La ambición de Dina: la niña pobre de Marruecos que ha hecho carrera protegida por Iglesias
La exasesora del vicepresidente se crió en Tánger en una familia humilde, con un padre taxista y una madre "conservadora" que viste con hiyab.
12 julio, 2020 03:16Noticias relacionadas
“Ambiciosa e inteligente”. Son los rasgos que se escuchan en boca de cada una de las personas con las que EL ESPAÑOL habla a ambos lados del Estrecho para desvelar el antes y el después del encuentro de Dina Bousselham (30 años) y Pablo Iglesias (41 años). Este periódico ha indagado los orígenes humildes de la protagonista de un vodevil político-judicial-periodístico. Todos hablan de ella, pero pocos conocen quién es en realidad Dina Busselham.
Hija de taxista, futbolista aficionada con dotes para algo más, interesada, medradora, leal al líder que la encumbra... y despegada de Marruecos, donde sólo le quedan lazos de familia. ¿Relacionada con la familia real alauita? Al contrario, activista por la independencia del Sáhara. ¿Traicionera? Eso es lo que se dice de quien es "súperleal" a otro. Fuerte, firme, inteligente y, por ahora, callada. Por ahora.
Ríos de tinta discurren por los medios de comunicación españoles sobre la vida de esta política de origen marroquí, miembro de Unidas Podemos y directora de la publicación de propaganda podemita La última hora! (LUH!), por su relación profesional y personal con Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, ministro de Derechos Sociales y secretario general de Unidas Podemos.
Actualmente, ambos comparecen ante la Justicia en la pieza Dina, que ya tiene todos los tintes de una novela negra. La joven marroquí denuncia el robo de su móvil en 2015. Una copia de su tarjeta de memoria con información comprometida llega al poder del excomisario Villarejo y a las oficinas del Grupo Zeta, cuyos responsables se la entregan a Iglesias. El jefe político de la dueña legítima de la información tarda meses en entregársela. Y en algún momento de ese periplo, el dispositivo queda dañado.
Por el momento, la protagonista se mantiene en silencio porque hay una causa judicial abierta, pero espera que se resuelva y se sepa quién le robó realmente el móvil. “Será entonces cuando saldrá a decir quiénes son los mentirosos y que se han inventado todo. Ella cree que la están utilizando para atacar a Pablo Iglesias. Y aunque esto obedezca a temas políticos, le parece muy feo”, explican a EL ESPAÑOL desde su círculo más íntimo.
“Muy ambiciosa”
Bousselham, la protagonista, no lee lo que dicen de ella. Considera que la prensa sólo la cita con “mentiras y barbaridades”.
Y quizás en lo tocante a su vida pasada en el país que la vio nacer tenga razón. Porque en contra de lo que se ha publicado en España, la familia de Dina Bousselham no tiene ninguna relación ni parentesco con la familia real marroquí ni ha pertenecido a ninguna formación política en Marruecos.
Todo lo contrario. Sus orígenes son tan humildes que nació en el centro de la medina de Tánger, la parte antigua de la ciudad, “en una casa pequeña y oscura”, según describe una compañera suya del colegio español Severo Ochoa. La familia hoy ya no conserva esa propiedad por problemas económicos.
“Sus padres son bastante tradicionales. Los conocí después de mucho tiempo de relación con ella. Ahí descubrí que su padre es ciego y que es muy mayor. Su madre lleva hiyab, es una señora conservadora. No tienen una posición social destacada en Tánger”, explica una amiga que la acompañó durante varias etapas en su vida.
Cuando Dina tenía nueve años, la familia se trasladó a vivir cerca del instituto, en la parte nueva de Tánger, a una vivienda que su familia pagó con una hipoteca, con los ahorros familiares y lo que tenían de cuando su progenitor vivió en España, antes de que nacieran sus hijas.
Para Dina, su padre, ya jubilado y que regentaba un taxi, es “un ser maravilloso” que logró que ella y su hermana estudiaran en el colegio español de Tánger y, después, enviarlas con mucho sacrificio a universidades en España.
“A sus padres les ha costado mucho sacrificio, trabajo y dinero, con préstamos de bancos, que Dina y su hermana pudieran estudiar en Madrid y Granada. Era una chica muy ambiciosa desde que éramos niñas”, explica una amiga cercana en su ciudad natal.
