Un día cualquiera de la víspera de la pasada Navidad: la tercera ola de la Covid va ‘in crescendo’ en España mientras las noticias que llegan de Reino Unido son cada vez más preocupantes porque la nueva cepa británica ha disparado los contagios. Pese a ello, no hay restricciones en los aeródromos españoles para los compatriotas que residen en tierras inglesas y regresan a pasar las fiestas junto a sus familias. Tan solo deben presentar una PCR negativa para coger un vuelo. Durante esas fechas, al aeropuerto de Alicante-Elche llegaron cuatro españoles, en distintos aviones, y todos con resultados negativos en sus test, sin embargo, iban incubando la cepa británica y la introdujeron en la Región.
“Era una cosa que no pilló por sorpresa a nadie”, ironiza Alonso Sánchez, coordinador de los rastreadores de Murcia. “Reino Unido es un país con el que tenemos muchísimo contacto, sabíamos que habría gente que volvería porque allí, al menos, hay 150.000 españoles y lógicamente regresarían a su país al ser fechas señaladas: en cuanto nos dijeron antes de Navidad que había una cepa británica y era más transmisible, teníamos asumido que tendríamos casos”, reflexiona.
Esa reflexión evidencia la resignación de un especialista en medicina preventiva y salud pública ante el hecho de que España estaba en la diana de la variante inglesa de la Covid, pero el Gobierno no adoptó medidas preventivas más allá de verificar que esos pasajeros llegaban a nuestros aeropuertos con un test negativo. “Hay que recalcar que la PCR es negativa en el momento en el que te la haces”, subraya Sánchez. Y lo hace porque uno de los cuatro pasajeros que en Navidad volaron de Reino Unido a tierras murcianas, dio negativo en su PCR, pero embarcó ‘con el octavo pasajero’ ya en su organismo, tal y como confirma el coordinador de los rastreadores: “Empezó con síntomas en el avión”.
Riesgo para familiares
En la práctica, esto supone que expuso a la cepa británica al resto de pasajeros con los que compartió vuelo, a la gente con la que entró en contacto en el aeropuerto de Alicante-Elche donde aterrizó su avión, y finalmente puso en riesgo a sus familiares y amigos que le esperaban en la Región de Murcia para reencontrarse con motivo de la Nochebuena. Esa tournée contagiosa del coronavirus es similar a lo ocurrido en otros puntos del país cambiando el nombre de la autonomía y del aeropuerto.
“Si tú tienes un país con una incidencia altísima, como por ejemplo ha pasado con Reino Unido, la medida más eficaz, en ese momento, es cerrar las fronteras con ese país, independientemente de que la gente venga en avión, en barco o por carretera, el medio de transporte no es lo más importante, lo importante es que hay una zona con una alta incidencia y lo más prudente es cerrar fronteras”, lamenta Alonso Sánchez porque en Gran Bretaña los contagios estaban disparados antes de Navidad y no se hizo nada excepcional en el Gobierno.
Todo ello a pesar de que los científicos británicos alertaron el 14 de diciembre de que su cepa era más transmisible y se ordenó confinar el sureste del país. Como era de esperar, el 2020 no acabó sin detectar en España los primeros casos de la mutación técnicamente conocida como B.1.1.7: en Madrid se comunicaron cuatro el 26 de diciembre. En los primeros siete días de enero el goteo de contagios con acento inglés era de medio centenar y se extendía como una mancha de aceite por todo el territorio español: 16 en Andalucía, 6 en País Vasco, 5 en Valencia, 1 en Murcia...
- ¿Usted considera que la cepa británica puede estar detrás del ‘tsunami’ de positivos que estamos encadenando a diario durante la tercera ola?
- Creo que puede estar relacionada. En general, tengo la sensación de que ha habido un aumento de la transmisibilidad, es pronto para asumir que es por la cepa británica, pero sí que es verdad que tenemos más conexión que otras regiones con Reino Unido, porque lo cierto es que Murcia, Baleares y la Comunidad Valenciana están muy afectadas, y creo que es una teoría plausible. Mi sensación es de que ha habido un ‘boom’, la incidencia en el caso de la Región de Murcia está relacionada con el tema de las Navidades, pero han pasado bastantes días desde las fiestas y no disminuyen los casos...
