Dijeron que era un alarmista, que se dedicaba a propagar bulos sin ningún tipo de base científica. Y aunque lo que dijo fue por propia intuición, ha acabado acertando. El pasado mes de enero, el famoso cirujano Pedro Cavadas dijo públicamente que estaba seguro de que China había estado ocultando las cifras reales de infectados por la Covid-19 y se desató la polémica. Ahora un estudio de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, le ha venido a dar la razón.
"Es un virus que se contagia fácilmente, que es muy agresivo", explicaba el doctor Cavadas el pasado 30 de enero. "Y cuando en China, que no es el país más transparente del mundo (...) cuando aparentan transparencia desde el minuto uno, a mí me da que pensar, a mí me preocupa. Reconocen un número de muertos y de contagiados que... no hace falta ser muy listo que debe ser como 10 o 100 veces más", añadía.
Por aquel entonces la situación era bien distinta a la que es ahora. El 30 de enero aún no se había registrado ningún contagio oficial en España -el primero se conocería el 31 del mismo mes- y las autoridades pensaban que el país se enfrentaría a una cuestión puntual, casi sin importancia. Por eso muchos cargaron contra él. Pero ahora resulta que tenía razón.
"Cuando se construye un hospital con 800 retroexcavadoras de 100 toneladas y se construye un megahospital, es que no va en broma", seguía Cavadas frente a las cámaras del programa Espejo Público. "Además, esas imágenes que se muestran... en vez de un hospital están haciendo ocho. Tienen que tener un buen motivo", añadía.
Tenía razón
El estudio de la Universidad de Texas, publicado en la revista especializada 'EClinicalMedicine', ha sido el que le ha venido a dar la razón. Ha confirmado, según ha adelantado el diario ABC, que cuando las autoridades asiáticas comunicaban alrededor de 400 casos de coronavirus en realidad podría haber habido más de 12.000 infectados, sintomáticos pero no detectados.
El procedimiento por el que han optado los investigadores norteamericanos para confirmar su tesis ha sido el de reexaminar las pruebas a las que se habían sometido pacientes en la provincia china de Wuhan y que tenían enfermedades similares a la gripe común.
Las críticas contra el doctor Cavadas tuvieron lugar prácticamente al mismo tiempo que sufrió un duro golpe profesional. A finales de enero había logrado extirpar, con éxito, un tumor que tenía un niño y que era más grande que su cabeza. A pesar de que la operación salió bien, el menor falleció en el vuelo de vuelta a su ciudad natal.