Se dispara el impuesto de matriculación hasta en 1.300€: esto pagarás por los 10 coches más vendidos
La subida se debe a que el Gobierno va a cambiar el modo de calcular las emisiones de CO2 en los vehículos nuevos. Entrará en vigor el 1 de enero.
9 noviembre, 2020 02:20Noticias relacionadas
El sector del automóvil, este mes de octubre, ha continuado su caída libre con un descenso de las matriculaciones de turismos y todoterrenos del 21% (74.228 unidades), lo que, en el acumulado del año, se traduce en un descenso del 36,8%. Un drama que se debe, en parte, a factores que no se pueden controlar (como el coronavirus y sus consecuencias económicas), pero también a otras circunstancias que sí se pueden cortar de raíz. Al menos, a partir de enero de 2021, cuando entra en vigor la subida del impuesto de matriculación (800 euros de media). “Esto lo que haría sería desincentivar aún más la compra”, lamenta Antonio Lucas, portavoz del Real Club del Automóvil de España (RACE).
Esta subida, obligatoria, se debe a que cambia el modo en calcular las emisiones de CO2 de los coches nuevos. “Esto tenía que haber entrado en vigor en 2018, pero entonces el Gobierno hizo una especie de media entre el anterior protocolo y el nuevo, el que se va a aplicar en enero de 2021, y consiguió que el impuesto de matriculación cambiara muy poco. Ahora, el Ejecutivo tiene que aplicar este cambio en la forma de medir los gases contaminantes que emiten los coches sí o sí”, explica Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, patronal que representa a los concesionarios de automóviles.
Esto ocurre porque el impuesto de matriculación se calcula por tramos en base a las emisiones de C02: 0% para los vehículos que emiten menos de 120 gr/km, 4,75% entre 120 y 160 gr/km; 9,75% de 160 a 200 gr/km y 14,75% de 200 gr/km en adelante. A partir del 1 de enero, cambia la forma de medir lo contaminantes que son los vehículos y, de esta forma, el 50% de los coches pasarán de un tramo a otro. O lo que es lo mismo, de no pagar nada a hacerlo en la proporción comentada.
Subida de precios
¿Y cómo afecta esto al comprador? En una subida del precio del coche. Así, por ejemplo, los Seat más vendidos (León, Arona y Ateca) y el Toyota Corolla –que también aparece en el top 10 de coches preferidos por los españoles– no pagarán porque emiten menos de 120 gr/km. Pero sí lo harán otros muchos.
El Dacia Sandero, el segundo más vendido según datos de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), pasará de costar 8.000 euros a 8.380 euros (114/141 gr/km). El Nissan Qashqai diésel saldrá por 878,75 euros más (19.378,75 euros). Y el Renault Clio Zen de 91 Cv sumará 684 euros a su precio (15.100).
Coches | Emisiones CO2 | Precio anterior | Precio nuevo | Subida de impuesto |
Nuevo Seat León | 106 gr/km | 18.200€ | 18.200€ | 0€ |
Dacia Sandero | 115/141 gr/km | 8.000€ | 8.380€ | 380€ |
Nissan Qashqai (diésel) | 138/146 gr/km | 18.500€ | 19.378€ | 878,75€ |
Renault Clio Zen | 117/132 gr/km | 14.416€ | 15.100€ | 684€ |
Seat Arona | 96 gr/km | 16.480€ | 16.480€ | 0€ |
Toyota Corolla | 111/115 gr/km | 23.600€ | 23.600€ | 0€ |
Seat Ateca | 117 gr/km | 21.080€ | 21.080€ | 0€ |
Peugeot 3008 | 134/169 gr/km | 29.100€ | 30.428€ | 1.382€ |
Peugeot 2008 | 118/141 gr/km | 21.600€ | 22.626€ | 1.026€ |
Renault Captur | 130/141 gr/km | 14.043€ | 14.710€ | 667€ |
Pero habrá coches que saldrán aún más caros: el Peugeot 3008 costará 1.382 euros más (30.428) y el 2008 pasará de 21.600 a 22.626 euros. ¿Y cómo se calcula eso? Es más sencillo de lo que parece. Todos estos están dentro del tramo uno. En su caso, antes de comprar el coche mire a qué tramo pertenece y al precio base sume el porcentaje correspondiente (4,75%, 9,75% y 14,75%).