- Como experto en medicina y coordinador de los ratreadores de Murcia, ¿cree que el Gobierno de España debe adoptar nuevas restricciones en esta tercera ola tras la irrupción de la cepa británica?
- Si nosotros, con una incidencia tan alta como la que tenemos, no conseguimos en estas semanas disminuir el número de casos positivos, probablemente haya que tomar medidas más drásticas. Las que ahora mismo se están tomando, independientemente de temas particulares, yo creo que son correctas. El cierre de la hostelería me parece una medida correcta, pero yo creo que en el fondo, la siguiente medida que habrá que tomar será un confinamiento domiciliario. Esto es una decisión que debe adoptar el Gobierno de España dentro de una estrategia nacional. Cada caso puede colapsar el sistema sanitario, entonces, no podemos ver normal tener 1.400 casos porque el día anterior hemos tenido 1.000. Una cifra de 1.400 positivos diarios es horripilante, extrema y nos tiene que hacer preocuparnos muchísimo. Tenemos unas cifras que no pueden dejarnos tranquilos en ningún caso.
La opinión de Alonso Sánchez no es política, sino la de un experto en medicina preventiva y salud pública, que se suma a los mensajes de alerta lanzados por otros profesionales al Gobierno para que adopte medidas de choque frente a la tercera ola. Valga como ejemplo el confinamiento solicitado a través de manifiestos o en otros medios de comunicación por César Carballo, médico adjunto de Urgencias en el Hospital Ramón y Cajal; el profesor de virología y epidemiología en la Universidad de Santiago de Compostela, Carlos Pereira; el experto en aerosoles José Luis Jiménez...
A esas peticiones se suman otras que se repiten en cada oleada, como el refuerzo del sistema sanitario que está en primera línea en batalla con el ‘bicho’, algo que también considera necesario el coordinador de los rastreadores de la Región de Murcia: “En general, la salud pública siempre ha estado muy maltratada por la Administración, hay regiones que están mejor y otras peor, pero sigue siendo claramente insuficiente a nivel nacional la cifra de profesionales trabajando en la especialidad de medicina preventiva y salud pública”.
Otro ‘déjà vu’ pandémico
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a la sazón canidato del PSOE en las elecciones catalanas, considera inncesario confinar mientras se materializa otro ‘déjà vu en la gestión pandémica. Hace 10 meses cuando Italia sucumbía al ‘bicho’, el Gobierno terminó por decretar el estado de alarma sin hacer antes aprovisionamiento de material sanitario básico y con las elecciones gallegas y vascas a la vuelta de la esquina. Le pilló el toro y ahora vamos por el mismo camino con la cepa británica: en la víspera de Navidad comenzó a enseñar la patita, también desde la distancia, y el Ministerio no reaccionó con medidas preventivas contundentes. Los comicios en Cataluña están a la vuelta de la esquina y en los últimos 14 días se notificaron 328.991 casos en España. La tercera ola avanza.
“En la Región, en lo que va de 2021 ya vamos por 2.213 brotes detectados”, alerta Alonso Sánchez sobre las cifras que suma el equipo que coordina de 500 rastreadores, distribuidos en una veintena de sedes a lo largo y ancho de la Región de Murcia. “Somos una de las comunidades que más brotes detectan y es básicamente porque la misma persona que encuesta al caso positivo, se asigna a los contactos estrechos y hace su seguimiento”. El sistema de trabajo se denomina espejo: cada rastreador cuenta con un compañero que cubre sus descansos y hace sus casos para no perder nunca la pista del ‘bicho’.
