Un detalle pasó desapercibido durante el homenaje celebrado el lunes por la mañana en la Rambla de Barcelona en memoria de las víctimas del atentado del 17 de agosto de 2017: Javier Martínez, que perdió a su hijo Xavi (3 años) por el atropello de la furgoneta, se metió en la comitiva de los políticos y se acercó a dos de ellos, Salvador Illa y Meritxell Batet.
Cuando los tuvo delante, les entregó una insignia con unas alas de ángel. Es el símbolo de su lucha. Lleva tres años pidiendo una comisión de investigación para esclarecer el atentado islamista más grave que ha sucedido nunca en Cataluña. No cesa en su empeño e incluso ha puesto en marcha una web llamada 17Avolemsaberlaveritat.cat ('Queremos saber la verdad') para que conseguir que dicha investigación salga adelante.
Tras la entrega del presente, se dirigió directamente a ellos y volvió a recriminarles que se opongan a la comisión de investigación del 17-A. A Batet incluso le pidió "22 segundos de palabra en el Congreso, que es lo que voy a tardar en salir al estrado y reivindicar lo que pido: que se investigue", le explica Javier a EL ESPAÑOL. Ni Illa, ni Batet supieron contestarle. Y Javier sigue teniendo la misma sensación: "Aquí solamente vienen el día 17 a hacerse la foto".
"Queremos saber la verdad"
Han pasado ya 3 años, pero Javier sigue mostrando la misma emoción que el primer día. Se sienta con EL ESPAÑOL en una cafetería próxima a la plaza Cataluña. Le acompañan familiares, amigos y varios de los policías que intentaron salvar la vida del pequeño Xavi aquella trágica tarde. Cada uno de ellos luce las alas y una camiseta con el lema: "Queremos saber la verdad" sobre una foto del pequeño Xavi. "Por desgracia nos conocemos", dice David Torrents, un Mosso d'Esquadra que intervino la tarde de autos y que desde entonces ha acompañado a Javier en su lucha.
También está Eva, la agente de la Guardia Urbana que le hizo el boca a boca al niño. Rechaza cualquier tipo de protagonismo: "No fui yo sola. Mis compañeros Leo, Dani y Miquel realizaron un trabajo fundamental; actuamos juntos y cada uno tuvo un papel muy importante a la hora de tratar de salvar al niño. Llevarlo a un lugar seguro, bajo los arcos del Liceo, rasgar el body de Xavi, hacerle el RCP, ir a buscar el DEA a una farmacia, conducir nuestra furgo, raudos, hasta el hospital Pere Camps... Fue un trabajo en equipo", recuerda. No buscan ningún tipo de gloria. Por eso tampoco quieren posar para la foto. El único que lo hace es Javier, el iniciador de esta lucha.
"No nos interesa la foto. Eso es para esos políticos que vienen cada 17 de agosto al homenaje, a quedar bien, pero luego rechazan que haya una investigación. Ni siquiera se hace el acto a las 16:53, que es cuando sucedió. Un acto por la mañana, tiran una foto... y luego se desentienden", protesta Javi ante el silencio del resto de compañeros, que asienten en torno a una mesa.
Instrumento político
Javier apunta una cuestión en la que parecen estar todos de acuerdo: "Se ha instrumentalizado el caso de una forma lamentable. Se ha politizado. Te pongo un ejemplo: se ha aceptado la acusación particular de VOX, que era un partido que ni estaba cuando se cometió el atentado. La justicia rechaza pruebas de gente que ha investigado a fondo, pero permiten esa acusación particular. Y míralos", interrumpe la frase para mostrar en el móvil un tuit del partido de Abascal en el que sale una foto de Aylan Kurdi, el niño sirio cuyo cadáver apareció en las costas turcas después de un viaje en patera, y al lado la foto de un niño muerto en mitad de la Rambla: "No es mi hijo, Si fuese Xavi, ahora mismo estaba yo poniendo una denuncia. Pero como es una familia australiana, yo no puedo hacer nada. Pero te da la medida de lo que busca VOX con este tema: politizarlo y no son los únicos".
