Ana González (PSOE) es la alcaldesa de Gijón. Su nombre es conocido en la mayoría de círculos taurinos desde este pasado miércoles. No es que la alcaldesa socialista esté en el foco por una faena de orejas y rabo, por su buen manejo del capote. Qué va. Ella ha cogido la espada y ha entrado a matar –en sentido figurado– sin que le tiemble la mano de la muleta. "No se va a prorrogar el contrato –de la plaza de toros de El Bibio, en Gijón– ni se va a sacar ninguna otra concesión de ese contrato. ¿Motivos? Se han cruzado varias rayas. Yo diría que dos".
Daniel Ruiz es el propietario de la Ganadería Daniel Ruiz Yagüe SL. Hay quien le recuerda como "el caudillo de Albacete", por sus tejemanejes con la plaza de la localidad antaño. Ruiz se dedica a la ganadería, aunque también ostenta negocios en otros sectores sin que su nombre sea llamativo para los noticiarios. Si ahora la polémica gira en torno a él es por llevar sus toros a Gijón. En concreto por el nombre de tres: Feminista, Nigeriano y Nigeriano.
Estos protagonistas, casi antagónicos en sus ideales a priori, se han cruzado por una concatenación de casualidades que han conducido a que la tauromaquia se termine en Gijón –al menos de momento–. Si alguien no cree en las casualidades pensará que Daniel Ruiz 'retó' a Ana González, llevando al coso asturiano a un toro llamado Feminista, que acabó toreando un matador relacionado con la ultraderecha española.
En argot taurino, si nos quedamos sólo con los hechos, Ruiz se arrimó más que José Tomás. Y, al final, arrimarse a un bravo tiene sus peligros, más cuando ya tiene decidido ir a por el bulto y no a por la muleta. Resultado: te acaba cogiendo.
Lo que ocurrió fue lo siguiente. La plaza de El Bibio, en Gijón, celebraba la Feria de Begoña. El cartel no era malo para los taurinos. Morante de la Puebla, 'El Juli' y Daniel Luque ante seis toros de la ganadería mencionada.
El foco dejó de apuntar directamente al ruedo cuando se conocieron los nombres de las reses. Uno de los astados lidiados se llamaba Feminista y lo mataba Morante. Era la apertura. Luego dos bravos de nombre Nigeriano –lidiados en segundo y cuarto lugar– serían toreados por 'El Juli' y el torero antes mencionado, amigo de Santiago Abascal.
Hasta ahí, todo habría quedado en mera anécdota. Pero eso no iba a ocurrir en la época de las redes sociales. Lo ocurrido comenzó a correr como la pólvora por los terminales de los internautas.
La indignación crecía por momentos entre los feministas por el nombre del toro lidiado. ¿Quién le pone ese nombre al astado? ¿Por qué feminista? ¿Por qué lo mató Morante de la Puebla, torero amigo de Santiago Abascal y cercano a Vox? ¿Y por qué Nigeriano? ¿Qué implícitos esconde todo esto?
La polémica con los toros de Daniel Ruiz tardó poco en llegar a oídos de Ana González, alcaldesa de Gijón. La socialista cortaba por lo sano. El coso asturiano es municipal y su licitación pública ya estaba vencida: no volverá a acoger festejos taurinos.
La argumentación de la regidora era clara. "¿Motivos? Se han cruzado varias rayas. Yo diría que dos. Una con feminista y otra con los Nigeriano. Dos rayas muy importantes que una ciudad que cree en la igualdad de mujeres y hombres, que cree en la integración, que cree en las puertas abiertas a todo el mundo, no puede permitir".
Enrocada en el 'no' la regidora, no había negociación. "No se va a sacar una nueva concesión. Las concesiones son licitaciones públicas. No, porque si el mundo de los toros es esto, no aporta demasiado a la ciudad".
"Sí, se ha terminado la Feria taurina porque parece que se escondían demasiadas cosas", decía la regidora en su primera aparición ante los medios.
"El ataque más ridículo a la tauromaquia"
Antonio Bañuelos, presidente de la Unión de Criadores del Toro de Lidia, explica la polémica surgida. "Es el ataque más ridículo de que hemos tenido y de todas las personas que se han querido aprovechar de la publicidad que da el mundo del toro".
"El más ridículo y grave por la ignorancia de quien viene. La alcaldesa de una población importante... Justificar que se acaban las corridas en una plaza de tradición como es Gijón porque no le gustan los nombres de los toros pues en sí parece broma, pero la señora lo ha dicho en serio. Hay que tener en cuenta que –Ana González– representa a todos los ciudadanos de Gijón, incluidos los que van a la plaza", dice Bañuelos.
