Toque de queda en los colegios mayores de Granada. Clases a distancia en la ciudad universitaria por antonomasia de Andalucía durante al menos 15 días. Igualmente ocurrirá en Cataluña, donde hay confinados 200 alumnos en el Colegio mayor Penyafort Montserrat y la residencia Aleu de Barcelona. El Grado de Estadística de la Universidad de Salamanca también recurre ya a este método de docencia. La USAL asegura que ha expulsado a 111 de sus alumnos cautelarmente. Brotes de Covid en tres residencias y confinamiento de Bilbao: Miguel de Unamuno, Deusto y San Mamés. 650 confinados por las fiestas de la residencia Galileo Galilei en Valencia. 22 expulsados en Córdoba. La relación entre la Covid-19 y el entorno universitario están en el punto de mira.
Desde el inicio del curso, se contabilizan contagios en la mayoría de centros educativos. Unos han tenido más suerte y no han lamentado confinamientos ni positivos en coronavirus. Otros, por su parte, lo siguen sufriendo. La universidad no iba a ser menos. A estas alturas más de 1000 alumnos han sido confinados en colegios mayores y residencias de estudiantes de toda España, hay más de 300 positivos -asintomáticos o con síntomas leves- y se suman también más de 130 expulsiones cautelares y expedientes por incumplir las normativas anticovid, según las universidades.
Tras el Puente del Pilar, el sector universitario copa todas las miradas. La mañana de este martes comenzaba con varias noticias relacionadas y el foco se giraba hacia ellos: 111 expulsados de forma cautelar en la Universidad de Salamanca; la Universidad de Granada pasará a las clases online durante 15 días; y las universidades catalanas harán lo propio.
Por la tarde, se sumaban informaciones de la Universidad de Córdoba: 22 alumnos expulsados de manera cautelar. Cuatro estudiantes estaban alojados en el Colegio Mayor Nuestra Señora de la Asunción y se les abrió el expediente sancionador por reuniones no autorizadas e incumplimiento de la normativa. Otros dos más se sumarían por no respetar las medidas sanitarias en el comedor y otros siete por un botellón sin mascarillas en el entorno de la universidad. La Residencia Lucano expulsaba a un total de 9 por la celebración de una fiesta no autorizada.
Acción, reacción y repercusión. Las universidades ya han comenzado a tomar medidas. Julia, alumna de la Universidad de Granada, lo tiene claro: "Que las clases sean a partir de ahora online para mí es una mala noticia, pero viendo lo que vi el fin de semana me parece lógico, aunque cortar las clases no cortará los focos de contagio, que están más en las relaciones sociales".
Lío en Salamanca
"Antes de utilizar la palabra expulsión, tanto la USAL, como los medios de comunicación, por favor, infórmense". Habla, enfadada, una alumna del grado de Estadística de la Universidad de Salamanca en conversación con EL ESPAÑOL. Contradice lo que exponen los órganos públicos. Asegura que no hubo ninguna fiesta como se ha dicho desde la universidad y que no hay 75 expulsados en su carrera, que no se les ha notificado nada.
La Universidad de Salamanca tiene 9 campus universitarios, 26 facultades y escuelas superiores y 13 institutos de investigación. Además, alberga a más de 30.000 alumnos. El jueves pasado informó de la expulsión de 36 de ellos de forma cautelar. Pertenecían a la residencia de San Bartolomé. El motivo: incumplir las normativas educativas y sanitarias.
No tardó en salir una segunda nota informativa. "La Universidad de Salamanca ha iniciado los trámites para expulsar de manera cautelar a 75 estudiantes por la convocatoria de una barra libre sustitutiva de las novatadas", narraba. Pertenecerían todos al grado de Estadística.
"¡Qué vergüenza!", dice al otro lado del teléfono una estudiante que prefiere no dar su nombre por miedo a represalias. No concibe que se diga que están expulsados y que la vicerrectora salga en los medios de información corroborándolo. Asegura también que esa fiesta no existió y que hasta los profesores están asombrados.
