Antonio golpeó 20 veces a su mujer Remedios con una piedra tras provocar un accidente
El asesino confeso vive en Mallorca y tiene 35 años. Arrastró el cadáver de su pareja, que también era su prima, y lo cubrió con maleza
5 noviembre, 2020 02:18Noticias relacionadas
“¡La he liado. La he liado!”, repetía Antonio, de 35 años, en una llamada de teléfono que hizo a su familia la noche del 3 de noviembre. Este mallorquín daba datos confusos de un presunto accidente que acababa de tener con el coche. En el siniestro, decía, habría muerto Remedios, su esposa a la par que prima hermana.
Pasaba un cuarto de hora de las 10 de la noche. A la par que él llamaba a la familia, los vecinos de la zona de Secar de la Real (Palma de Mallorca) hacían lo propio con la policía. Habían escuchado un estruendo, luego gritos. Golpes, no sabían ni a quién ni dónde. Un accidente de tráfico con un solo coche implicado. Había un vehículo estrellado en unos pivotes, un reguero de sangre, un hombre huyendo de la escena del suceso…
La Policía Nacional ha detenido a Antonio Cortés como presunto autor de Remedios Cortés, su esposa. Una pareja de etnia gitana con 4 hijos en común sobre los que no pesaba ninguna denuncia previa. No tenían antecedentes penales, ni historial de episodios de violencia de género. Parecían un matrimonio bien avenido. Un ataque de celos, se cree que infundados, fue la antesala de esta agresión machista que se ha cobrado la vida de Remedios.
Su prima y esposa
Pasaban las 10 de la noche en la zona de El Hoyo, un asentamiento chabolista mallorquín en el que residían víctima y asesino confeso. Antonio, albañil de 35 años y Remedios, ama de casa de 32. Primos hermanos, novios de toda la vida y con 4 hijos menores de edad en común (cuyas edades no han trascendido). Los dos viajaban a bordo de un turismo propiedad del hombre. Una pareja de la que nunca hubo constancia de posibles problemas de convivencia.
Dicen, fuentes próximas a la investigación, que fueron los celos. Que se desencadenó una discusión mientras ambos viajaban en el coche. Él le hacía reproches a ella y se iba calentando a medida que avanzaba la conversación. Todo ello sin detener el vehículo. Finalmente, el coche se estampó contra unos pivotes. Se ignora si Antonio perdió el control o lo estrelló a propósito.
Una vez el turismo se empotró contra los pivotes, la mujer abrió la puerta y abandonó el lugar a la carrera. Antonio se había puesto muy violento y decía que la iba a matar. Ella huyó en dirección a una arboleda próxima, pero Antonio fue más rápido y le dio alcance. Aquí se confunden los hechos. Los investigadores insistieron en hallar el método con el que le quitó la vida. Las primeras hipótesis hablaban de que la mató a golpes con un objeto contundente, probablemente con una piedra. Pero la investigación también se dirigió a un arma blanca que fue hallada próxima al escenario del crimen, probablemente un destornillador.
Tapada con maleza
Dice la policía que, una vez la mató, se internó con el cadáver en la zona boscosa. Allí eligió un lugar escondido para ocultar el cadáver y lo cubrió pobremente con algo de maleza. Un reguero de sangre marcaba el trayecto que hizo Antonio arrastrando el cuerpo inerte de su mujer, desde el coche hasta el lugar donde la abandonó entre arbustos. Cuando lo consideró bien oculto, decidió llamar a su familia. “La he liado, la he liado”, repetía.
En la conversación balbuceaba y daba datos confusos de lo que supuestamente había sucedido. Decía que iba con Remedios en el coche y que habían tenido un accidente de tráfico en la zona de El Hoyo. No daba muchas más pistas. Solamente que su esposa habría fallecido a causa del impacto. Sus familiares le hacían preguntas que él no sabía contestar. Acabó cortando la conversación y largándose de la zona.
Paralelamente, la policía ya se había puesto en marcha hacia el lugar de los hechos. Unos vecinos del Secar de la Real habían sido testigos de algún modo del suceso. Habían escuchado un estruendo fuerte, que atribuían a un accidente de tráfico. Gritos y algún golpe. Las fuerzas de seguridad alcanzaron el lugar poco antes de la medianoche. Cuando llegaron ya no había ni rastro de Antonio.
El presunto asesino de Remedios se había largado de la zona y se había refugiado en otro asentamiento llamado S’Hostalot, donde contaba con familia y amigos. Allí habría contactado con su abogado y le habría explicado la situación. De hecho, fuentes de la investigación han contado a EL ESPAÑOL que Antonio ya preparaba personarse de forma voluntaria en comisaría. Asesorado por su letrado, entendió que la mejor opción era entregarse y colaborar.
La policía no le dio lugar a ello. Averiguaron su paradero y se presentaron en la zona de S’Hostalot, donde procedieron a su detención. El joven fue detenido y al día siguiente colaboró con los investigadores. Se llevó a cabo la reconstrucción de los hechos en El Hoyo. Allí, Antonio se derrumbó. Según fuentes presenciales, durante la investigación lamentó en varias ocasiones lo que había hecho. También reconoció que la mujer salió ilesa del accidente de tráfico y procedió a escapar, pero que él le dio alcance y la mató de un golpe en la cabeza con una piedra, descartando así el destornillador como arma del crimen.
Ensañamiento
La autopsia le fue practicada el miércoles a Remedios Cortés Cortés. El informe reveló que su marido la atacó brutalmente y de forma reiterada, desfigurándole la cara y causándole terribles lesiones en la cabeza, antebrazos, tórax y abdomen. Un terrible ensañamiento. En total, tenía más de veinte golpes o contusiones en el cuerpo. El examen forense revela también que la víctima intentó defenderse. La causa de la muerte podría ser un traumatismo en el cráneo, que le causó una fractura, tras ser golpeada con una piedra.
Remedios Cortés es la víctima mortal número 39 de la violencia de género en lo que va de 2020, la tercera en Baleares y la 1.072 desde que comenzaron a elaborarse los registros en 2003. La primera mujer muerta en Baleares este año por la violencia machista fue una sueca que falleció a causa de una paliza de su marido. La segunda, una mujer de nacionalidad búlgara que recibió un disparo de escopeta de su pareja.
En Secar de la Real se ha convocado un minuto de silencio como repulsa. Hasta la presidenta autonómica se lamentó en un tuit. “El machismo acosa, golpea y vuelve a matar. Otra mujer asesinada por su pareja en Palma”, escribió Francina Armengol en un mensaje en Twitter en el que se comprometió a no parar “hasta erradicar esta lacra” contra la que pide la implicación de “toda la sociedad”.
EL asesino confeso, por su parte, ya está a disposición judicial Cuentan fuentes próximas a la investigación que Antonio ha colaborado en la reconstrucción de los hechos, que se muestra arrepentido y en estado de shock. Un estado anímicio que, a juzgar por su reacción inicial, le invade desde que cometió el crimen. "La he liado"; repetía a su familia por teléfono, consciente del horror que acababa de cometer contra su prima y esposa.