Dina considera a su padre un ejemplo de lucha. Quiso seguir sus pasos porque también él estudió en la Escuela de Turismo española y estuvo muchos años trabajando en Palma de Mallorca, hasta que sufrió un accidente en Tánger que le impidió volver a España al quedarse invidente. Y así conoció Dina a papá, porque ella nació un año después del accidente, en 1990.
El Sáhara
Con 17 años, Bousselham llegó a Madrid para estudiar en la Universidad Complutense, que en parte se costeó impartiendo clases particulares a alumnos de Bachillerato y colaborando en medios de comunicación.
Jugaba muy bien al fútbol, pero no era más que una afición. La razón por la que se instaló en España fue para estudiar Ciencias Políticas. De hecho, dejó varias veces este deporte por motivos de estudio y de trabajo.
En este tiempo perdió su relación con Marruecos, que visita sólo en ciertas ocasiones, en parte por varios episodios de desprecio que padeció en el aeropuerto al entrar y salir del país, al ser integrante de Unidas Podemos, partido que no gusta por su posición a favor de la autodeterminación del Sáhara Occidental.
“Antes era todo lo contrario de ahora. Es una persona que va a favor de su interés. Si a ella le interesa decir algo es porque hay algún beneficio económico, algún tema de poder o lo que sea”, explica una amiga con la que perdió la relación.
Ella misma confiesa que no se siente a gusto en Marruecos y ha tachado públicamente a su país en varias ocasiones como una “dictadura”. Su padre recibió incluso una llamada para pedirle que Dina dejara de meterse en las cuestiones de la integridad territorial de Marruecos.
A pesar de las advertencias, ha seguido dando la cara por el pueblo saharaui y ha mantenido reuniones en Madrid con colectivos que apoyan la causa. Incluso, ha llevado su lucha al Parlamento Europeo.
Esta postura le ha separado de algunas amistades al otro lado del Estrecho. Su lazo de unión al país magrebí se reduce a sus padres y sus abuelos maternos, que todavía viven. Compañeros y personas que la conocen de su etapa tangerina la tildan de “muy buena chica, alegre, trabajadora e inteligente”.
“Nosotras fuimos muy amigas durante unos años, pero ahora no sé nada de ella”, explica Insaf, una compañera del Bachillerato. El recuerdo que tiene de Dina es su “interés desproporcionado por la política” y que “adoraba el fútbol, jugaba genial; estudiaba y escribía muy bien, y era imposible que no te sacara algún tema político en cualquier conversación. Tú estabas hablando de zapatos, y ella te acababa metiendo algo de política”.
¿Iglesias paternalista?
En el círculo más íntimo de Pablo Iglesias explican que la "construcción mediática" alrededor de Dina y Pablo forma parte de un plan para desprestigiar al líder. Aunque admiten que Dina fue alumna del vicepresidente y que si ha sido “paternalista y ha tenido actitudes machistas, será como mucha otra gente".
Pero no todos los compañeros de formación tienen una percepción positiva de la exasesora de Iglesias. Este periódico entrevistó a una persona cercana al partido que mantiene que “ella sabe lo que hay en la tarjeta, y bueno no es”. Considera que además de fotos, “otras cosas habrá en la tarjeta". De hecho se pregunta por qué había guardado en la memoria "un pantallazo" del comentario sexista de Iglesias sobre la periodista Mariló Montero. "Algo feo pasaría, eso no lo ha podido desmentir”.
Pero en la formación morada hay quien piensa que fue la propia Dina la que filtró parte de esa información. Y no entienden por qué Iglesias no perdió la confianza en ella. Todo lo contrario: de la noche a la mañana, pasó de ser asesora de servicios sociales en la localidad madrileña de Coslada, donde tenía un sueldo cercano a los 4.000 euros mensuales, a abandonarlo todo... pero Podemos le guardaba un puesto más llamativo.
“Dejó la política, pero sigue ligada al partido, porque ahora tiene mucha más proyección. Sale de un gobierno local, de un pueblo de Madrid, a dirigir este blog digital, porque esto no se puede considerar un medio”, explica esta fuente en referencia a LUH!.
Para esta persona, Dina está protegiendo a Pablo Iglesias en el proceso judicial. “¿Qué va a decir de él? Si la ha bendecido y le ha puesto [en la dirección de] un medio sin ser periodista. Esta chica no suelta una cuerda sin agarrar otra. ¿Cómo no va a defender a Pablo Iglesias? Es evidente, iría en contra de ella no defenderle. Algo turbio tiene que haber”, sentencia esta fuente.