Explica su versión de los hechos. "No ocurrió nada de lo que dice la universidad. Quedamos en una barra, de 75 personas nada, la verdad es que había 35 o 40 personas reunidas en mesas de 10 como mucho, de 17 a 20 horas, porque esa misma noche había una cosa en la televisión que todo el mundo quería ver (La Isla de las Tentaciones). En mi mesa había un chico que estaba contagiado y no lo sabía porque obviamente no se sabe. Estábamos todos los amigos y al día siguiente nos dijo que dio positivo y nos fuimos todos a hacer cuarentena porque es lo más lógico", cuenta.
"A continuación avisamos a la USAL y éramos unas 10 o 12 personas las que estábamos en cuarentena y estamos confinados. Para no tener clases presenciales de 4 personas y 10 online, pues se ha pasado todo online, porque no saben quién podría estar contagiado", prosigue la estudiante en su relato.
La alumna está muy enfadada y asegura que "el correo que nos ha llegado dice que hasta que no se tengan todos los resultados de PCR no habrá clases presenciales. Ni expulsión, ni expulsión cautelar, ni nada de eso. Si te expulsan no tienes derecho a ir a clase. Eso está en los reglamentos. Y lo sabemos porque lo hemos mirado. Expulsión es que no puedes asistir a la Universidad. Nosotros no estamos expulsados, porque tenemos clase. Hoy mismo hemos tenido y nadie nos ha dicho nada, nadie nos ha reñido, porque no hemos hecho nada malo. Todos los profesores lo dicen: la gente inventa y están inventando. Nosotros pasamos del tema y los profesores también, porque es todo mentira”.
Otro compañero del grado corrobora lo que dice su compañera, aunque asegura que no estuvo. "No llegó a ser una barra -eso apuntó la universidad-. Se reservaron todas las mesas de una terraza, nada diferente al resto de bares de al lado, que estaban igual de llenos. De hecho, tengo entendido que pasó la policía por ahí y no hubo ningún problema", cuenta.
Este estudiante zanja la conversación: "Lo va a tener difícil la USAL para echar a alguien".
Desde el Consejo de Delegaciones de la Universidad de Salamanca, el presidente Juan Manuel Otero condena toda actitud que no conlleve el respeto a las normas. "No apoyamos estos actos y la universidad debe actuar con contundencia. Deben darse cuenta de que lo que han hecho está mal", expone.
Actualmente, según fuentes universitarias, se están comenzando a tramitar de forma individual los 75 expedientes. Los alumnos no tienen constancia de ello. Desde el Consejo de Delegaciones tienen constancia de que llegarán, aunque tardarán porque se están estudiando los casos.
En última instancia, Otero resalta que no se puede criminalizar a la comunidad universitaria, que se ha volcado ayudando y participando en los programas de voluntariado contra el coronavirus. "Aquí hay 30.000 estudiantes y siempre hay 4 gatos...", deja en el aire.
Granada, hasta la bandera
"Yo salí y no sentía que estuviéramos en pandemia". Las palabras son de Julia, alumna de la Universidad de Granada. El Puente del Pilar ha dejado imágenes con los bares repletos en la capital nazarí, la primera de Andalucía en superar los 500 contagios por cada 100.000 habitantes. Este martes se ha anunciado que las clases serán a partir de ahora online en una ciudad que vive en gran parte de la comunidad universitaria.
La zona de la calle Ganivet estaba repleta, hasta la bandera, el pasado sábado. En las imágenes compartidas por la policía de Granada se puede ver a la gente gritando y saltando en plena calle. Algunos, sin mascarilla.
"Hace un año en este momento estaríamos celebrando el arranque del curso escolar, a tener las primeras actividades y estaríamos haciendo llamamiento para que no hubiera novatadas. Sin embargo, este año si no tenemos precaución se convierte en un problema de salud pública". Habla el alcalde de Granada, Luis Salvador, en conversación con EL ESPAÑOL. Su ciudad alberga a 60.000 estudiantes universitarios en una población de 230.000 personas.
Él tiene una explicación para lo ocurrido y no quiere que se criminalice a la comunidad universitaria. "Es un efecto dominó. Hemos tenido un 85% de ocupación hotelera, se han juntado varios factores y de ahí las imágenes. Coincidía el cierre de todos los locales, todo el mundo salió fuera, más la gente que ya transitaba en una noche fantástica de temperatura y se produjo esta aglomeración. Se solucionó en 15 minutos con la policía", dice Salvador sobre lo ocurrido.
