Han saltado las alarmas en todos los medios de comunicación y con ellas la preocupación de los seres queridos del rey Emérito y demás amigos. El programa de televisión ‘Viva la Vida’, que Telecinco emite los domingos por la tarde, lanzaba en exclusiva la segunda imagen del padre de Felipe VI en Abu Dabi. La primera, la obtuvo la agencia Nius a su llegada, el tres de agosto, cuando descendía del avión que le había llevado a Emiratos Árabes desde Oporto (Portugal).
En la fotografía de este domingo se podía ver a Juan Carlos bajando de un yate en el muelle del Club Náutico de Yas, un islote artificial situado a 22 kilómetros de la capital del país árabe donde lleva alojado el padre del Rey en un hotel desde que se marchó de España en verano.
Lo que ha sorprendido a propios y extraños es que en la instantánea se aprecia un aparente deterioro físico del Rey: parece que no se mantiene en pie y que guarda el equilibrio porque le sostienen sus dos escoltas.
"Seguro que cuando se entere de que esta imagen se ha publicado en España se va a coger un cabreo de narices. ¡No está cómo parece ni en broma! Las personas que han ido a verlo aseguran que está físicamente muy bien. Sigue con su rehabilitación diaria. Tiene sesiones de fisio cada mañana en su hotel. Lo que le pasa es que ha hecho ese trayecto, que es de más de media hora, en barco sentado todo el rato y luego le cuesta mucho arrancar y poder moverse bien", cuenta a EL ESPAÑOL un amigo del Emérito. Por eso muchas veces le han insinuado la idea de usar una silla de ruedas para que sus desplazamientos sean más rápidos. Juan Carlos ha descartado la silla de ruedas. Le horrioriza la idea de verse como su madre, la Condesa de Barcelona.
Pero, ¿qué hacía en la isla de Yas el padre de Felipe VI el pasado 29 de diciembre? Dicho islote es un enclave artificial creado por una empresa privada y cuyos mayores accionistas son la familia real de Abu Dabi, anfitriones del Emérito porque el ‘resort’ en el que se ha instalado también les pertenece. El jeque Jalifa Ben Zayed, y sobre todo su hermano y heredero, Mohamed Bin Zayed, son dueños de este complejo turístico en el que se encuentra el circuito de Fórmula 1 al que el ex Jefe del Estado suele acudir a ver el Gran Premio, el parque de atracciones creado por la escudería Ferrari y varias mansiones de las personas más ricas del planeta. Entre esas casas, se encuentra la del empresario inglés, amigo del Emérito, con el que pasó la Nochebuena y con el que vuelve a tener una relación muy estrecha desde que aterrizó en el país de Oriente Medio.
Parece un hecho que Juan Carlos tiene problemas de movilidad y eso lo sabíamos desde mucho antes de su marcha a su exilio forzoso. Los mayores dolores se los está dando la cadera, que no termina de recuperarse del todo tras las dos operaciones que le tuvieron que realizar en 2011 y que llevan casi 10 años llevándole por la calle de la amargura.
Por eso sus días en el hotel, el Emirates Place, se centran en una rutina sencilla que poco dista de la que hacía en Zarzuela antes de su marcha cuando la pandemia le obligó a quedarse dentro del recinto de El Pardo, pero completamente centrada en su recuperación física.
Volver a Sanxenxo
Concienzudo con su decisión de volver a ser autónomo de movimientos, continúa con sus sesiones diarias de fisioterapia en el gimnasio y piscina del hotel. De hecho, a sus amigos les ha contado por teléfono que está a tope con su trabajo para poder volver a navegar con ellos en cuanto pueda volver a la ría de Sanxenxo (Pontevedra). Y que se está dando verdaderas palizas de entrenamiento para poder volver y navegar.
Por eso, la supuesta foto tomada por unos turistas el día 29 de diciembre no termina de cuadrar con lo que él mismo explica cuando habla con sus amigos y familiares por teléfono. Alguien miente: o lo que cuenta Juan Carlos o la pose de la foto, que parece una imagen robada por unos turistas españoles.
