Los vuelos a Ibiza, con su Es Vedrá recibiendo y sus jets privados a la espera, con el contador puesto; con su aeropuerto sin un solo puesto de periódicos y revistas porque AENA licitó el contrato a News & Books y estos han decidido no abrir.
Me informan que están preparando la nueva licitación, pero Ibiza sin quiosco en el aeropuerto es más pobre. Y en esto debería tomar medidas el alcalde de la ciudad, Rafael Ruiz, que es quien vigila la ciudad porque AENA vigila por los aeropuertos que no es lo mismo.
El pequeño aeropuerto de Menorca, ahora capital del arte europeo con la apertura de la galería Hauser and Wirth. Y el tráfico de charters a Palma. Es en estos aviones donde se cita la socialité española y europea que busca días de abarcas, kikois, y camisas de gasa con motivos indios.
Medio siglo se cumple este año del lanzamiento de Mediterráneo, el imponente álbum de Joan Manuel Serrat. Aprovecho la ocasión para reivindicar la canción como himno oficioso de este país de naciones. Pero claro, qué dirían los gaditanos y los vigueses. Al menos es mi himno y lo canto en la cala de Benirrás cada anochecer: “Lara lailo lailo, lara lailo lailo”.
La banca March es el único banco español de capital 100% familiar. No es pequeño este títular. La entrada de Catalina March, arquitecta, al Consejo de Administración del Banco, en sustitución de su padre Juan March Delgado, modernizará la institución que ya controla la segunda generación, los primos Juan March de la Lastra, hijo de Carlos March, y Juan March, el pequeño de Juan March Delgado. Los March son a las islas lo que el Levante a sus costas.
En Cala Montjoi, en la Gerona daliniana, se han celebrado esta semana los diez años del último menú de El Bulli. Mi amiga Cristina Jolonch dio buena cuenta en La Vanguardia. “Si El Bulli vuelve, será con el último menú que se sirvió”. “Cocinábamos ayer”, en homenaje a Don Miguel de Unamuno, podría titularse la crónica del regreso que se cuece, ya verán. Ferrán necesita razonarlo todo. Si El Bulli vuelve a dar de comer será porque ayude a la Fundación a recaudar dinero. Y yo como comilón y amigo de Adrià me parece estupendo el motivo. Mi recuerdo para El Melocotón Melba, el último plato que se sirvió en 'La Última Cena'.
La regata de Vela Clásica de los Puig, en su 14 edición, se celebró hace unos días en el Real Club Náutico de Barcelona a medio gas. No van a gas los barcos, que navegan todos a vela, les crujen las cuadernas y están bien catalogados. Dos son las categorías en la que los barcos que pueden competir, los botados hasta el 31 de diciembre de 1949 y los construidos según los criterios del Reglamento CIM y Barcos Clásicos: barcos botados entre el 1 de enero de 1950 y 31 de diciembre de 1975 y construidos según los criterios del Reglamento CIM.
El Alba, una yola color Tiffanys de 12m, propiedad del arquitecto catalán Damián Ribas es uno de mis favoritos. La Puig Vela Clásica figura en el calendario oficial de la RFEV puntuable para el Campeonato de España de Barcos Clásicos y de Época de 2021 y para el XI Trofeo Mare Nostrum. Espero que el año próximo a Carlos del Hoyo y Luis Dorado el Covid les permita tener más herramientas para que la regata se divulgue lo que merece.
Presumida, a seis o siete nudos, navega estos días, La Juliana su restauración. La saludé hace unas semanas en Formentera, frente a Can Rafalet, donde la ensalada de Peix Sec es de santiguarse y pedir otra. Se construyó en Alcudia hace 56 años y ha sido restaurada por su armador, el arquitecto José María de Churtichaga y su mujer Cayetana de la Quadra Salcedo, que ha convertido la histórica golondrina de Cabrera que antes se llamaba Debarivi, en su barco personal que también se chartea. Más info en el instagram de @la.juliana.boat. El lema Fluctuat Nec Mergitur (Es Batida Por Las Olas) preside su eslora de 16,5m.
Si tienes planes de fondeo descárgate la Poseidonia App, la aplicación que te advertirá donde se encuentran las praderas de la Zostera oceánica L que no es un alga. Repito, no es un alga lo mismo que el sake no es un destilado sino un fermentado, pero a veces se nos meten cosas en la cabeza que no hay quién nos las saque. La poseidonia es la responsable de la transparencia de las aguas baleares. Pablo Alomar, entre Tokio, Madrid y Palma de Mallorca, es el responsable de que en estas islas cada vez se beba más y mejor sake. Yo uno de ellos.
Las plantas son también protagonistas en el regreso de Ushuaia, sin pista de baile, bajo la batuta, como no, del mago de las discotecas Yann Pissenem, que junto a su hermano Roman como director de producción, han creado este año Palmarama, una experiencia única conectada con la cultura orgánica. Se estrena el domingo. Habrá que ver si el formato es replicable.
Cartagena necesita más proyectos. La edición de La Mar de Músicas ha sido muy aplaudida a pesar de las restricciones. Dos de sus cines permanecen cerrados y uno de los edificios modernistas de la Puertas de Murcia, quizá el más bonito de la ciudad, en manos de un banco, espera una idea, una ilusión, no solo un proyecto financiero, algo que le de vida a esa ciudad milenaria de cafés asiáticos y un submarino inventado por un hombre con nombre de frutal. Que cuente conmigo la ciudad, conozco la fórmula de la poción mágica de Asterix.
En Palma hay que alojarse en Casa Bornay, el pequeño hotel del que habla todo el mundo. Hay pocas habitaciones, pero si no le reciben por ser temporada alta pruebe a cenar, sino pruebe a comer y sino haga compromiso de volver. La cocina de mi tocayo Andrés Benitez no hay que perdérsela.. En Menorca, Daniel Entrecanales y sus amigos han abierto Cristine Bedford, en Mahón, decorada por Lorenzo Castillo, el place to be para visitar Hauser & Wirth. Antes o después de la visita. Hay que comer en Ses Forquilles, donde Uriol y Marco cuidarán su paladar, y alojarse allí. El Mediterráneo con solo un estrecho para renovar sus aguas sigue siendo encuentro de culturas y faro de tendencias. Venga a bañarse en él y por allí les veo.