Doce del mediodía del sábado. Una docena de tripulantes de una patera toma tierra en una playa de Carboneras y empieza a correr hacia un bar al que llegan empapados ante la mirada atónita de los viandantes. Los argelinos tardan poco en abandonar el local porque llega un taxi pirata que los recoge para trasladarlos a un piso franco donde se cambiarán de ropa.
La escena descrita se produjo nada menos que en los alrededores del cuartel de la Guardia Civil. El nivel de organización de las mafias para el desembarco de ‘sin papeles’ en la costa almeriense viene a corroborar el dato que recoge un informe interno del Instituto Armado al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL: la Comandancia de Almería es la que soporta más presión de inmigración irregular de todo el Centro Regional de Vigilancia Marítima (CRVM) previsto por la Benemérita para la vigilancia del Estrecho.
La presión en la Policía Nacional y la Guardia Civil es enorme. Están, reconocen, desbordados: "No damos abasto, muchas pateras se nos escapan". En las últimas 24 horas han llegado 20 con 140 inmigrantes a la costa, hay un positivo por coronavirus que se ha fugado de las instalaciones de la Cruz Roja, un caso de varicela y 40 tripulantes de otra patera sospechosos por dar positivo. De hecho, se ha visto a uno por el súper sin mascarilla, con el peligro que conlleva. Algo que se ve venir desde principios de año.
Los distintos puestos que tiene la Benemérita en la provincia almeriense -según el citado documento con información reservada- han interceptado a 4.161 irregulares entre el 1 de enero y el 12 de octubre de 2020. El dato de Almería supera con creces a la suma de todos los ‘sin papeles’ que gestionaron el resto de comandancias del Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho: Granada (1.142), Algeciras (771), Málaga (759) y Cádiz (611). “Llevamos desbordados desde septiembre y octubre: no paramos”, alertan varios guardias civiles. Y no exageran porque entre la madrugada del viernes y este domingo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han lidiado con una oleada de 20 pateras que desembarcaron en las playas de Vera, San José, San Juan de Terreros (Pulpí), las calas de Villaricos (Cuevas de Almanzora), Cabo de Gata, Roquetas de Mar...
“Lo de este fin de semana ha sido demencial”. Tanto es así que en algunos momentos se ha tenido que incumplir el protocolo de la Secretaría de Estado de Migración que establece la necesidad de no mezclar a los tripulantes de diferentes embarcaciones, con el objetivo de evitar contagios de coronavirus. En el cuartel que la Guardia Civil tiene en Garrucha se llegó a recepcionar a cincuenta ‘sin papeles’ y faltaba espacio: “La llegada de inmigrantes irregulares casi doblaba la capacidad de las instalaciones de Garrucha y el 80% acabaron custodiados todos juntos dentro de un almacén, entre repuestos de ruedas, mientras el 20% restante estaba en las celdas, dándose el caso de coincidir seis personas en un espacio habilitado para una sola”.
La oleada de este fin de semana ha dejado situaciones de riesgo en plena pandemia porque tanto guardias civiles como policías nacionales consultados por este diario, coinciden en apuntar que si fueron interceptadas 20 pateras, las mafias lograron colar una quincena de embarcaciones en alguno de los 137 kilómetros que abarca el litoral almeriense. “No damos abasto, muchas se nos escapan”. De forma que estos agentes estiman que entre ochenta y cien inmigrantes irregulares que deberían ser puestos en cuarentena están deambulando por la provincia. Prueba de ello son algunos de los avisos atendidos por la Benemérita este fin de semena: “Unos vecinos alertaron de la presencia del tripulante de una patera, sin mascarilla, andando cerca de un supermercado en Vera”.
Un positivo fugado
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad lograron localizar a 161 inmigrantes, la mayoría de nacionalidad argelinoa, que fueron trasladados al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Almería. Este aluvión de pateras ha provocado incidentes como el vivido el sábado por la noche en las instalaciones que tiene Cruz Roja junto al CATE: allí se registró la fuga de un inmigrante positivo por coronavirus. “Parece ser que le tenían aislado y rompió una ventana para huir”, detallan funcionarios del Cuerpo Nacional.
