Pedro Cavadas Rodríguez, más conocido como el doctor Cavadas, alertó en enero del secretismo del Gobierno chino a la hora de hablar del coronavirus y de los peligros que entrañaba a corto-medio plazo la pandemia. Sin embargo, nadie le hizo caso. De hecho, se le tachó de alarmista. Tiempo después, en una entrevista, ha sacado pecho, incrédulo. “No me creo que no vieran nada de algo que era tan claro y patente (…) Todo el mundo ha ido por detrás. Pero que llegaba el fuego lo vi yo y otras decenas de miles de persona. Otra cosa es que estuvieran a por setas (a otra cosa)”, ha reconocido.
Sin evitar la polémica, el doctor Cavadas ha arremetido contra el Gobierno y Fernando Simón, destrozando toda la gestión de ambos durante la crisis del coronavirus: “No sé quién ha controlado esto, pero quien lo haya hecho, lo ha hecho muy mal”, ha aseverado al ser preguntado por la labor de Simón. “El resultado no sólo ha sido malo una vez, sino dos veces. Si el resultado es malo, quien estaba al cargo lo ha hecho muy mal”, ha añadido. Y ha pedido que algún técnico, un buen gestor, se haga cargo de una situación como la actual.
El doctor Cavadas no ha eludido ninguna pregunta en su conversación con Pablo Motos en El Hormiguero. A la televisión ha llegado con un dedo vendado por la mordedura de una pitón que, enrollada en su cuerpo, lo tuvo en tensión el miércoles. “Tuve que morder a la serpiente para que me dejara”, explicó, con sorna, hablando del incidente. Fue el único momento anecdótico. Después, entró en materia para diseccionar sus últimas operaciones ‘milagrosas’: el asturiano al que ha permitido andar, el caso de una niña de cuatro años a la que está tratando… y también sus decepciones.
La más sonada, la del niño de 10 años de El Congo al que tuvo que extirpar un tumor craneofacial no maligno más grande que su cabeza. “Era uno de esos casos que terminas y dices: ‘Ya está’. Y felicitas a tu equipo”. El chaval, sin embargo, no sobrevivió los días posteriores a la operación. “Cuando lo dejamos en el aeropuerto estaba como Dios. Pero poco después me llamaron de la morgue de Málaga porque habían tenido que parar el vuelo”, cuenta. “Entonces piensas: ‘¿Qué ha podido pasar?’. Todavía no lo sé. Pero tienes que seguir porque tienes más operaciones”, ha explicado.
Diseccionando al Gobierno
Pero, tras hablar de sus últimos trabajos, el doctor Cavadas diseccionó la gestión del Gobierno durante la crisis del coronavirus, siendo muy crítico con todos sus componentes –aunque sin desvelar nombres–.
— ¿Cómo te quedaste cuando el Gobierno dijo que no había comité de expertos?
— Ha habido muchas situaciones que han sido risibles, que han sido esperpentos. Y sería así si no fuera de lo que va esto: de sufrimiento, de muerte y ruina económica. Las tres se llevan muy bien y se potencian unas a otras. La cuarta es que están jugando con mis impuestos. Si se pagan, yo quiero que los gestionen por el bien común. (…) Pero si llegamos a un punto en el que las mascarillas no son necesarias porque no había, pero luego…
— No quiero personalizar porque cualquiera lo hubiera hecho igual. Filias y fobias políticas no tengo muchas, pero si entiendo de buenos y malos gestores. Y si se dice una cosa, luego la contraria… Si no estuviéramos en las que estamos. En este país hay más de 40 millones de personas y hay profesionales con talento para poder gestionar una situación crítica. Lo que no es tolerable es que no sepamos la verdad. Pero no podemos decir una cosa, la contraria, luego que era mentira, luego que saldremos más fuertes… ¿Quién ha salido más fuerte?
Cavadas no cree que tras esta el ser humano vaya a salir mejor. No, todo lo contrario. “La humanidad no ha aprendido nada”, ha lamentado. Ofreciendo su visión, no demasiado optimista, de cuándo podría acabar la pesadilla del coronavirus. “Entiendo que hay que contar mentiras y, aunque no veo el motivo para contarlas, hay una profesión que consiste en eso. Pero yo veo metafísicamente imposible que haya una vacuna testada (en diciembre)”.
Ha advertido, de hecho, del peligro que puede conllevar para muchos el ponerse esa vacuna: “Habrá que definir quién se la va a comer porque va a provocar encefalitis. Eso ha pasado con todas las vacunas y luego se han tenido que hacer correcciones”, ha explicado. “Para que esté y sea segura y eficaz, antes de un par de años no me lo creo. Y para que vacunemos a 5.000-6.000 millones de personas, otro par de años”, ha aventurado. En tono de sorna, dudando si se la pondría a sus hijas de nacionalidad china, aunque tendiendo al sí.
La mascarilla y la sanidad
Sí es más optimista a la hora de hablar del fin de las mascarillas. “En un par de años va a ser opcional. Eso me gustaría pensar”. Y ha insistido en buscar un equilibrio de cara a compaginar salud y economía. “Si no nos morimos de la Covid, nos vamos a morir de hambre”, ha proseguido. Y ha exigido técnicos a los políticos: “Mientras ustedes discuten, que alguien solucione esto. Hay talento en España”.
Ha echado de menos “la falta de capitanes” para dirigir el barco y ha lamentado que España sea uno de los peores países en datos de la primera ola y de la segunda. Y ha acusado al gobierno de poner excusas: “Está muy bien decir que se ha recortado todo, que la culpa siempre es del otro bando. Pero si estamos así de mal es que algo se ha hecho muy mal. No pasa nada. Lo hizo mal y nada, vamos a traer a alguien que lo haga bien”, ha finiquitado.
Y, para terminar, tras el cuestionario, Pedro Cavadas ha recibido a Aurora en plató, una paciente a la que operó de un tumor en la mandíbula y que ha estado con él siempre, incluso en una reciente depresión que tuvo el doctor.