Un anónimo delata al obispo de Cartagena: se coló para vacunarse y renuncia a la 2ª dosis
El prelado Lorca Planes acudió a una residencia de ancianos con otros curas. Aduce que le autorizó la Consejería de Salud, cuyo titular dimitió por vacunarse también.
8 febrero, 2021 23:13Noticias relacionadas
El escándalo de las vacunas salpica a la curia diocesana. El obispo de Cartagena José Manuel Lorca Planes (71 años) ha emitido un comunicado donde responde a una carta anónima de una trabajadora del Hogar de Ancianos Betania que denuncia que monseñor Lorca Planes acudió a inocularse la primera dosis contra el coronavirus saltándose supuestamente el calendario y el protocolo de vacunación del Ministerio de Sanidad.
La citada misiva de la empleada fue depositada este lunes en el buzón para el correo ordinario que tiene el PSOE en su sede en Murcia, con el objetivo de que este partido al verla y leer su contenido la incorporase a la denuncia que presentó ante la Fiscalía para que investigue la presunta vacunación de altos cargos del Gobierno regional.
“Muy señor mío, me dirijo a usted con la intención de poner en su conocimiento unos hechos que considero del todo gravísimos y que están a día de hoy de plena actualidad”, tal y como arranca la carta anónima -fechada el lunes 2 de febrero- que ha sido facilitada por personal de la residencia a EL ESPAÑOL. "Por miedo a perder mi trabajo no puedo denunciar estos hechos yo misma, pues estoy segura de que perdería mi puesto de trabajo y tampoco puedo firmar esta carta, espero que eso no sea un inconveniente para que tengan por ciertos los hechos que voy a pasar a señalar”.
De hecho, su temor a las supuestas consecuencias laborales que podría sufrir, le lleva en el tercer párrafo a justificar su decisión de no indicar su puesto de trabajo en la residencia de ancianos de Murcia que depende de la Diócesis de Cartagena. Tampoco aclara el día en el que se produjo la vacunación -solo indica que fue a finales de enero-. "Por medio del planillo de horarios se podría saber mi identidad”.
Después de exponer todo eso procede a verter la siguiente denuncia: “Siguiendo las indicaciones de la Consejería nos tocaba vacunar a los ancianos que viven en la residencia, al personal médico, enfermeras, auxiliares, cocina, y demás, tal y como se establece en el protocolo. Cuando íbamos por la mitad de la vacunación aparecieron varios coches y de ellos comenzaron a bajarse sacerdotes, es fácil saber esto pues llevaban el típico alzacuellos. Primero llegaron unos más jóvenes y después unos un poco más mayores, serían unos ocho o diez, y después llegó en un coche grande, de color crema, modelo Volkswagen, el obispo con otro cura”.
La empleada del Hogar de Ancianos Betania afirma en su misiva que “mi sorpresa e indignación llegó cuando vi, que eran vacunados con las vacunas contra la Covid. Fueron vacunados todos los sacerdotes y también el obispo. Esto no pasó desapercibido para nadie, todos los que trabajamos en esta residencia comentamos la frescura y la poca vergüenza del obispo (José Manuel Lorca Planes) y de los otros curas, que sin estar llamados, sin ser incluidos en ninguna lista, aprovechando que esta residencia es de la Iglesia se hicieron vacunar sin que les correspondiera”.
La misiva que carece de remitente prosigue con la siguiente reflexión: “Se está hablando mucho de políticos y cargos públicos que han hecho esto mismo (vacunarse) y ha tenido para ellos consecuencias como perder su puesto o tener que dimitir, me parece del todo inmoral y es posible que sea un delito que el obispo y sus amigotes se vacunaran por delante de enfermos, personas mayores, cuidadores y demás. Yo mismo que soy sanitaria convivo con mi madre, una persona mayor que corre un verdadero riesgo al estar conmigo y todavía no ha recibido la vacuna”.
Esta empleada que trabaja en primera línea de la pandemia atendiendo a ancianos, zanja su carta anónima con una petición al PSOE: “Le pediría que después de comprobar los hechos los publicara para que la sociedad murciana conozca cómo es este señor obispo, que piensa que por ser quién es, tienen más derecho él y sus amigos a vacunarse saltándose todas las normas”.