Eso ha permitido que de los cinco casos de la cepa británica que se han detectado hasta ahora en Abarán, Calasparra y en Murcia por partida doble, solo hayan causado un brote que afectó a 16 personas en la capital murciana. “Por suerte, los pillamos pronto y tenían pocos contactos estrechos: una media de 2 a 10, por positivo, que se habían producido en el ámbio del ocio y en reuniones sociales en parques y en domicilios de familiares o allegados”.
Mutación por carretera
La conclusión que extraen los rastreadores murcianos de los cinco casos detectados de la mutación B.1.1.7 es que no solo ha entrado al país a través de los vuelos, sino también por carretera. Los cuatro primeros portadores de la variante británica fueron pasajeros de aviones procedentes de Reino Unido que aterrizaron en el aeropuerto de Alicante-Elche, con un salvoconducto envenenado: una prueba negativa de coronavirus. “Todos dieron negativo en la PCR, pero uno desarrolló los síntomas en el vuelo y los otros tres se subieron al avión incubando el virus”.
De hecho, los mencionados tres pasajeros mostraron la sintomatología a los cuatro días de reencontrarse con sus seres queridos en Abarán, Calasparra y en Murcia. En cuanto al quinto caso investigado por los rastreadores, se trató de un camionero con síntomas leves, de nacionalidad brasileña, y residente en Portugal, que se encontraba trabajando de paso por la Región.
- Alonso, ¿cambian los protocolos de trabajo en el rastreo de un caso de Covid ‘estándar’ frente a un positivo por la cepa británica?
- No se ha tomado ninguna medida especial, ni se alarga el periodo de cuarentena de los contactos estrechos, más allá de hacer un seguimiento de los contactos con más asiduidad de lo normal. Por ejemplo, si a un contacto estrecho de un caso positivo de coronavirus normal se le llama tres veces durante los diez días que dura la cuarentena, a un contacto estrecho de un caso positivo de la cepa británica se le llama a diario para asegurarnos de que cumple la cuarentena. No cambian en nada los protocolos que seguimos en el rastreo de contactos de una cepa británica, lo único que sí hacemos es agilizar al máximo los procesos para analizar paso por paso el vuelo que ha cogido, si se subió a un autobús, taxi, por dónde estuvo en Murcia, con quién...
- ¿Por qué es más transmisible la variante inglesa del coronavirus?
- Los últimos estudios situaban el nivel de transmisibilidad entre el 21% y el 57%. Ahora mismo no tenemos conocimiento suficiente. Estamos en un estudio muy preliminar de la cepa británica, pero a lo mejor tiene que ver con el recubrimiento del virus, la estructura de la corona y con la proteína ‘S’ y su capacidad de mutación. Al final, todas las cepas son mutaciones.
La capacidad de mutación del coronavirus, según avanza el doctor Alonso Sánchez, ha propiciado que en España se esté desarrollando un programa de captación cuyo objetivo es detectar todas las cepas del SARS-CoV-2 que están circulando por el país y establecer protocolos debido a que nivel mundial se tiene constancia de la existencia de las variantes británica, sudafricana, brasileña o japonesa. Todas ellas tienen en común una mayor rapidez de propagación de los contagios y en el caso concreto de la variante inglesa, las autoridades de ese país, ya aseguran que también es más mortífera.
En ese programa de captación participa el Servicio de Epidemiología de Murcia al que cada cuatro horas, puntualmente, llegan los resultados de todas las PCR y test de antígenos que se realizan en cualquier centro sanitario murciano: “Se está haciendo una muestra aleatoria de todas las PCR que se realizan en la Región, enviamos las muestras al CNM (Centro Nacional de Microbiología ) y el Centro Coordinador de Alertas nos dirá cómo actuar en cada caso (variante)”.
- De momento, en la Región de Murcia solo han detectado cinco casos de la variante británica que han provocado un solo brote. Alonso, ¿qué valoración hace como experto en salud pública?
- Podemos estar viendo solo la punta del iceberg, en el sentido, de que ahora mismo hay muchísimos casos, y desconocemos todas las cepas que pueden estár circulando. La situación es gravísima en todos lo aspectos. La cepa británica es un grano de arena en una playa.