Este ciudadano en situación irregular no lo tuvo demasiado complicado para escapar de la sede de la ONG porque son módulos prefabricados y cuando rompió los barrotes del ventanal se dejó caer al suelo desde la segunda planta. Este domingo seguían sin dar con el paradero de este positivo por Covid, entre otros motivos, porque de los siete ‘zetas’ que había operativos, cinco estaban en el CATE custodiando a los ‘sin papeles’ y uno estaba traslando a un detenido a un hospital. De forma que solo había un coche patrulla para buscar al fugado por la capital almeriense.
“Durante este fin de semana ha habido momentos puntuales donde se han retirado todos los ‘zetas’ de las calles de Almería porque había que trasladar a los tripulantes de las pateras que iban llegando al puerto”, corroboran unos agentes. La última embarcación llegó entre las 4.30 y las 5.30 horas de la madrugada del domingo: a bordo viajaban ocho hombres, cuatro mujeres y dos menores de edad. Las mafias de trata de seres humanos que operan desde Argelia se han sofisticado tanto que ya no solo emplean gomas similares a las embarcaciones de los narcotraficantes, sino que también están recurriendo a motos de agua para transportar a los inmigrantes hasta Almería. “En un porte llevan tres pasajeros”.
Un informe; dos lecturas
El citado informe de la Guardia Civil al que ha accedido EL ESPAÑOL evidencia que el Ministerio del Interior realiza una lectura parcial de la llegada de pateras a las costas españolas. El departamento del ministro Fernando Grande-Marlaska viene repitiendo que la inmigracción irregular ha bajado a lo largo de este año, pero eso es una verdad que varía según cómo se interprete la estadística. El citado documento refleja un descenso de la variación interanual del 21% al analizar las llegadas de pateras del 12 de octubre de 2019 al 12 de octubre de 2020. Sin embargo, al comparar los datos registrados entre el 1 enero y el 12 de octubre de este año con respecto al mismo periodo del ejecicio anterior, se pone de manifiesto que la variación acumulada ha repuntado un 2%. En concreto, en esos mismos meses, en plena pandemia, España ha pasado de recibir 20.054 (2019) a 20.619 ‘sin papeles’ (2020).
El documento analiza pormenorizadamente las entradas irregulares. De hecho, en la evolución intersemanal del 6 al 12 de octubre de 2020, en comparación con esos mismos días de 2019, el Instituto Armado pone de manifiesto que se han incrementado un 360% las llegadas de ‘sin papeles’ a España al interceptar a 2.255 tripulantes de pateras: en la Comandancia de Las Palmas 749, en Santa Cruz de Tenerife a 486, en Murcia a 354, en Almería a 193, en Baleares 131, en Granada 121, en Alicante 71, en Cádiz 65, en Ceuta 41 y en Melilla 35. Tales datos reflejan un cambio de tendencia en las costas de la Península, ya que al margen de las Islas Canarias como principal receptor de inmigrantes irregulares, ahora las mafias que trafican con seres humanos han intensificado los envíos a la Región de Murcia y la provincia de Almería.
Prueba de ello es que este fin de semana han llegado a las costas murcianas 218 argelinos y al litoral almeriense 161, sin contar los cerca de 100 hombres, mujeres y niños que están en paradero desconocido, según miembros de las Fuerzas de Seguridad.
“Hace dos años la Comandancia de la Guardia Civil en Algeciras era una de las que sufría más presión y ahora la actividad en Andalucía se ha trasladado a la provincia almeriense”, corroboran desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). El informe de la Benemérita recoge un flujo migratorio en la Comandancia de Almería de 4.161 irregulares entre el 1 de enero y el 12 de octubre de 2020, frente a los 4.962 del mismo periodo de 2019. A pesar de esa bajada del 16%, los puestos almerienses del Instituto Armado son los que más presión soportan de todo el Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho. “Si siguen entrando a este ritmo superaremos con creces al año pasado”, avanzan desde AUGC tras registrar este fin de semana otra oleada de pateras.
