL ESPAÑOL informó el lunes, a través de un vídeo del evento al que tuvo acceso, que Playa Padre no cumplía con algunas de dichas normas para la celebración de la fiesta. En las imágenes, podía advertirse a los asistentes próximos entre sí y sin portar la mascarilla. 

En relación a la denuncia de este periódico, el copropietario del local, Albert Beniflah, ha admitido a este diario que el evento "se les fue un poco de las manos", pero que en ningún caso dicho escenario se repitió durante toda la noche. Así, ha explicado que se contrataron hasta 10 seguratas que controlaban el cumplimiento de todas las normas en el interior del local. 

"Durante la fiesta vino la Policía secreta y comprobó que todo estaba bien, vienen siempre que tenemos algún evento. Lo que pasó sólo fue un momento, lo que se ve en el vídeo es un cumpleaños. En ese instante se juntó gente que había fuera, personas que iban al baño... Restablecimos el orden enseguida, la discoteca siempre ha cumplido con todas las normas para hacer frente al coronavirus", ha asegurado Beniflah. 

Este local exclusivo, situado en la costa marbellí, es frecuentado por la jet set tanto nacional como internacional. Es famoso por su restaurante y los eventos nocturnos que celebra durante los meses de verano.