La luz y su precio. La factura de la energía eléctrica es, en muchos hogares, un castigo. El móvil a diario, las luces que se quedan encendidas, el termo que también funciona gracias al tendido eléctrico, el modem del internet, los ordenadores para el teletrabajo y el teleestudio, calefactores en invierno, aires acondicionados en verano... Todo suma (o multiplica). Cuantos más miembros haya en la familia, peor. Por eso en la actualidad las familias numerosas disfrutan de un bono social con descuento. Pero eso ahora pendería de un hilo.
Este martes Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha anunciado en el Congreso una reforma a la hora de otorgar el bono social de la luz. El objetivo: que lo reciban "quienes más lo necesitan".
Este descuento comenzó a aplicarse en 2017. Beneficia, en teoría, a familias vulnerables y absolutamente todas las familias numerosas. No obstante, ya decimos que esta es solo la teoría. Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que el bono hay que solicitarlo y se ponen bastantes trabas para acceder a él, por lo que no todos los núcleos familiares con más de tres hijos lo disfrutan.
De hecho, en España sólo algo más de 320.000 hogares con más de tres hijos disfrutan de este descuento. Sin embargo, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 el número de títulos en vigor de familia numerosa en España era de 735.583. Es decir, lo disfrutarían en torno a la mitad de ellas.
El bono social eléctrico aplica una rebaja de entre un 25% y un 40% de descuento a estos consumidores, dependiendo de la categoría en la que estén.
Asimismo, es necesario resaltar que son 1.218.863 los hogares que lo reciben en España actualmente. Es decir, con los datos expuestos, menos de un tercio de los beneficiarios serían núcleos familiares con más de tres hijos.
Aun con todo ello, Ribera considera que hay que "consolidar y ampliar el bono social eléctrico", llevándolo hasta aquellos que "más nos necesitan”. Por ello, revisará las categorías establecidas en el año de su creación para ser catalogado como "consumidor vulnerable". Entiende que el encuadre actual no siempre se corresponde con "quienes más lo necesitan".
Las palabras de la Ministra han caído como un jarro de agua fría sobre los núcleos familiares con tres o más hijos. El motivo: según su renta podrían dejar de percibir el denominado como bono social eléctrico, sin tenerse en cuenta el número de miembros que conforman el hogar. EL ESPAÑOL ha hablado con tres familias diferentes para ver qué les parecen las palabras de la ministra y la reforma anunciada.
Dolores
Dolores teletrabaja. Desde que llegó el coronavirus, nota aún más que en casa son cinco. Tiene cuatro hijos y todos son centenialls, la generación posterior a los millenials. Esto significa, por supuesto, que prácticamente nacieron con un aparato electrónico debajo del brazo. Belén, 21 años; Germán, 19; Miguel; 18; y Celia, 16. Nada más que de pensarlo asusta: ordenadores, móviles, tabletas, consolas… Esto significa que todo ahorro en la factura de la luz parece poco.
Esta madre tiene que soportar, con un sueldo de médico, su vida y la de cuatro adolescentes. Toda ayuda es bienvenida, reconoce. “Ahora, con los confinamientos y demás, aún más”, expone. “Los niños están todo el día con los ordenadores”. Ella también.
Con el objetivo de ahorrar en luz, cuenta que hizo hasta una reforma. “Lo cambié todo para poner únicamente luces LED”. Del 2 de diciembre al 6 de enero pagó 55,74 euros, comenta en la conversación mantenida con EL ESPAÑOL. Le restaron 14,32 euros. Anteriormente, con luces normales en casa, el precio se duplicaba cada mes.
Cree que si se hace por renta, ella dejará de tener acceso al bono. Y piensa que el Gobierno lo llevará a cabo, aunque no lo comparta, por razones obvias.
“Creo que entienden mal el concepto de familia numerosa. Aportamos mucho a la sociedad”, comenta.
Este mensaje es más profundo si cabe en un momento donde la natalidad en España continúa descendiendo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la Tasa Bruta de Natalidad en 2019 se situó en 7,62 nacidos en España por cada 1.000 habitantes, bajando aún más los registros de 2018.
“No somos millonarios”, aclara Dolores. “Sin esta ayuda no podemos mantener el ritmo normal que nos impone la sociedad”, explica.
Eso no significa que no esté de acuerdo con ayudar a las rentas más bajas. Cree que el bono social debería llegar a todas las familias que no tuvieran recursos. Eso, entiende, no es un eximente para retirárselo a las familias con más de tres hijos.
Le llaman la atención las palabras de Ribera por el cargo que ostenta. “Sobre todo una mujer que habla de la demografía, estamos sin niños, y a los que tienen niños se les castiga. A mí este bono me supone un alivio”, finaliza.
Trinidad
12 hijos tuvo Trinidad. Ella y su marido aún conviven con cinco de ellos. Asegura que el sueldo de su marido “no es de ministro ni de alto ejecutivo”. Los precios mensuales que se pagan en su casa por la luz también rondan los 50 euros, aunque últimamente está teniendo problemas con Naturgy para que le validen el bono. No se lo aplican y paga más: “Lo tengo que hacer telemático y ya llevamos tres reclamaciones porque me dicen que el documento de su web no es el correcto. Y no hay otro”.
Entiende que las familias numerosas prestan una ayuda a la sociedad que, a día de hoy, se encuentra invisibilizada. “12 hijos suponen 12 IRPF, 12 declaraciones de la renta, compras mucho mayores con lo que eso supone para el IVA, etcétera”. Su marido escucha también al otro lado de la línea la conversación con EL ESPAÑOL. Aporta algo que no se escucha, aunque la mujer dice que habla de los beneficios que aportan a la sociedad. Una especie de externalidad positiva.
A su forma de ver, que esta ayuda pase a darse por niveles de renta es un error. Cree que el problema es el de siempre. “La renta de una familia depende de su número de integrantes. No es la misma renta de una persona para dos, que la renta de tres para 12”.
Apostilla que todas las ayudas deberían de ofrecerse a través de un sistema que pusiera el punzón sobre la renta per cápita de cada familia. A partir de ahí, hablar de lo demás.
Por último, habla del reto demográfico. No entiende que se penalice y se pongan trabas a las familias que quieran tener más hijos, sean de la condición que sean. “Mis hijas son madres y la conciliación laboral es una mentira”, apunta para argumentar que actualmente no se favorece la natalidad en España. “Se lo debería hacer mirar la ministra”.
Mariem
En casa de Mariem son seis personas. Ella, su marido y sus cuatro hijos. Al igual que en casa de Dolores, los jóvenes y pequeños son centenialls: Habiba, 19; Ayman, 16; Ilias, 10; y Aya, 5 añitos. Una vez más, los aparatos electrónicos acompañan a toda la familia prácticamente.
Ella no disfruta del bono social. Se lo deniegan continuamente, a pesar de que se lo deberían de otorgar por tener familia numerosa. El último recibo de la luz le costó 67 euros por un mes. Denuncia lo costoso que resulta acceder a estos bonos por culpa de las eléctricas -misma queja formulada anteriormente por Trinidad-.
Piensa que el descuento debería ser para todas las familias numerosas de forma indiscriminada. Y, además, no se deberían poner tantas trabas para disfrutarlo. “Si tienes el carnet de familia numerosa, no debería hacer falta nada más”.
Eso no exime que esté de acuerdo en que las rentas más bajas disfruten también de este bono social. “Si están cobrando el ingreso mínimo vital, también deberían ser beneficiarios de este bono directamente”. Ella expone que es pensionista y mileurista, además de tener familia numerosa. Por eso, se pregunta: “¿Qué trato me tendrían que dar?”.