El presidente de la Unión de Criadores del Toro de Lidia (UCTL) explica de dónde viene el nombre de los toros bravos, por qué uno se llamaba Feminista y dos Nigeriano.
—El nombre de los toros siempre es el masculino de su madre. Desde hace siglos, los ganaderos ponen el nombre a una vaca. Si su producto es una hembra pone un sinónimo o parecido de la familia de la madre. Si la madre se llama Feminista, como en este caso, pues la hija puede llamarse Activista, Emprendedora, Colaboradora… Si es macho no puede llamarse Feministo el toro. Bueno, ahora igual sí lo pretendían, pero bueno. Nigeriano es hijo de Nigeriana. O Argelino o Argelina —explica Bañuelos.
No es algo novedoso, o que se haya implantado recientemente. Desde 1905, el registro y el control genealógico de las reses bravas lo lleva la UCTL. Obligatoriamente está registrado en el Ministerio de Agricultura, explica Bañuelos. "Habrá habido muchas vacas que se llamen Feminista, habrá habido muchos toros que se llamen Feminista y muchos toros que se llamen Nigeriano, Español, Burgalés… La familia del toro llamado Español proviene de una madre que se llama Española y a su vez puede ser hija de Portuguesa o nieta de Ibérica. Van manteniendo esta relación".
Es decir, a partir de ahora se matarán más toros con el nombre de Feminista. "De esta y de otras ganaderías seguramente", dice Bañuelos. "Los nombres no los ponen por la mañana. Se ponen 4 años antes de que salgan a la plaza. Y se pusieron hace 4 años porque era el apellido de su madre", insiste.
La alcaldesa y su tía Gervasia
En realidad, la regidora usó la estrategia que todos hemos utilizado alguna vez en la plazoleta cuando la pelota era nuestro. Si quiero que se juegue a baloncesto y no al fútbol como se está haciendo, me voy a mi casa y aquí no juega nadie. O el resto se compra una pelota para jugar a lo que quiera.
Aquí el caso es similar. La alcaldesa de Gijón no tiene potestad para prohibir los festejos taurinos en la ciudad. Ella misma lo ha afirmado. Simplemente, la plaza de toros es de titularidad pública y cada cierto tiempo se saca a licitación pública para que la gestione un empresario.
La última vez que el Ayuntamiento de Gijón realizó esta concesión fue en 2016. El período sería de 3 años y se podrían dar hasta tres prórrogas de un año cada una. Ahora habría que renovarla por última vez. Sin embargo, ese proceso depende de la regidora, que dejaba claro que no lo sacaría a concesión.
—La plaza de toros es un equipamiento municipal que hasta ahora ha tenido usos taurinos, pero el contrato ya ha acabado. Para que volviera a haber Feria de Begoña tendríamos que volver a convocar una licitación, pero no lo vamos a hacer porque vamos a dedicar la plaza a otras cosas.
Es decir, no prohíbe la celebración de festejos taurinos Ana González en Gijón. Al menos, no directamente, ya que tampoco tiene competencias para ello. Quita la plaza a los taurinos para dedicarla a otra cosa. Y el que quiera toros deberá hacer como los niños de la plazoleta: comprarse un coso.
—En los últimos años las voces pidiendo que no continuaran los toros en Gijón son cada vez más. Y es verdad que hay personas que querrían que se hiciera, pero ahora hay que escuchar a esa otra parte de Gijón que no quiere que haya toros. Encima ya utilizando los toros para desplegar una ideología contraria a los derechos humanos. Por ahí no podemos pasar. Por lo tanto, se acabó el contrato de los toros —argüía González en sus primeras explicaciones públicas.
Cuando le pidieron a González que se retractara tenía claro que no lo haría. Al menos eso parecía por su forma de contestar. Ella no se cree que los nombres de los toros procedan de las madres.
—Mi tía Gervasia se llamaba Gervasia y ninguno nos hemos llamado Gervasia. Los nombres han evolucionado muchísimo. Si hiciésemos aquí una rueda de preguntas veríamos que ninguno nos llamamos como nuestra madre, abuela. Aunque hubo un momento de cierta tradición, las tradiciones no son inamovibles. No tengo ni idea si la tatarabuela del toro Feminista se llamaba Feminista, no lo sé, pero no es importante.
El mundo taurino se le echó encima a la regidora. 'El Juli', que mató a Nigeriano en la ya famosa corrida de toros, se lo reprochó a través de un vídeo en sus redes sociales.
