Javi, el denunciante valiente de la socorrista con Covid, abandona San Sebastián entre amenazas
"Subí él vídeo para concienciar a la gente. Soy fisioterapeuta, soy sanitario y sé bien lo que es esto", explica el también surfista tras dejar la ciudad.
10 septiembre, 2020 02:40Noticias relacionadas
Aún no era mediodía cuando Javi llevaba un buen rato metido en el agua, nadando y cogiendo olas. Este madrileño, un habitual en las playas de San Sebastián, había madrugado este lunes para hacer surf. Y allí estaba, a remojo en la playa de la Zurriola, cuando vio cómo un socorrista, primero, y la Ertzaintza, después, trataba de parar a una surfista. ¿Por qué? Porque estaba contagiada.
Lo que ni él ni las autoridades vieron venir es que la chica se resistiría. Que se negaría a salir del agua. Que se revolvería. Y que, pese a estar de baja por haber dado positivo en Covid-19, desobedecería tanto que tendría que irse esposada.
Pero ahora el que ha quedado señalado, en un giro de los acontecimientos, es él. Tras gritos, insultos y amenazas -“Vete a Madrid, no queremos chivatos, ya tienes tus minutos de gloria”, relata él mismo en conversación con este periódico tras haber denunciado en redes el comportamiento de la surfista, socorrista de profesión- ha tenido que dejar la ciudad vasca y volver a la capital de España.
El caso es el epítome de la realidad que vive nuestro país con la pandemia generada por el coronavirus. Una mujer -A.L., 25 años, vasca de origen mexicano, madre de un niño de 5, habitual de las playas del norte porque es una enamorada del surf, según ha podido conocer este diario de fuentes cercanas a la investigación- se salta el confinamiento al que está obligada a someterse tras ser positivo en Covid. No sólo decide abandonar su casa, sino que, además, lleva a su hijo al colegio por la mañana. Y, después, a la playa para practicar su deporte favorito.
Huelga decir que dentro del agua no llevaba mascarilla. Y que iba esparciendo el virus allá donde se dirigía.
La tormenta perfecta del vídeo
Javi fue testigo de todo de pura casualidad. Este lunes aprovechó para ir a practicar su deporte favorito en esta playa de San Sebastián cuando vio que se acercaba “un socorrista a la chica que estaba a mi lado, en el agua, casi al final del todo, porque había olas grandes. Se acercó el socorrista en una tabla”.
La chica hizo caso omiso. Rehuyó la presencia del socorrista, que era su compañero y la conocía, puesto que ella trabaja como parte del equipo de salvamento en la playa de la Concha y la empresa concesionaria es la misma. Ahí fue cuando lo escuchó. “Le decía ‘Que te vayas para fuera, que has dado positivo’. Así que yo me salí para la arena. Minutos después apareció la Ertzaintza”
Con la presencia de la policía autonómica, con algunos agentes incluso ataviados con sendos EPI para no contagiarse, la joven se avino a salir del agua. Le dio la tabla de surf a su pareja, que estaba también en la orilla. Y Javi decidió grabar la escena para subirla a sus redes sociales.
“Comparto toda la escena vivida en redes sociales. Es verdad que la llamo sinvergüenza e irresponsable, pero es que yo estaba en el agua a su lado. Y ya ahí me empiezan a insultar”, comenta. “Yo no fui quien llamó a la Ertzaintza, sino el responsable de socorrismo de la playa”, especifica.
Es en ese momento, con la viralidad del vídeo, con lo increíble de la escena vivida, cuando, según él, “se desata una tormenta perfecta: toda la gente indignada con la gente irresponsable comienza a compartir, y un porcentaje elevadísimo de gente carga contra mí por alimentar lo que ellos llaman ‘la mentira del coronavirus’, que ‘nos coarten la libertad’, que las PCR son mentira… Que lo que vivimos es una ‘plandemia’”.
Poca vergüenza y poca responsabilidad de esta mujer, surfeando siendo positivo en covid. @gorka581 pic.twitter.com/2vdLRdS7vK
— Mr. Møyes 🔻 (@MrMoyesRS) September 7, 2020
Insultos y más insultos
“Se desata un tsunami contra mí por recoger un video de una detención de persona con coronavirus”, suspira. Pero el torbellino acababa de comenzar. Horas más tarde, la pareja de la detenida, le escribe para amenazarle vía Instagram. Al rato, también le escribe ella. Él se retracta al rato. Ella no. Continúa.
Hola hijo de puta, soy la chica a la que has grabado. Pronto tendremos una conversación porque te encontraré, sinvergüenza, puto feo, te vas a enterar.
La historia pudo haberse quedado ahí, si no fuera porque el acoso a Javi continuó. Ya no sólo de la socorrista, también de viandantes por la calle y otros usuarios de la playa que le reconocían o le interrumpían cuando hacía alguna intervención televisiva. “Policía de balcón” o “Nazi” son algunos de los calificativos que le dedican.
Al día siguiente, la socorrista vuelve a escribirle.
Comemierda, buscas fama, buscas dinero a mi costa. No te preocupes que yo también te voy a denunciar por vulnerar mi honor y grabarme sin consentimiento.
Así que decide tomar cartas en el asunto: acudir a las autoridades, denunciar las amenazas… y abandonar su casa en San Sebastián para quedarse más tranquilo.
¿Que por qué lo hizo, qué le llevó a grabarlo todo y subirlo? La conciencia. La responsabilidad ciudadana. “Yo lo subí con el ánimo de concienciar a la gente. Soy fisioterapeuta de formación, soy sanitario y quiero concienciar. Tengo una persona cerca que ha estado en UCI 21 días por la Covid-19. Ahora no ejerzo pero sé bien lo que es el coronavirus”, explica.
A A.L. se le imputan varios delitos: uno de desobediencia, otro de resistencia a la autoridad y un delito contra la salud pública por el incidente en la playa. Más la denuncia por amenazas. Sin embargo, Javi no le guarda rencor: “Yo no busco nada, ni joderle la vida. Sólo que la gente sea responsable con esto”. Él, de momento, tardará en volver a San Sebastián a por más olas.