La justicia vuelve a dar la razón a Alberto Chicote: gana la demanda de un restaurante chino
- El demandante había acusado al chef de grabar en su cocina sin su autorización.
- Alberto Chicote y su lío con un restaurante chino de Zaragoza: le pide 18.000 euros y lo denuncia
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Muchos son los que intentan llevar a Alberto Chicote a los tribunales, pero la justicia siempre termina dando la razón al chef. La última ha sido en la demanda de un dueño de un restaurante chino de Zaragoza que acusaba al cocinero de haber grabado en su cocina sin su autorización.
Este hostelero sostenía que había autorizado la entrada de las cámaras del programa ¿Te lo vas a comer? a su restaurante, pero sólo a la parte donde se atiende al público y nunca a la cocina. El denunciante aseguraba que Chicote grabó, cámara en mano, la zona donde se manipulaban los alimentos.
Pues bien, según ha podido saber ahora BLUPER en exclusiva, la justicia ha absuelto a Alberto Chicote "del delito que se le imputaba". Según la sentencia a la que ha tenido acceso este medio, la Policía Local de Zaragoza había autorizado al programa a acompañar a los Agentes y grabar su intervención "para realizar labores de control e inspección de establecimientos, acordando que si algún responsable del establecimiento se oponía a la presencia del personal de los medios de comunicación en el local, el equipo de grabación tendría que abandonar el establecimiento".
En el auto también consta que "en ningún momento" el propietario del local manifestó "expresamente su oposición a que el personal de prensa que acompañaba a la Policía Local o el presentador accedieran a la cocina, al sótano o a otras dependencias del local, ni mostraron alguna queja porque entraran en zonas interiores del establecimiento, ni pidieron que se marcharan".
"Tampoco consta que manifestaran de forma explícita a Alberto Chicote o a alguno de los presentes que solamente permitían a la prensa entrar en la parte de su establecimiento a la que accede el público", añade.
Hasta el momento, ni demandas ni denuncias han prosperado lo suficiente como para castigar al chef ni a su productora en los tribunales. La primera de ellas llegaba en 2014 cuando el propietario de La Mansión de Navalcarnero, José Luis Sanz, acusaba a Chicote de supuestos "comentarios vejatorios e injuriosos" por un programa emitido en mayo de 2013.
El juzgado desestimó la demanda del hostelero en 2016, que entonces decidió recurrir ante la Audiencia Provincial de Madrid. Finalmente la justicia volvería a dar la razón al chef, obligando al denunciante a pagar las costas del juicio.
En la sentencia, el juez explicaba que los comentarios del popular chef mientras probaba la comida "no son vejatorios ni ofensivos y están justificados en el contexto de finalidad del programa".
Intentos de demandas
Se daba la circunstancia de que Sanz era miembro de la Asociación de Afectados por Pesadilla en la cocina, la cual reunía a distintos propietarios de restaurantes que se sentían engañados por el programa de laSexta. En su momento anunciaron su intención de emitir una demanda conjunta. Sin embargo, día de hoy aún no se ha producido.
Las iniciadoras de este trámite fueron Manoli, que regentaba el restaurante Irlanda en El Ferrol, y Sole, la dueña del Café de Zamora. Ambos restaurantes pasaron por el programa de televisión y no estaban nada de acuerdo con la imagen que el programa de televisión había dejado de ellas. Sole, por ejemplo, habló de "promesas incumplidas" y de "vejaciones" en su crítica contra Chicote.
Ante tales acusaciones, laSexta y Warner Bros, productora del espacio, no tuvieron más remedio que contestar y sacar las garras por uno de sus programas de más éxito. "Lo fácil es echarle la culpa a la televisión, pero millones de españoles han visto el excelente trabajo que hacen Pesadilla en la cocina y Alberto Chicote y así lo valoran la mayoría de los restaurantes a los que ha ayudado el programa. Intentamos hacer milagros pero a veces no son posibles".
Tanto la cadena como la productora estudiaron entonces emprender las acciones legales que sean pertinentes para "restituir el injustificado daño en la imagen de Pesadilla en la Cocina que se ha ocasionado".