El Consejo de Ministros ha aprobado este martes reducir el límite genérico de velocidad dentro de los municipios de España de 50 a 30 kilómetros por hora en las calles de un solo carril o de un único carril por sentido de circulación, que son la mayoría en las ciudades españolas. Así lo ha confirmado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la rueda de prensa ofrecida tras reunirse con el resto del Ejecutivo. Esto supone alterar la velocidad límite para "reducir cinco veces el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello". El titutar de Interior ha apuntado también que el nuevo límite "no generará más tráfico urbano". La medida, por ejemplo, afectará al 80% de la vías de la Comunidad de Madrid.
De este modo, por fin verá la luz el nuevo Reglamento de Circulación en el que ha trabajado la Dirección General de Tráfico durante los dos últimos años, cuya aplicación se había congelado por las continuas repeticiones electorales y por la pandemia de la Covid-19. Así, una de las principales medidas, según ha explicado Marlaska, es la la fijación de tres límites de velocidad dentro las ciudades o vías urbanas de toda España, ya que antes sólo había uno de 50 kilómetros por hora.
El texto fija tres límites genéricos de velocidad en las vías urbanas: 20 kilómetros por hora para las calles de plataforma única de calzada y acera; 30 kilómetros por hora para las de un único carril por sentido de circulación y 50 kilómetros para las de dos o más carriles por sentido. En este último caso, 40 kilómetros por hora para los vehículos con mercancías peligrosas y para las travesías. Los carriles bus o reservados para taxis u otros usuarios no cuentan en estas limitaciones genéricas.
Pese a los nuevos límites, que tienen como fin reducir la mortalidad en accidentes, la nueva norma no entrará en vigor de manera inmediata. "Estos nuevos límites se aplicarán pasados seis meses desde la publicaicon en el BOE del Real Decreto para que los ciudadanos puedan conocerlos poco a poco", ha dicho el ministro. Pero Marlaska ha incidido en que el objetivo último de la medidas es evitar más muertes a "colectivos vulnerables en la ciudad". "En 2019, por primera vez, el número de peatones, ciclistas y motoristas fallecidos en acciedentes de trafico superó a las personas que murieron en vehículos de cuatro ruedas", ha aseverado.
Sanciones más duras
Por ello, el nuevo paquete de medidas en materia de Tráfico trae también sanciones más duras en varios ámbitos. En el de la velocidad, por ejemplo, "llevar en el coche" dispositivos de detección de radares se considerará una "infracción grave" que se sancionará con 500 euros y la detracción de tres puntos de carné, aunque no se use. "Es difícil de entender que una persona pueda tener este aparato en el coche y que nunca lo utilice, por ello, sólo llevarlo puede ser motivo de sanción", ha explicado Marlaska.
También, otra medida que tiene que ver con la velocidad es la supresión de poder rebasar en 20 kilómetros por hora el límite para poder adelantar a otros vehículos en carreteras convencionales. Esto ya se "había eliminado en todos los países de la Unión Europa y España era el único país que lo permitía". Esto se traduce en que si usted está circulando tras un vehículo que viaja a 90 kilómetros por hora no podrá alcanzar los 110 para adelantarlo si están en una vía secundaria. De lo contrario, puede ser sancionado.
Interior también endurecerá el uso del móvil en el coche. Ahora, la sanción sube de 3 a 6 puntos de carné si le cazan sujetando el móvil y podrá perder hasta 4 puntos en el permiso si cualquier usuario del vehículo no lleva el cinturón abrochado y perfectamente ajustado.
Todos estos cambios se enmarcan en el nuevo reglamento que verá la luz en la misma semana del "domingo 15 de noviembre, cuando se celebrará el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de los Accidentes de Tráfico".
Asimsimo, en otras ocasiones, Marlaska ha indicado que la reducción urbana a 30 kilómetros por hora es una "petición generalizada en muchas ciudades españolas". No en vano, bastantes capitales de provincia ya lo aplican antes de que sea obligatorio para toda España.
Así, la reforma del Reglamento General de Circulación no es unilateral porque ciudades como Madrid, Bilbao, Zaragoza, Málaga y Valencia, así como asociaciones de víctimas de accidentes y colectivos de usuarios, se han dirigido a Interior para solicitar la bajada del límite de velocidad de 50 a 30 kilómetros por hora en zonas urbanas.