La Audiencia de Madrid arranca este lunes el juicio contra César Román, conocido como el rey del cachopo, que se enfrenta a 15 años y cinco meses de prisión por supuestamente matar y descuartizar en agosto de 2018 a su pareja, Heidi Paz.
La Fiscalía le acusa de los delitos de homicidio y profanación de cadáver con las circunstancias agravantes de parentesco y de cometer los hechos por motivos de género, mientras que la acusación particular solicita 26 años de prisión por asesinato.
La víctima tenía dos hijos menores que residían en Honduras para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 300.000 euros, así como otra indemnización para su madre de 100.000.
La primer sesión del juicio comienza hoy con la elección de los nueve miembros del jurado popular que enjuiciará a César Román, que declarará el martes defendiendo su inocencia, como ha hecho desde que fue detenido tres meses después de que se encontrara el cuerpo desmembrado y sin cabeza de Heidi.
El hostelero especializado en cachopos, por los que recibió algún premio gastronómico, explicó tras su detención que a su exnovia la pudo matar una banda de narcos porque había contraído una deuda.
Recientemente su nueva letrada ha presentado informes de tres expertos en criminología que concluyen que "no existe una sola prueba" de que cometiese el crimen, debido a contradicciones o incongruencias de los testigos y que la investigación policial arrancó "en un punto erróneo" y además adolece de "errores".
Sin embargo, el letrado de la familia de Heidi cree que estos informes suscitan "serias dudas" y se centrará en defender que Román cometió un asesinato y se fugó a Zaragoza, donde fue detenido tres meses después de que se encontrase el cuerpo de la víctima, con identidad falsa y con un aspecto físico diferente.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2018, cuando un equipo de bomberos acudió a una nave industrial del madrileño barrio de Usera para sofocar un pequeño fuego. En el luigar se encontraron una maleta rodeada de un charco de sangre.
Todo indicaba que alguien había intentado quemar el edificio para hacer desaparecer aquella maleta. Dentro había un torso humano al que le habían cortado la cabeza y las extremidades. También le habían arrancado los implantes de pecho para evitar que se identificara el cadáver.
La policía tardaría meses en identificar a la víctima. Era Heidi Paz, una mujer de 25 años, natural de Honduras. Era la novia del rey del cachopo. El hombre pasó de ser el creador de los mejores cachopos de España a estar en búsqueda y captura por la muerte de su novia.
El hombre fue detenido en noviembre de ese mismo año e ingresado en la prisión de Soto del Real (Madrid). Ahora el hombre se enfrenta a la justicia por este episodio más propio de la ficción que de la realidad.