La Unión de Criadores de Toro de Lidia explica en un comunicado que no se trata de tradición, sino de normativa. "Por normativa de la raza para la inscripción de nacimientos de reses de lidia en el Libro Genealógico (dependiente de Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación – MAPA-) con objeto de conservar la trazabilidad de la genealogía, los machos adquieren el nombre de la madre".
"Los cuatreños liados el pasado fin de semana pertenecientes a la ganadería de Daniel Ruiz, descienden de las vacas ‘Feminista’ y ‘Nigeriana’, ambas vacas adquiridas por el ganadero en el año 1986, por tanto, con una descendencia superior a 35 años y con más de cuatro generaciones, ajenas de contextos sociales y políticos", proseguía el comunicado.
Una provocación y un desenlace
En realidad, el Ayuntamiento de Gijón ya tenía tomada la decisión de no prorrogar más el contrato. "Mire, ya teníamos decidido que no íbamos a sacar una nueva concesión. Lo único que ha hecho esto es adelantarlo más. Esto sólo ha sido la gota que ha colmado el vaso", decía González ante las preguntas de los periodistas.
Esa gota que ha colmado el vaso, en realidad, han sido un par de casualidades. El ganadero elige seis toros y entre ellos van Feminista, Nigeriano y Nigeriano. El Ayuntamiento de la localidad está gobernado por el PSOE, un partido que como la propia regidora asturiana ha indicado es "partidario de no apoyar este tipo de celebraciones taurinas".
Para colmo, de los tres toreros del cartel, el que se enfrentará a Feminista será Morante de la Puebla, relacionado con Vox, un partido que huye de todo aquello que tenga cualquier tinte feminista y deslegitima constantemente este movimiento social. Denominamos a esto casualidad porque los toreros y los ganaderos no eligen a quién se lidia: esto va, en teoría, por sorteo.
Son casualidades que, en el fondo, se podrían haber evitado. Una fuente conocedora del mundo del toro así se lo expone a EL ESPAÑOL. El toro hace cuatro años que se llama Feminista, pero quizás se podrían haber ahorrado la polémica y todo lo venidero lidiándolo en otro festejo. Quizás.
Daniel Ruiz decidió llevar a Feminista, se desconoce la motivación, a Gijón. Acción, reacción, repercusión.
El caudillo de Albacete
El empresario ha preferido no hablar. Ruiz se dedica al mundo del toro desde hace tiempo. Ha sido un hombre fuerte en Albacete, cuentan fuentes del mundo del toreo que le conocen de cerca a EL ESPAÑOL. Por ello hay quien aún le recuerda como "el Caudillo de Albacete". "Tiene una actitud prepotente".
"Ejercía presión en el coso de Albacete y se hacía un poco lo que quería. Metía a quien quería y como quería. Se puede decir que era muy fuerte o muy temido. Intentó monopolizar la plaza sin ser el empresario", comentan estas mismas fuentes.
Fuera de eso, la mayor polémica que rodea al empresario en el mundo taurino es una denuncia de una periodista hace años. "El juzgado número 3 de Albacete condena a Daniel Ruiz por lo sucedido, un delito leve de amenazas, penado por el art. 171 del código penal, con dos meses de multa con una cuota diaria de 10 euros más el pago de las costas procesales. La condena no es firme porque contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Albacete", reza la noticia publicada por Torosdelidia.es.
Según dicho medio dedicado al ámbito taurino, en la sentencia consta que Ruiz le dijo a la periodista Amaya Martínez: “Búscate un buen abogado que lo vas a necesitar, te voy a meter un palo porque eres una sinvergüenza”. Y luego le diría: “Guapa, graciosa, tonta, subnormal y gorrina”.
Hasta el rabo todo es toro
Lo acaecido hasta el momento ya está escrito. Aun así, queda mucha faena, pero parece claro que Gijón se va a quedar sin tauromaquia, ya que la concesión de la explotación de la plaza no será prorrogada.
Desde la Unión de Criadores de Toro de Lidia aseguran que la oposición que se encontrará González será firme. Además, hablan ya de los tribunales, por lo que ven como un claro caso "de prevariación".
"El asunto no es menor para la señora alcaldesa, que no la conocía nadie ha conseguido que la conozcan en toda España por su desinformación. Además, es que algo que es legal lo quieren ilegalizar", apunta Bañuelos.
Habrá que ver cómo desenlaza esta historia. Gijón se quedará por el momento sin tauromaquia, una vez se termine la concesión de la plaza. Luego habrá que ver por cuánto tiempo se consigue adjudicar el nuevo contrato y a quién va destinado. En 2023 habrá elecciones municipales y del resultado también dependerá el desenlace. Hasta el rabo todo es toro.