Faltan agentes
Desde AUCG reclaman más medios materiales y humanos para combatir la actividad de las mafias que tratan con seres humanos comercializando billetes a la provincia almeriense por precios que oscilan entre 500 y 2.500 euros. Cuanto más dinero pagan los ‘sin papeles’ mayores garantías tienen de completar con éxito su viaje porque la logística cubre el viaje en patera, taxi pirata y alojamiento en piso franco. De hecho, la última banda criminal desarticulada por la Guardia Civil contaba con dos ramas, una radicada en Orán (Argelia), dedicada a captar a los tripulantes -ciudadanos marroquíes, subsaharianos y argelinos-, mientras que la rama española operaba desde Roquetas de Mar, El Ejido y Nijar para encargarse de recibir las embarcaciones y el posterior traslado de los inmigrantes a cualquier punto de la geografía española y francesa.
“Las mafias están cada vez más sofisticadas y para plantarles cara hay que reorganizar el trabajo de la Comandancia en Almería, doblar el número de puestos de la Guardia Civil, así como incoporar a 300 agentes porque ellos han cambiado de estrategia mandando 30 pateras desde Argelia de una tacada”, expone AUGC. Este sindicato también reclama que se habilite un hospital de campaña en el puerto de Almería para evitar el risgo de contagio de coronavirus que supone el traslado de los ‘sin papeles’ a los puestos de la Guardia Civil antes de ser llevados al CATE. “Las condiciones en las que se tiene a los inmigrantes son inhumanas, horas encerrados en calabozos, patios, oficinas o salas de espera de la Guardia Civil estando mojados, dejando las instalaciones impracticables”.
El sindicato Justicia Policial (Jupol) también muestra su precupación por los efectos que está teniendo la inmigración irregular en la provincia almeriense. “Estamos mermados en Seguridad Ciudadana y no podemos atender todos los servicios por la llegada de pateras”, según denuncia Jupol al tiempo que reclama la creación en la capital de una unidad específica. “Es necesario diseñar un Grupo de Pateras en Almería capital con 40 efectivos para cubrir esta situación”. Desde Jupol recuerdan al Ministerio del Interior que en la capital almeriense “está obsoleto” el catálogo de puestos de trabajo y detalla las carencias de efectivos al margen de la creación de la referida unidad especializada en inmigración irregular. “En la Comisaría de Almería hace falta un refuerzo de cien efectivos y 30 para El Ejido”.
Sin respuesta
En ocasiones la falta de efectivos que padecen Guardia Civil y Policía Nacional favorece las fugas de los tripulantes de las pateras: “Los inmigrantes se percatan de su superioridad en número y aprovechan para salir corriendo mientras los compañeros les custodian a la espera de la llegada de otras patrullas para trasladarlos a dependencias”. Precisamente, en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Almería este domingo solo había diez policías para custodiar a 161 extranjeros. “Oficialmente todavía no sabemos cuál es la capacidad del CATE, creemos que es de 150 plazas, por lo que actualmente se está sobrepasando”, denuncia Jupol. Este diario ha podido saber que en una de las estancias hay seis irregulares sin guardar las distancias de seguridad, a pesar de que son contactos estrechos del positivo por COVID fugado de las dependencias de Cruz Roja.
En los módulos del puerto hay un argelino diagnosticado de varicela que comparte espacio con otros inmigrantes. “En las celdas del CATE con capacidad para ocho personas están metiendo a veces a 15, pese a la pandemia de coronavirus”. Tanto Justicia Policial (Jupol) como Justicia para la Guardia Civil (Jucil) han solicitado dos veces una reunión con el subdelegado del Gobierno en Almería, Manuel de la Fuente, para trasladarle su preocupación por la situación de ambos cuerpos de las Fuerzas de Seguridad frente a la creciente llegada de pateras a la provincia. “No ha habido respuesta a ninguna de las peticiones, así que vamos a pedir otra reunión”, avanzan los dos sindicatos.
Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha remitido una queja al Defensor del Pueblo y próximamente solicitarán un encuentro con el subdelegado almeriense para trasladarle la “situación de extrema gravedad” que se está atravesando con los flujos migratorios.