Hace unas semanas se denunciaron las fiestas en Colegios de Mayores en esta localidad. Granada, por el momento, suma al menos 88 positivos en las residencias universitarias, un brote de 65 y otro de 23. 176 contagiados hay en la Universidad de Granada desde el inicio del curso.
El Ayuntamiento quiere establecer medidas de concienciación para que la ciudadanía colabore. "Lo que el año pasado estaba bien, ahora lo tenemos que controlar. Ha habido quizás un poquito de euforia con el arranque del curso por pensar que todo era como siempre y creo que los jóvenes sabrán leer el resultado de esta situación y su comportamiento se ajustará a la normativa", apunta el regidor.
"Todo se puede hacer con moderación. En el momento en el que se cierran los locales de ocio, pues se abren otros escenarios. Es muy complicado controlar 33 miradores, plazas...", expone el alcade nazarí.
Salvador tiene claro que la lucha debe ir enfocada hacia la concienciación. "Hace falta que colectivamente sepamos lo que se puede hacer y lo que no. Todo funcionará si damos un pasito adelante para contribuir. No pasa nada por que hagan fiestas en los pisos mientras que cumplan las normas de la música y respeten. No significa incumplir las normativas que existen para todos los ciudadanos", apunta para finalizar con este tema.
Fer es opositora y cree que esto viene de antes. "Ya te digo que en junio estaba igual o peor. El primer finde que nos dejaron cambiarnos de comunidad, vine a Granada a hacer la mudanza con mi hermana y una amiga... Y nos pegamos un fiestón súper irresponsable. Dentro de un local, todo el mundo sin mascarilla, y todos pegados. El único con mascarilla era el portero y estaba fuera", reconoce.
Granada es una ciudad llena de foráneos. Ella reconoce que aquí tiene menos miedo al virus porque no vive en casa con su madre, sino con compañeros de piso. "Los jóvenes nos creemos invencibles, porque pensamos que seremos asintomáticos", afirma. "A mí no me preocupa contagiarme ahora mismo, pero soy consciente de que no estoy haciendo las cosas bien", expone la opositora.
El hecho de ser gente de fuera en pisos de estudiantes también provoca que se junte con menos personas. "Veo a menos gente aquí que en Málaga. Vivo con 3 amigos, entonces salimos y estamos siempre juntos. En Málaga si me preocupaba el hecho de haberlo cogido e intentar pensar el 'rastreo' de todas las personas a las que podía haber visto. Aquí en Granada me muevo con menos gente, aunque el movimiento sea más ‘duro’", finaliza.
"Los pijos de fiesta"
La Universidad Politécnica de Valencia tuvo que cerrar sus aulas el pasado 6 de octubre. Más de 20.000 alumnos en sus casas por la expansión del coronavirus. El motivo: las fiestas realizadas, con epicentro en la residencia privada Galileo Galilei. Se hizo viral la fiesta ibicenca celebrada en la azotea de este centro.
"Los trabajadores muriendo, los pijos de fiesta". Es la marca de la resaca de aquella celebración que ya investiga la Policía Nacional. Apareció pintada con graffiti en una de las fachadas del centro.
El otro resultado: al menos 131 positivos y 650 estudiantes confinados. Pudo ser peor. Las clases se cortaron el lunes 6 de octubre. Se les impidió volver a casa por el Puente del Pilar.
Son la segunda residencia confinada en España. La otra era la Miguel de Unamuno, en Bilbao. Allí fueron 100 los confinados y al menos 17 positivos por covid. 10 positivos y 30 confinados hubo en la Universidad de Deusto.
Se suman las residencias de Penyafort-Monserrat y Aleu. 200 alumnos confinados y al menos 59 positivos en las residencias. Estos sí llegaron a salir para el Puente del Pilar, por lo que otros 100 alumnos están confinados en sus casas y no pueden regresar a estos lugares.
Es algo que se viene repitiendo desde el inicio del curso. Un último ejemplo: en Zaragoza, el colegio mayor Pedro Cerbuna registró 60 confinados y al menos 17 contagios. Este será el canon durante el resto del curso.