El arco de actividades que ha desempeñado María Dantas en su vida es inacabable. Ha sido policía, abogada, comercial, camarera, niñera o administrativa. Muchas de ellas, como inmigrante sin papeles. También ha sido la primera brasileña en ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados español. Esta semana, su nombre ha salido a la palestra por haber llamado “fascista” a la diputada de VOX Macarena Olona en el Congreso.
Se llama Maria Das Graças Carvalho Dantas (Aracaju, Brasil, 1969) y es conocida en Cataluña por ser una popular activista republicana y por los derechos de los inmigrantes. Esta diputada brasileña ingresó en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) casi por casualidad, porque los republicanos eran los únicos que llevaban en su programa propuestas contrarias a la actual ley de inmigración española.
Antes de que su nombre se hiciese conocido por haber llamado fascista a Macarena Olona, María Dantas ya atendió a EL ESPAÑOL. Corría el verano de 2015 y una desconocida María formaba parte de una entidad de inmigrantes independentistas llamada Sí amb Nosaltres. Nos atendió ella, la después también diputada Ana Surra (Uruguay) y un ilustrador griego residente en Barcelona llamado Yiorgios Konstantinou. En aquel entonces, la única que acreditaba militancia en un partido separatista era Ana Surra, una activista uruguaya que había luchado del lado de los ‘tupamaros’ y que ya estaba en las listas de Artur Mas.
Comisaria suplente
“Igual no te voto”, le vacilaba la brasileña a la uruguaya durante la entrevista. En aquel tiempo, María Dantas lucía melena negra, vestía un atuendo clásico y todavía no se había integrado en ningún partido. Su guerra no estaba tanto en las fomaciones políticas, sino en la lucha de los inmigrantes y en el activismo antirracista. María siempre ha estado especialmente concienciada con estos problemas, porque permaneció cerca de una década en España sin tener su situación regularizada.
Ella estudió Derecho en su Brasil natal. Nació en Aracaju, una de las zonas más humildes de la empobrecida región de Sergipe, en el nordeste brasileño. En su país tenía un perfil distinto. Llegó a comisaria suplente de la policía. Pero en 1994 vendió su viejo Fiat Uno blanco y se vino a España con lo poco que tenía. Su objetivo, acabar sus estudios en Derecho Medioambiental o Filosofía Jurídica, entre otras disciplinas.
En España se afincó en Barcelona. Aquí experimentó la angustia de vivir en situación irregular durante varios años. Sin papeles, desempeñó varios trabajos sin olvidar en ningún momento su faceta de activista social. Aquella entidad de inmigrantes independentistas que formó y por la que la entrevistó EL ESPAÑOL (Sí amb Nosaltres) sigue activa.
Pero en su currículum del activismo constan militancias en otras muchas entidades antifascistas: Unitat Contra el Feixisme i el Racisme, CIEMEN o CONFAV. También fue una de les impulsoras de Stop Mare Mortum, i creadora de la plataforma Mujeres Brasileñas Contra el Fascismo BCN. También ha colaborado con entidades como Tras la Manta, que da soporte al colectivo de manteros de Barcelona, i con Associació Intercultural Llatins per Catalunya, Itacat, o Emergència Frontera Sur.
Se fue de la ANC
Su integración en ERC vino después. Ella ya había participado de algún modo en la Assemblea Nacional Catalana (ANC), pero acabó saliendo: “Les respetamos mucho y a menudo trabajamos juntos, pero no nos vimos plenamente representados y decidimos marcharnos para formar una entidad aparte”, aclaraba en su entrevista de 2015 con EL ESPAÑOL: “Nosotros no hablamos de la Guerra dels Segadors ni de 1714 ni de la Secesión ni de las guerras borbónicas ni de la cuestión nacionalista histórica. La nuestra es una reivindicación mucho más actual por los derechos civiles, la justicia social y la democracia”.
En aquella entrevista, su compañera Ana Surra dejaba unas polémicas declaraciones cuando hablaba de la relación entre Cataluña y España. La definía como “una violación en la que el violador se queda en tu casa y te dice que no vas a poder hacer tu vida. Yo lo que quiero es que el violador se vaya ya”. Al respecto, María Dantas sentenciaba: “Lo que ocurre es que ahora somos más y el violador está acorralado”.
En 2019, pasó a engrosar las listas de ERC y consiguió un acta de diputada, hecho que fue recogido por numerosos medios brasileños. En una entrevista con O Globo, María hablaba de su futuro y sus orígenes: “Es una referencia muy importante. Tener a una brasileña de una familia humilde del nordeste de Brasil en el Congreso español puede hacer que otros inmigrantes dejen de tener dudas de si pueden llegar hasta aquí”, explicaba.
Su lucha siempre estuvo con los inmigrantes. “No digo que seré la representante de los latinoamericanos, de los brasileños. No. Pero sé que alguien puede sentir que lo represento”, señaló. También arremetió contra España al calificarlo de país racista: “Otro motivo para aceptar la candidatura [de ERC] fue la entrada de Vox en las instituciones españolas. La población aquí ya era racista y xenófoba, pero con la llegada de Vox, las personas salieron del armario”, explicaba en su país.
Como Marielle
Así, su cruzada contra el partido de Abascal no es nueva. Lo que sí es nuevo es su look. María Dantas ya no luce la melena con la que nos recibió en 2015. Se ha rapado la cabeza y ha radicalizado mucho sus posiciones. Luce mensajes en su carpeta (Stop VOX), en las chapas de su cazadora y en sus camisetas. Especialmente simbólica es una negra en la que se lee 'Fight like Marielle Franco'. Es su homenaje a la socióloga y activista brasileña Marielle Franco, asesinada en Rio de Janeiro en 2018.
Marielle era un referente de la lucha de las mujeres negras pobres que residían en las favelas de las grandes urbes brasileñas. Su activismo le llevó a recibir amenazas cuando ocupaba el puesto de concejal en Rio. Acabó tiroteada la noche del 14 de marzo de 2018, junto al conductor que la llevaba en ese momento. Un crimen que provocó protestas y manifestaciones por todo el mundo y que todavía no se ha esclarecido: la semana pasada, el exgobernador de Río de Janeiro Wilson Witzel, vinculó el asesinato de Marielle a la familia del presidente de Brasil Jair Bolsonaro.
En EL ESPAÑOL hemos querido hablar con María, pero desde ERC nos han emplazado a otro momento. No quieren hacer declaraciones al respecto y menos estos días. Aquí la invitamos a retomar aquella entrevista de hace 6 años, cuando VOX aún ni asomaba y ella todavía no había decidido a quién votar.
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