Esta designación para dirigir un medio digital se ve entre los militantes como “una patada para arriba” y consideran que Dina “no es de fiar porque cambió su declaración sobre la tarjeta", continúa, "y quedó probado que capturó una conversación que perjudicó a Pablo, aunque ella no lo haya mandado a los medios”, afirma la misma fuente.
"Proyecto de Podemos”
La plataforma mediática no fue creada específicamente para dársela a Dina, sino que era parte de la estrategia de comunicación de Unidas Podemos, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Las tertulias políticas de televisión, hoy en día, presentan cuotas de los partidos, pero “a Dina no la han podido colocar por el tema del móvil”, explica la misma fuente.
El director de Estrategia y Comunicación de la Vicepresidencia segunda del Gobierno de España y secretario de Comunicación de Unidas Podemos, Juan Manuel del Olmo, “es de la vieja guardia, y tiene La última hora! como un órgano de propaganda digital en el que han invertido dinero. Han contratado a algún periodista y hay firmas que tenían cierto prestigio", explica este confidente. "Una estrategia comunicativa para la que ponen al frente a Dina, que es súperleal al pablismo", añade.
Miembros de la formación consideran que “Podemos ha vivido batallas muy encarnizadas y", añaden, "como en todo, aflora la mediocridad y ella crece políticamente y sube en ese caldo de cultivo”.
El digital de Dina tiene una media de 200.000 visitas diarias. Por lo que ha sabido EL ESPAÑOL, ella “está contenta, porque no esperaba esta acogida”. Desde su línea fundacional insisten: “No dependemos de ningún poder económico ni político”. Y presumen “de ser de los pocos medios de España que no reciben ningún tipo de ingreso de publicidad”.
Alcalde de Granada
Precisamente, otro mito extendido en la biografía de Dina es su relación con el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado por Fouad Al El Himma, amigo inseparable del rey Mohamed VI y consejero en el Palacio alauita.
Nabila Benomar, parlamentaria marroquí retirada del PAM, niega a EL ESPAÑOL cualquier relación de la podemita con la formación o con el círculo de poder en Marruecos. “Se interesaba, y asistía a algunas actividades, sobre todo en lo que se refiere a relaciones bilaterales entre Marruecos y España. Lógico, porque era un partido nuevo, pero no asistió a eventos políticos”.
Lo cierto es que Dina participó en las actividades de una asociación que agrupaba a muchos integrantes del PAM durante cuatro meses en París. Una amiga de entonces, menciona que “como vio que no iba a llegar lejos, lo dejó".
Benomar la conoció en su etapa de estudiante universitaria. “Era una chica muy inteligente, normal y corriente, muy formal. Hacía muchas actividades culturales paralelas. No ha sido pretenciosa, pero ambiciosa sí, y es legítimo”.
Al poner al día a Benomar sobre el proceso judicial y el caso Dina, explica que “es una chica sobresaliente y está pagando el precio de su éxito. La admiro mucho porque ha hecho grandes esfuerzos”. Y termina la entrevista enviándole recuerdos a través de EL ESPAÑOL.
¿Periodista?
Su faceta de periodista también se fraguó en su época de estudiante, como portavoz de la revista Al-Qáfila, que utilizó al mismo tiempo como una plataforma de lanzamiento político.
Esta publicación se fundó en Granada en 2011, en plena Primavera Árabe, por estudiantes de Traducción e Interpretación y Filología Árabe para tratar temas relacionados con el mundo árabe. Además organizaban eventos con políticos, periodistas, embajadores y otras personas de la escena social en los dos lados del Estrecho.
Al margen de Pablo Iglesias, entre sus relaciones de amistad en la esfera política estaba el actual alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), en aquel entonces integrante del PSOE. Dicen de él que “se acostó socialdemócrata y se levantó liberal”.
Sobre una supuesta relación sentimental con Pablo Iglesias ni hay fotos ni testimonios en firme. Esa amiga íntima dice desde Marruecos: “No lo sé. Sospecho que sí pero ella nunca me dijo nada. Imagino que no le interesa que se sepa".
Unidas Podemos se ha convertido en el partido de Pablo Iglesias, y él es la cara de una formación que ha perdido músculo en la calle pero que tiene una marca electoral. Dina ha sido su asistente desde los inicios, por lo que en el partido consideran que ella “ha llegado donde ha llegado por Pablo”.