Vestido con un traje gris y una camisa blanca, Juan Carlos lleva la mascarilla sanitaria. A sus 83 años, que está celebrando este martes en su exilio de Abu Dabi, antes de la Navidad un medio de comunicación publicaba que había estado ingresado por coronavirus en el Hospital Cleveland de la capital emiratí, cosa que Zarzuela desmintió. "Estuvo haciéndose unas pruebas rutinarias, un chequeo médico. A mí lo que me parece es que la imagen es muy significativa. Lleva allí un montón de semanas y ahora, que se muere por volver, que lo pide una y otra vez por boca de sus amigos, justo unos turistas le pillan. Mucha casualidad. Todas las informaciones que nos llegan desde allí dicen que físicamente está fenomenal y resulta que en la foto se le ve falta, ayudado por sus escoltas... No digo que no sea real, pero igual es una forma de mandar un mensaje de socorro para ablandar a los que no quieren su regreso e intentar acelerar su retorno a España", cuenta una fuente cercana a la Casa Real.
Pero lo cierto es que, con su edad, el marido de la Reina Sofía tiene la salud bastante deteriorada. En su historial médico hay 17 operaciones, la última en el verano de 2019, cuando le implantaron un bypass aortocoronario, una intervención arriesgada a la que no dudo en someterse. Sin embargo, todo parecía indicar que se encontraba bastante recuperado de su dolencia cardiaca dejando a todos asombrados por su fortaleza y capacidad de sobreponerse. Aunque la memoria es corta, no es la vez que peor hemos visto al Emérito. Recúerdese su caída en Botsuana el 12 de abril de 2012, cuando comenzaron todas sus desgracias al salir a escena la figura de Corinna Larsen y pedir perdón a todos los españoles, parecía estar físicamente mucho más tocado, a pesar de ser diez años más joven.
"Esta situación tampoco puede durar mucho más... Tendrán que tomar una decisión. Esperemos que su hijo, el Rey, sea un poco más benévolo y le permita volver ya. Todavía no le han condenado por nada, ni tampoco acusado de nada, y lleva castigado lejos de su casa desde el 3 de agosto. De todas formas, él que está triste y preocupado, teme más al coronavirus que a Felipe VI, así que espera poder vacunarse esta semana y volver ya con ella puesta", sentencia el mismo amigo de Juan Carlos.
A sus 83 años, que cumple este martes 5 de enero -y que celebra junto a su hija Elena-, no sólo el coronavirus es un riesgo para la salud del ex Jefe del Estado. Ya tiene una edad en la que puede pasar cualquier cosa de manera inesperada, y más en la situación de aparente debilidad física y abandono psicológico en el que está Juan Carlos. Si el padre de Felipe VI falleciera en tierras de Emiratos Árabes, ¿qué sucedería? Cuando hace un par de semanas, vía sus amigos y conocidos, Juan Carlos comunicaba su decisión de no volver para pasar la Navidad en Madrid por miedo a la Covid19, fueron muchos los que pensaron que se trataba de un nuevo servicio que hacía a la Corona y a su hijo.
Con un Gobierno en cuyo Consejo de Ministros se sientan varios republicanos reconocidos, como Pablo Iglesias, Irene Montero o Alberto Garzón, el regreso a España del Emérito con sus maletas cargadas de sospechas sobre comisiones, causas judiciales, pagos a Hacienda y cuentas extrañas en Jersey ponían en una situación complicada a Felipe VI. Pero, ¿y si su padre fallece en Abu Dabi? "Es duro decirlo así, pero, al final, sería lo mejor para la familia. Ya sabes lo que siempre decía Rubalcaba, gran amigo del Emérito: en España se entierra de maravilla y la muerte limpia todos los pecados", sentencia una fuente cercana a la Casa.
La conmoción que produciría la imagen del féretro bajando de un avión de Iberia, de regreso de Emiratos, sería un golpe a la imagen del que puede que Felipe VI no volviera a recuperarse tras haber dejado morir a su padre lejos de su casa.
"O sí, ¿quién sabe? La capilla ardiente estaría en el Palacio Real para que los españoles le presentarán sus respetos como corresponde a un Rey que ha sido clave en la Transición de este país de la dictadura al siglo XXI. El entierro televisado desde El Escorial, porque ya te digo que se le haría un sitio porque ese es su lugar para el descanso eterno… Se terminarían las cuentas con la justicia, borraríamos a Corinna del mapa y se pondría en valor la parte positiva, que es enormemente mayor que la negativa, del paso por la historia de Juan Carlos de Borbón", añade la misma fuente.
Pero parece que el padre del Rey no tiene ninguna intención de morir lejos de su casa y a sus amigos les pregunta quejoso por teléfono: "¿Qué quieren que me muera aquí?", contaba Carlos Herrera por la radio hace un par de semanas.