EL ESPAÑOL telefoneó este lunes casi media docena de veces a Maximiliano Jesús Caballero, seretario particular del obispo José Manuel Lorca Planes, con el objetivo de conocer la versión de la Diócesis de Cartagena sobre el contenido de la carta, pero no contestó a ni una sola de las llamadas. También le envió un WhatsApp informándole de la misiva. Posteriormente, este diario telefoneó a la responsable de prensa en reiteradas ocasiones y tampoco atendió a ninguna de sus llamadas.
Comunicado del Obispado
Finalmente, el secretario particular del obispo envió un WhatsApp a este diario anunciando que el Obispado iba a emitir un comunicado. La nota de prensa ha sido escueta. “Ante la petición de información de algunos medios de comunicación, el Obispado de Cartagena manifiesta lo siguiente: El obispo de Cartagena, Monseñor José Manuel Lorca Planes, recibió la primera dosis de la vacuna frente al Covid”.
Y admite que la dosis le fue inoculada al obispo en el Hogar de Ancianos Betania, tal y como denuncia la carta anónima de una empleada. “La recibió en el centro en el que se vacuna cada año, perteneciente a la Diócesis de Cartagena”.
En la nota de prensa ni se confirma ni se desmiente si también recibieron la primera dosis contra el coronavirus otros curas que supuestamente podrían formar parte del Consejo de Vicarios. El comunicado solo expone la vinculación que hay entre el titular de la Diocesis y la residencia: “A este centro, de asistencia a personas vulnerables, el obispo acude con asiduidad ya que es el presidente de su patronato, la última visita la realizó el pasado 30 de enero para celebrar la eucaristía junto a los residentes”.
Le dio permiso Salud
La parte final del comunicado de la Diócesis genera dos interrogantes. El primero porque sostiene que el obispo se vacunó con el permiso de la Consejería de Salud. Tal afirmación podría echar más leña a la investigación abierta por la Fiscalía después de que el PSOE presentase una denuncia para que se aclare si incurrieron en un delito el exconsejero de Salud, Manuel Villegas, así como otros altos cargos que se saltaron la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad.
“Días previos a su vacunación, el obispo rellenó el consentimiento necesario para que la Consejería de Salud autorizase su vacunación”, tal y como argumenta el Obispado para justificar la dosis que recibió Monseñor Lorca Planes.
El segundo interrogante se debe a que después de afirmar que el obispo no creyó actuar mal en ningún momento, la Diócesis aclara que José Manuel Lorca Planes ha rechazado ponerse la segunda dosis contra la Covid: “Monseñor, que en ningún momento creyó estar actuando mal y que jamás contempló la posibilidad de que pudieran faltar vacunas, decidió no ponerse la segunda dosis, que tendría que haber recibido estos días”.
Entonces: ¿Si considera que no ha vulnerado el protocolo del Ministerio de Sanidad por qué ha rechazado inocularse la otra dosis para completar su inmunidad? No hay respuesta porque el área de prensa de la Diócesis de Cartagena ni el secretario particular del obispo han respondido a las llamadas de este diario.
La postura de Salud
EL ESPAÑOL ha interpelado a la Consejería de Salud si había autorizado al obispo de Cartagena a vacunarse o si el obispo formaba parte de alguno de los colectivos contemplados actualmente en el protocolo de vacunación del Ministerio. La repuesta de la Consejería no entra al fondo de la cuestión: “Cada residencia o centro sociosanitario introduce en un programa informático un listado con los profesionales y residentes para su vacunación".
Y prosigue la Consejería: "El Servicio Murciano de Salud no cita a esos profesionales ni residentes, sino que son las propias residencias las que ofrecen ese listado para el traslado de viales y proceder a su vacunación en el propio centro. Antes de su vacunación, cada uno de estos profesionales y residentes firman el consentimiento informado para vacunarse”.
El PSOE tiene previsto entregar este martes a la Fiscalía Superior de Murcia la carta anónima de la trabajadora del Hogar de Ancianos Betania. El objetivo es que el fiscal José Luis Díaz Manzanera sea quien aclare si debe -o no- incluir en las pesquisas del 'caso Villegas' la vacunación del señor obispo.