Más exigentes
Con esta nueva medición, más exigente, las emisiones de los coches serán entre un 20 y un 30% superiores. Es decir, el 50% de los modelos tendrán que pagar un tramo del impuesto y, en algunos casos, hasta dos. Todos ellos verán incrementado, de media, su precio en torno a un 5% (800 euros). Algo que, desde las patronales, van a tratar de detener por el bien del sector automovilístico.
Desde Anfac, recientemente, pedían mantener “los apoyos” y reconocían estar preocupados por “la subida del impuesto de matriculación” ante el poco halagüeño panorama que le espera al sector para 2021. Desde Faconauto, a su vez, se muestra críticos con el aumento de la tasa: “Es un problema añadido y dificultará la reactivación del mercado, que ha de ser ahora mismo el principal objetivo”. Y desde Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores) animan a los consumidores a comprar un coche antes de que llegue la fecha señalada, por si acaso: “Si tienen la intención de cambiar de coche, no pospongan su decisión. Aunque desde el sector estamos presionando para que no se ponga en marcha la reforma fiscal”, añaden.
Desincentivan la compra
La gran crítica dentro del sector del automóvil es que la subida del impuesto de matriculación penaliza la compra. “La desincentiva. Y eso es malo en muchos sentidos. Por un lado, es un freno para la renovación del parque automovilístico y por otro no va a mejorar los ratios de seguridad vial ni va a hacer que tengamos coches más seguros y eficientes energéticamente”, reconoce Antonio Lucas, portavoz del RACE.
Los argumentos de la Asociación de automovilistas son inapelables: si el conductor no puede comprarse un coche, tendrá uno más viejo (“no porque no quiera, sino porque no puede”). Ahora mismo, la antigüedad media de los coches es de 12 años y la de los accidentes de tráfico de 14 años.
“Al final, parece que el conductor tiene que resolver los problemas económicos y de movilidad pagando impuestos. Y no es justo porque ya paga muchos. Algunos directos, como el de matriculación y el de circulación, y otros muchos indirectos (los arreglos en el taller, las zonas azules y verdes de las las ciudades…), lamenta Antonio Lucas.
Esto, a su vez, no ayuda a reactivar un sector mermado desde hace tiempo. “Veníamos de sumar meses de caídas antes de la pandemia, pero de un 5%, sostenidas. Y contábamos con esta subida. El problema es que no contábamos con que el coronavirus nos fuera a dejar en una situación tan desfavorable. La subida no llega en el mejor momento para que se movilice la demanda. Es una piedra en el camino”, reconoce Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto.
Por eso, tanto ellos como el resto de agentes del mundo automovilístico van a intentar detener esta subida. “Nosotros veníamos proponiendo un cambio de fiscalidad del automóvil, pero eso ya no es posible porque se están tramitando los presupuestos. A partir de ahí, lo que pedimos es que se retoquen los tramos impositivos del impuesto de matriculación y que se suban los umbrales”, prosigue Raúl.
De lo contrario, se produciría una caída por el vencimiento, a su vez, del plan Renove, que se puso en marcha en junio y que termina el 31 de diciembre. “Eso fue un empujón durante los meses de verano. Pero ahora estamos ante la cruda realidad: se ha desmovilizado la demanda y la confianza del comprador ha caído por la situación provocada por la pandemia”, finiquita.
Otros impuestos para 2021
El Gobierno, no obstante, no sólo planea subir el impuesto de matriculación, sino también gravar en los presupuestos de 2021 –como incluía en su borrador– el uso del coche diésel. En concreto, la propuesta pretende aumentar el tipo estatal general del gasóleo de 30,7 céntimos por litro a 34,5 céntimos por litro, un incremento del 0,038 euros por litro, lo que supone una media de 2,5 euros más por depósito.
Así, según datos del RACE, los montante total de conductores con coche diésel con un depósito medio de 50 litros aportarían al Estado 300 millones de euros al año si recorren 41,5 kilómetros al día. “Si seguimos incrementando impuestos, lo que conseguiremos es que el conductor haga números y diga: ‘Me compro un coche de segunda mano’. ¿Y queremos que eso ocurra? Entiendo que no”, apostilla Antonio Lucas.
Pero no acaba ahí la posible subida de impuestos. El Gobierno, en ese mismo borrador, también incluía el aumento del impuesto de la prima de seguros del 6 al 8%, lo que supone un incremento anual de ocho euros para los propietarios de coches diésel. Lo que, en términos de recaudación, supondría un ingreso para el Estado de 270 millones de euros –siempre que se calcule sobre la base de 34 millones de vehículos que hay en España–. “Lo único que se conseguirá con esto es asfixiar más a los propietarios”, finiquitan, como resumen, desde el Race.