El misterio de los delfines muertos en Almería: ¿los mata un virus que muta como la Covid?
Desde mediados de enero la organización Equinac ha contabilizado dieciséis delfines muertos en distintos puntos del litoral almeriense
8 febrero, 2021 18:05Noticias relacionadas
La media de decesos resulta estremecedora: desde el 15 de enero en el litoral de Almería aparece un delfín agonizando en la arena casi a diario. Equinac ha confirmado a EL ESPAÑOL que la estadística anual de varamientos de cetáceos que se registra en la provincia almeriense asciende a 50 y solo en las últimas tres semanas ya se han producido la friolera de 20. “Prácticamente vamos a delfín muerto por día”, alerta Eva Morón, coordinadora de esta organización especializada en el rescate de animales marinos (Equinac) desde hace casi dos décadas.
La especie de cetáceo afectada por esta elevada tasa de mortalidad es la del delfín listado que se caracteriza por su coloración -dos bandas de color azul oscuro que van del ojo a la aleta caudal- y que suele medir dos metros y veinte centímetros. "Ya han fallecido 16". En las útimas 48 horas se han contabilizado otros tres ejemplares muertos. Este lunes apareció un cetáceo varado en una playa de Mojácar y el domingo otros dos: el primero se encontró en Almerimar y el segundo en Balanegra.
“Tenemos una preocupación muy grande: esto no es normal”, insiste la coordinadora de Equinac que ya ha informado al Ministerio de Transición Ecológica de la crisis sanitaria que podría estar afectando a la citada especie de cetáceo.
“La Guardia Civil está atendiendo una media diaria de uno a dos varamientos de delfines”, tal y como corroboran desde el Instituto Armado. El Seprona está trabajando en coordinación con Equinac para acotar la zona y retirar los ejemplares muertos.
“Cuando aparece un delfín varado hay que llamar al 112: nunca hay que reintroducirlo al agua, porque son mamíferos marinos, necesitan respirar aire atmosférico, cuando llegan a la playa es porque están enfermos y si los devolvemos al mar mueren”, advierte un portavoz de la Benemérita después de que un ejemplar pereciese tras ser devuelto al Mediterráneo por una persona que lo vio en la orilla.
Eva Morón sospecha que un patógeno puede ser la clave de la alta tasa de varamientos y mortandad que se está registrando entre los cetáceos a lo largo de toda la costa almeriense, hasta el límite con Granada y Murcia. “Les podría estar afectando un tipo de patología que podría ser un nuevo brote de morbillivirus que es letal para los delfines listados”. De hecho, otra de las preocupaciones de Equinac es que empiecen a registrarse decesos de delfines listados en playas granadinas y murcianas.
“El problema de este virus es que muta continuamente como la Covid: va adquiriendo nuevas cepas”, resalta la coordinadora de Equinad. “Hace unos años casi esquilma la población de delfines listados del Mediterráneo”. En 1990 el morbillivirus mató un millar de ejemplares de esta especie en las costas del levante español y en los años 2007 y 2011 se volvieron a detectar sendos brotes.
El cuadro siempre era el mismo: los animales varados mostraban síntomas de una extraña afección que combinaba neumonía, encefalitis y daños al sistema inmune. En este caso el perfil de los delfines muertos, según fuentes de la Guardia Civil, “no es el de ejemplares mayores, se trata en su mayoría de cetáceos jóvenes y fuertes, que miden al menos un metro y medio”. En teoría todavía tienen esperanza de vida y por ello se sospecha que el morbillivirus es la causa de su muerte precoz.
No afecta a humanos
Eva Morón lanza un mensaje de tranquilidad a la población: “Es una enfermedad exclusiva de estos animales, no se contagia a los humanos, es un virus como el moquillo de los perros”. Desde esta organización especializada en el rescate de animales marinos han solicitado al Ministerio de Transición Ecológica que tome cartas en el asunto. Para ello le han instado a que financie las pruebas que se deben realizar a las muestras extraídas a los delfines en la Universidad de Almería, en colaboración con veterinarios de Equinac.
“Les estamos realizando una necropsia a los delfines muertos: eso nos permite coger muestras del cerebro y de órganos como los pulmones, el bazo y el hígado que metemos en frascos con conservantes para su posterior análisis en los laboratorios especializados", detalla Morón. "Solo hay dos centros preparados para realizar esas pruebas: uno está en Madrid y otro en Valencia”.
“Hemos puesto en conocimiento del Ministerio lo que está pasando y le hemos pedido que financie los análisis específicos de este virus porque son costosos: cada animal cuesta 400 euros y para Equinac es inviable”. El test de las muestras tomadas por la Universidad de Almería de los órganos de los deflines muertos es la única forma de confirmar o descartar si una nueva cepa del morbillivirus está circulando por todo el Mediterráneo -como ya ocurrió en los episodios de 1990, 2007 y 2011-.
“No es lógica la cantidad de varamientos que estamos teniendo desde el 15 de enero hasta el 8 de febrero”, reflexiona la coordinadora de Equinac que está en contacto permanente con el Ministerio. “Hay que tener en cuenta que puede haber muertos más ejemplares que ahora mismo se encuentren en zonas inaccesibles y que con el temporal que tenemos en el mar puede que aparezcan nuevos casos a partir del jueves cuando amaine”.
Delfines descuartizados
Paralelamente a las pesquisas que ha iniciado Equinac para aclarar las causas de la mortalidad de tantos delfines listados, la Guardia Civil también ha iniciado una investigación para esclarecer las terribles agresiones que han sufrido algunos ejemplares que han quedado varados en el litoral almeriense. “En algunos casos los cetáceos han sido hallados decapitados o con las aletas cortadas”, según lamentan fuentes del Instituto Armado.
“En países del sur de África se consiera que esas partes tienen efectos afrodisiacos”, explican las citadas fuentes. “En otros casos simplemente los descuartizan para luego colgarlos con el objetivo de exponerlos en casa como un trofeo”. Entre la veintena de ejemplares que han aparecido varados en las playas almerienses, algunos presentaban numerosos cortes, incluso en uno de ellos una persona llegó a grabar su nombre con un arma blanca o algún objeto cortante.
En algunos casos, según ha podido saber este diario, esos cortes se los hacen con vida a los delfines cuando agonizan en la arena a causa de este patógeno. De forma que el sufrimiento es doble: les falta el aire mientras les extirpan una aleta. La Guardia Civil trabaja para localizar a los autores de tales hechos salvajes.