Los esquiladores uruguayos se defienden: “No trajimos la cepa brasileña a Extremadura”
Los 25 trabajadores están confinados en Navalvillar de Pela (Badajoz). El Servicio Extremeño de Salud indica que es una variante distina.
16 abril, 2021 02:52Noticias relacionadas
Un total de 25 esquiladores uruguayos de ovejas componen uno de los mayores brotes de Covid-19 que hay actualmente en Extremadura. Todos son positivos y el Servicio Extremeño de Salud (SES) sospecha que pueda tratarse de la variante brasileña del virus. Pero ellos lo niegan. “No lo trajimos de fuera, fue por el contacto con un finquero el pasado 5 de abril. El tipo dio positivo. Nos llamaron y resultó que estábamos todos infectados. Como estamos sin síntomas, ni nos dimos cuenta”, explica el jefe de la cuadrilla, Andrés Furtado a EL ESPAÑOL por conversación telefónica.
Todos los años, un numeroso grupo de esquiladores viene desde el país americano hasta Extremadura para hacer un recorrido por varias localidades para esquilar ovejas. Antes de conocerse el brote ya habían pasado por 34 explotaciones ganaderas de nueve localidades y habían tenido cerca de 130 contactos estrechos. Los 25 están ahora aislados en Navalvillar de Pela (Badajoz).
“Estamos todos bien de salud. Están solo tres con síntomas”, explica Furtado. El portavoz de los esquiladores asegura que todos ellos salieron de su país con una PCR negativa. Es más, aporta a este periódico el documento: una PCR negativa firmada en Montevideo el 29 de marzo de este año.
“Uruguay es muy serio en eso. Para ingresar en el aeropuerto de Carrasco se precisa un PCR negativo, si no, ni siquiera se ingresa al aeropuerto”. Los esquiladores llegaron a España el 1 de abril y el 5 tuvieron un contacto con un “finquero” que dio positivo más adelante. El día 8 supieron que todos estaban contagiados.
Por todo esto Furtado considera imposible que sea la cepa brasileña. “Si la agarramos acá en España no puede ser cepa brasileña. Sería si la hubiéramos traído de allá”. Esto contradice las primeras declaraciones del consejero de Salud extremeño, José María Vergeles, que aseguró que las pruebas indicaban que los esquiladores presentaban una variante distinta a la mayoritaria en la región: la británica. “Inicialmente indican que puede tratarse de la variante brasileña”, dijo en rueda de prensa. El lunes se sabrá con certeza.
Los mejores
Los esquiladores uruguayos son los mejores. Son rápidos y muy eficaces. Además, España está ávida de mano de obra especializada, ya que los esquiladores españoles hacen la campaña en Francia, donde les pagan más. Por su parte, los marroquíes no gustan a los empresarios porque esquilan a tijera y no a máquina.
Esta campaña vivió el año pasado una crisis que llegó a las más altas esferas del poder para poder resolverse. Por las restricciones a la movilidad entre países, los esquiladores no podían llegar a España. La campaña del esquilado de las 9.106 explotaciones de ganado ovino que hay en España dependía exclusivamente de las cuadrillas uruguayas.
“Necesitábamos profesionales cualificados. Para estas tareas no se podía recurrir a los parados de los ERTEs de sectores como la hostelería, tal y como se ha hecho en el campo para suplir la falta de jornaleros para recoger las cosechas”, explicó un empresario a este periódico entonces.
La Sociedad Cooperativa Teruel Ganadera llegó a hablar con el rey Felipe VI para hallar una solución. El Gobierno comprendió que la situación era grave. Estaba en juego la salud de 16,5 millones de ovejas que hay en España. Se pusieron manos a la obra. Era mayo de 2020.
La embajada española en Uruguay abrió expresamente para dar visados a los esquiladores, estando Uruguay en pleno estado de alarma. La obtención de los visados suele demorarse semanas, pero esta vez se tramitaron en un tiempo récord. Los medios de comunicación uruguayos informaron de que el vuelo a Madrid contaba con todos los permisos. Lo que debía ser motivo de alegría trajo a su vez otra polémica. La noticia indignó a los más de 200 integrantes del grupo Españoles Varados en Uruguay.
El Consulado General de España trató de calmar los ánimos de los españoles atrapados en el país americano explicando que era un chárter privado. Mientras tanto, el avión lleno de esquiladores partió de Montevideo con destino al aeropuerto de Barajas.
Un grupo de 20 españoles consiguió colarse en ese vuelo gracias a su insistencia en la embajada española. Esquiladores y repatriados coincidieron en el aeropuerto de Carrasco, donde se topar con un acto casi institucional para la expedición de la lana. Hubo hasta foto de familia con los ministros de Relaciones Exteriores y Ganadería, Ernesto Talvi y Carlos María Uriarte, respectivamente, con los trabajadores. Algunos posaron equipados con mascarillas y una bombilla para beber mate.
Muchos otros españoles se quedaron en tierra al no poder desplazarse desde los distintos puntos del país a tiempo para coger el vuelo de los esquiladores. Finalmente, su situación se resolvió con un vuelo de repatriación a finales de mayo del año pasado. Los españoles volvieron y los uruguayos esquilaron. Y todo fue bien.
Finalmente, ha sido un año después cuando han surgido los problemas. Ahora mismo hay 25 esquiladores uruguayos contagiados en un pueblo de Extremadura y, al parecer, de una variante que no es la habitual. El lunes se resolverá el misterio. Furtado insiste: “Fue acá”.
El SES no se fía (o se cura en salud) y ha ordenado rastrear a los pasajeros del vuelo que acompañaron a este grupo de uruguayos, así como a los del autobús en el que se desplazaron a la región. Asimismo, considera necesario avisar a Portugal por si hay algún compañero que se hubiese trasladado al país vecino.