"Que aprendan una educación liberal y divertida, lejos de la tradicional; que vivan, que conozcan lo que existe fuera de las fronteras, no solo lo que su posición por nacimiento les ha impuesto. Y eso solo se consigue en el extranjero. Es lo que siempre ha querido la Reina Letizia para sus hijas", sostenían, hace unas semanas, fuentes cercanas a la Casa Real a EL ESPAÑOL.
Y lo hacían por todo el revuelo que se había formado en torno a la noticia. La de que la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, cursaría el programa de estudios de Bachillerato Internacional de la institución educativa Colegio del Mundo Unido (UWC), en el UWC College de Gales, en Reino Unido. Un centro privado internacional donde también habían estudiado su abuela, la Reina Sofía, y su padre, Felipe VI, además de muchos otros royals europeos.
La información que dio a conocer la Casa del Rey en un comunicado el pasado 9 de febrero causó cierto malestar entre la población. A pesar de que en dicha misiva los Reyes aseguraban que pagarían de su propio bolsillo el coste de la educación de su hija mayor en el extranjero, unos 76.500 euros. Muchos se hacían la misma pregunta: ¿por qué tiene que irse al extranjero la Princesa Leonor cuando hay centros españoles que emplean el mismo modelo de aprendizaje que recibirá en Gales?
Desde Zarzuela, personas cercanas a la Reina lo dejaban claro: "En España es imposible por la presión mediática que sufren. En Gales, la Princesa va a vivir con adolescentes de 90 nacionalidades distintas, jóvenes chicos a los que poco les va a importar que sea la primogénita de los Reyes de España". Sea un argumento válido o no, lo cierto es que haber elegido un centro español para la futura Reina habría sido toda una declaración de intenciones por parte de la Corona, más ahora cuando vive rodeada constantemente de polémica.
Institución Educativa SEK
La opción española para Leonor de Borbón, cumpliendo con los requisitos que han fijado los Reyes para la educación superior de su hija mayor, habría sido un colegio privado SEK. Uno de los seis que tiene esta institución, fundada en 1892, repartidos entre Madrid, Cataluña, Galicia y Andalucía. La Institución Educativa SEK fue pionera en la implantación de los programas del Bachillerato Internacional (IB, por sus siglas en inglés) en España. Un sistema de aprendizaje basado en el desarrollo de habilidades intelectuales, personales, emocionales y sociales necesarias para trabajar, aprender y vivir en un mundo globalizado. Un método en el que la reflexión y la investigación (y no los exámenes) son el centro del aprendizaje.
Este sistema de evaluación se imparte en nuestro país desde el año 1977, hace 44 años. La única diferencia entre el UWC College, donde estudiará la Princesa de Asturias, con cualquiera de los colegios o internados SEK en España es la ubicación. La heredera al trono estudiará en Gales, alejada de la presión mediática, pero con el mismo método que podría aplicar, por ejemplo, en un centro madrileño como SEK El Castillo, es más antiguo de esta institución.
Y es más, este programa no te obliga a cursar el bachillerato —que dura dos años— en el mismo centro. Al tratarse de un sistema internacional, que basa su plan en conceptos y no en contenidos, los alumnos pueden elegir dos centros ubicados en diferentes países. En otras palabras, Leonor podría haber hecho el primer año en un colegio madrileño y tal vez el segundo en un centro SEK en Irlanda o Canadá. De este modo, saldría fuera, vería mundo y conocería a compañeros de múltiples nacionalidades, como pretende su madre, la Reina Letizia.
"Esa opción existe dentro de nuestro plan. Y es más, se incentiva. Para el segundo curso, recibimos cada año decenas de alumnos franceses, italianos, rusos, polacos, mexicanos, coreanos... Es algo que posibilita tener residencias en nuestros centros y que este sistema de aprendizaje esté basado en conceptos. Esto permite que sea internacional; puedes ir de un colegio a otro y los conceptos siempre serán los mismos ", explica Ana Cisneros, coordinadora del Colegio Internacional SEK- El Castillo, en el norte de Madrid.
Sin profesores
Otra de las diferencias con el sistema tradicional es que el Bachillerato Internacional no cuenta con profesores, sino con coordinadores [al igual que el UWC College]. En el IB, las clases no son magistrales. El rol del profesor no existe, es un guía. "El coordinador se encarga de facilitar consignas o pautas, de validar fuentes... pero es siempre el alumno el que empieza con una indagación", apunta Cisneros. En este sentido, cabe destacar que un profesor común no está habilitado para trabajar en estos centros, debe especializarse antes en una metodología determinada para trabajar con este tipo de aprendizaje.
Tampoco hay exámenes al uso, sino que la forma de evaluar a los estudiantes es mediante objetivos durante el curso y con monografías o trabajos de investigación al final del mismo. Algunos incluso pueden convalidarse con créditos en universidades internacionales, antes de acceder a ellas. No obstante, si deseas formarte en alguna universidad española, el IB te exonera de realizar la EvAU y pondera las calificaciones, pues en este tipo de sistema las notas van de 0 a 45 puntos, siendo esta última equivalente a un sobresaliente.
Aún así, lo más común, apuntan desde la institución educativa SEK a este diario, es que quien elige esta modalidad de bachillerato tenga como objetivo estudiar la carrera en alguna universidad fuera de su país. "Si han elegido este centro para la Princesa Leonor, lo más probable es que cuando termine siga estudiando en el extranjero; no tiene pinta de que venga a hacer aquí la Selectividad", sostienen.
Diploma
Para obtener el diploma del IB, el alumno tiene que haber adquirido en menor o mayor medida las cinco habilidades en las que se basa este programa internacional. "Lo primero que fomenta es la indagación y la reflexión, el programa termina con un proyecto de investigación; la autonomía y la organización, que ellos sean el centro del aprendizaje; la parte socioafectiva, que aprendan a manejar la ansiedad, el estrés y sepan resolver conflictos; la comunicación, convertirlos en buenos comunicadores al final es un requisito que buscan las mejores universidades del mundo; y la actividad y el servicio, que sean personas dinámicas y hagan servicios a la comunidad. Al final buscamos crear un perfil de estudiante equilibrado, que no solo sea académico, sino también solidario", explica Ana Cisneros.
El éxito de este sistema también reside en la aplicación de todos los conceptos con la vida real o la actualidad. Por ejemplo, en una clase de Matemáticas, cuando estudian estadística, lo hacen con datos de la pandemia del coronavirus en Japón. Y si toca Química, salen al río a tomar muestras y reconocer componentes en la naturaleza para sacar después sus propias conclusiones en el aula. "El aprendizaje no es aislado, de este modo les enseñamos a conectar el conocimiento de la parte práctica con la teórica", cuentan desde los centros SEK en España.
Por si fuera poco, los datos colocan a los Colegios SEK españoles en el top mundial. La media en las calificaciones finales de los alumnos que estudian en España se situa entre 30-35 puntos, mientras que la media mundial está en 28-29. "Ha habido años que hemos conseguido que el 100% logré el diploma IB, el año pasado fue un 98%. Hemos tenido a alumnos que ahora estudian en Oxford, Cambridge, Harvard, Manchester...", concluyen.