"Esto no es una cuestión de izquierdas ni derechas. No es una cuestión de independentismo o no. No va de si has votado a uno u otro. Esto va de saber la verdad. ¿Ves lo que pone en la camiseta? Es lo único que queremos, la verdad. Y para saber la verdad, lo mínimo que hay que hacer es investigar. Que se tomen en cuenta las pruebas. Que los políticos no se opongan a ello. Y si se oponen, que no vengan luego aquí al homenaje a salir en la foto, porque es mucho más ofensivo todavía. Si de verdad se preocupan por lo que pasó, que se dejen de fotos. O que salgan, pero que actúen", resume un dolido Javier.
David, agente de los Mossos, ha abordado habitualmente asuntos de terrorismo islamista. Apunta que fueron muchas cosas las que parecieron haber fallado, y ve en la investigación la única vía para salir de dudas. Además, señala un agravio comparativo respecto a cómo han gestionado otros gobiernos los atentados que se han dado dentro de su territorio: "Reino Unido ordenó comisión de investigación por los atentados de Londres. Alemania lo mismo con los de Berlín. Manuel Valls, cuando era primer ministro de Francia, aceptó la investigación por el atentado de la Charlie Hebdo. ¡Incluso España lo hizo cuando los atentados del 11-M!", recuerda.
Errores en la investigación
Del mismo modo, apuntan las posibles negligencias o errores de los servicios de espionaje a la hora de abordar el caso, que es algo que todavía remueve a Javier: "El primer impacto lo sufrí en una conversación personal en el despacho del juez que instruía el caso del asesinato de mi hijo, en Madrid. Acompañado por David Torrents, en este duro camino su señoría me dijo textualmente: “Le pido perdón señor Martínez por no darle información del Imán a los Mossos d’Esquadra”. Una frase muy dura para mí", explica Javier.
A partir de ahí, los interrogantes no dejaron de surgir: "¿Por qué la policía nacional visitó el Iman de Ripoll en Ripoll hasta tres veces antes de los atentados? ¿Por qué no fue extraditado después de su condena en la prisión de Castellón? ¿Por qué España niega una comisión de investigación, cuando en todos los países de UE se ha llevado a cabo? ¿Qué se habló en la comisión de secretos oficiales de estado en Madrid, que las víctimas no podamos saber? ¿Para qué ha servido la muerte de mi hijo y de 15 personas inocentes más? ¿Qué ha mejorado desde entonces? Ni la atención a las víctimas ha mejorado ni quieren investigar lo que sucedió aquel día tras nuevos interrogantes justificados reiteradamente", resume.
Por este motivo, Javier está incompleto. "Siempre lo voy a estar, porque a mi hijo no me lo va a devolver nadie. Pero tengo dos hijas más y quiero estar seguro de que no va a suceder. Ni a ellas ni a nadie. Si en el fondo lo que estamos pidiendo es saber la verdad para que no se vuelva a repetir. ¿Por qué rechazan investigar?", ahonda.
Además, creen que las cosas no han cambiado: "En cualquier país, para ser imán, necesitas presentar el certificado de penales, pero en España, no. Por eso se permitió que Abdelbaki Es-Satty fuese imán de Ripoll. Aquí se permite que se divulgue el mensaje salafista. Y nada ha cambiado, se sigue permitiendo que alguien sea imán sin pedir el certificado de penales", abunda David.
Por lo demás, tristeza general. Todo el año es duro cuando se ha perdido a un hijo tan pequeño y de forma tan traumática. Pero el mes de agosto es especialmente complicado. Javi habla tras una mascarilla en la que también ha cosido unas alas de ángel que simbolizan a Xavi. "Que no nos digan que lo estamos instrumentalizando políticamente porque nosotros lo que buscamos es la verdad. ¿Qué política? ¿De qué partido era mi hijo? Los únicos que están instrumentalizando esta tragedia son algunos políticos, que vienen a por la foto y siguen rechazando investigar. Pero a mí me da igual porque pienso seguir adelante con todas las consecuencias".