En una de las más calurosas tardes de este julio, los turistas estaban disfrutando el ambiente en las concurridas terrazas de Benidorm. La presencia de los británicos, que desde este lunes ya pueden viajar fuera de su país con menos restricciones si están vacunados, se hizo notar en la noche del miércoles cuando un ciudadano británico, visiblemente borracho según los testigos, se negó a ponerse la mascarilla al entrar a los locales de la playa de Levante.
A la altura de la plaza triangular, cerca de uno de los puntos más visitados de la ciudad por sus vistas, la atención se dirigía a un joven británico de 28 años que a gritos pedía tomarse una cerveza. Rado, uno de los responsables del Tiki Town Beach Club, le recuerda claramente desde el momento en que entró a la terraza de su local. "Iba muy perjudicado. Se le veía que no iba bien desde la calle", cuenta a este periódico.
Su comportamiento así lo demostraba. El joven decidió que el macetero de la terraza era el lugar apropiado para orinar y se bajó los pantalones ante el público presente. Los camareros del local, como explica Rado, le llamaron la atención rápidamente para que no lo hiciera. "Y se los abrochó como si no pasara nada y pidió una cerveza, a lo que le dijimos que no, que, por favor, se fuera", asegura. A pesar de la negativa recibida, el joven seguía pensando que debía ser atendido y se sentó en una de las mesas de la terraza, esperando a ser atendido.
Los camareros le insistieron en que se marchara, pero el joven británico lo interpretó como una llamada para pasear por las mesas del bar mientras gritaba que quería quedarse. Rado vio entonces un coche de la policía local que patrullaba y se acercó rápidamente para pedirles ayuda. Les explicó lo que estaba sucediendo y los agentes intervinieron para atenderle.
A la vista de las autoridades, en un primer momento, el joven obedeció y salió al paseo para hablar con ellos. La situación parecía controlada y se le dejó marchar. Rado y los demás presentes volvieron a sus tareas, pensando que ya había terminado el desagradable episodio.
Pero no fue así.
Pegado al TikiTown Beach Club está un establecimiento de la cadena Burger King. El joven británico decidió repetir su comportamiento abiertamente agresivo para demandar más cerveza, como recoge el parte de la policía local. Como explican fuentes policiales, los comerciantes estaban preocupados porque el joven sin mascarilla seguía manteniendo una actitud violenta. Por ello, pidieron más refuerzos para controlar lo que parecía complicarse.
Así fue. En lugar de atender a la llamada al orden que estaban realizando los agentes, el joven decidió que la mejor huida era subirse en el quad policial con el que estos habían acudido al paseo marítimo. Los policías, sorprendidos ante la inesperada salida del británico, le hicieron frente para que se bajara del vehículo. Pero no atendió a sus peticiones.
El intento de controlar a un británico que, supuestamente, había bebido de más no había funcionado. El joven empujó fuertemente a uno de los policías de forma que este cayó al suelo. Los compañeros, rápidamente, le redujeron para evitar que la situación se complicase aún más. El joven había agredido, "como un loco", a un agente de la autoridad, que necesitaría luego de atención médica por lesiones leves en el codo, ambas rodillas y espalda.
Trasladado a dependencias, está detenido por atentado contra agente de la autoridad y está a la espera de su procesamiento.