El pasado 25 de agosto, algunos supermercados como Mercadona han anunciado un aumento del precio del cartón de leche en sus establecimientos. La distribuidora valenciana informaba a los consumidores de un incremento de tres céntimos por litro de producto para este mes de septiembre. La cadena de Juan Roig comunicaba que esta decisión empresarial tiene como objetivo ofrecer unas mejores condiciones a sus ganaderos españoles. De esta manera, se comprometieron a no bajar de 0,60 euros la oferta del brik en sus estantes.
Fue necesaria una larga negociación con el sector primario para que esta medida fuese aplicada. Tras las largas protestas de agricultores y ganaderos frente a los principales supermercados, algunos ya se han comprometido a pagarles un precio justo a sus abastecedores de lácteos. También la compañía valenciana Pascual ha asumido este incremento en el valor final de su producto envasado. Diversos agricultores, así como algunos sindicatos, han considerado este apoyo como “un paso muy importante”.
A día de hoy, hay supermercados que compran entre el 25% y el 30% de la producción láctea española. La sociedad valenciana tiene acuerdos con diversas industrias alrededor de España, siendo las fábricas gallegas especialmente relevantes y activas. Los ganaderos solicitan que este aumento de precio no se quede en manos de intermediarios, sino que realmente llegue a sus granjas para poder afrontar una crisis que tiene como detonante “el aumento de los costes de producción en el campo.”
El coste de las granjas
Ana Rodríguez es una ganadera de Chantada (Lugo) que se encuentra al frente de una Sociedad Agraria de Transformación. Empresa dedicada al cuidado del ganado bovino y la producción de leche que gestiona junto a otras dos familias. Además, es economista y a día de hoy ejerce el cargo de vicerresponsable del Sector Lácteo del Sindicato Labrego Galego (SLG). Durante sus muchos años de experiencia en el sector, Ana ha afrontado numerosas dificultades que han ido en aumento.
“Ahora mismo hay un incremento de costes impresionante: sube la luz, suben los combustibles y suben los piensos”, asegura. “Según datos del propio Ministerio de Agricultura ya había muchas granjas en nuestro país donde no se cubrían los costes, pero ahora todo ha empeorado”, añade. Ana resalta que uno de los mayores problemas que existen es que se está vendiendo el producto lácteo por debajo de su valor monetario de fabricación.
“Una de las reivindicaciones históricas que tenemos es que la distribución no puede tener el precio de la leche por debajo del coste de producción. Si se vende el cartón de leche a 55 céntimos no podemos cubrir gastos de ninguna manera”, sentencia. La profesional del sector lácteo contempla estas medidas de subida como “algo positivo”, pero comunica que podría ser insuficiente si las industrias lecheras no trasladan esta subida de precio a las granjas que les suministran materia prima.
Ana recuerda que las granjas familiares son el músculo de la producción láctea gallega. “En Galicia solo hay un 7% de granjas de gran tamaño, mientras que el 93%, son medianas o pequeñas. Grande se considera una granja que tiene unas 160 vacas en ordeño”, explica. Según relata, para las empresas humildes es muy difícil salir adelante. “En ganadería normalmente no cobramos salarios, sino que se va guardando de un mes para otro porque hay meses mejores y meses peores. Se pagan todos los gastos y lo que queda es nuestro salario”, concluye.
Porcentajes alarmantes
Román Santalla es secretario de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Ganadero desde hace 40 años, gestiona junto a su hijo, Álvaro, una granja en la localidad de Lalín (Pontevedra). A sus 61 años sigue trabajando para sacar adelante su empresa, pero informa de que a pesar de todos sus esfuerzos los granjeros “se están arruinando”. Para defender su tesis, Román aporta una serie de datos que traducen numéricamente las dificultades que atraviesa el sector primario.
“El precio de los sacos de pienso que ha subido de media un 30% desde principios de este año, porque ha aumentado el precio del maíz, la colza, la cebada y la soja con la que se fabrican”. Román apunta que los gastos de alimentación del ganado vacuno suponen el 60% de los costes totales. “Son datos que se pueden comprobar a través de fuentes oficiales del Ministerio. Si antes el kilo de pienso costaba 26 céntimos el kilo, ahora su precio se sitúa en 31 céntimos”, informa.
No obstante, cuenta que hay otros factores a tener en cuenta a la hora de analizar el encarecimiento de la leche. “La energía ha subido de media 26%, pero tiene puntos de un 40 y un 50%”, sostiene Román. “Cuando ordeñamos la leche sale a unos 40 grados y nosotros tenemos que enfriarla inmediatamente a tres grados para mantener las condiciones higiénico sanitarias pertinentes”. Describe que este proceso se debe hacer en tan solo media hora y que supone un alto gasto de energía.
El ganadero de Lalín hace también mención a la subida del 20 al 25% en el precio del combustible y del gas. Afirmando que dependen mucho de ellos. “Es en el campo donde se produce el mayor aumento de los costes de producción, aunque también es verdad que en las fábricas tendrán sus subidas, especialmente en el precio de la energía”, comunica. “Los demás eslabones de la cadena tendrán sus gastos, pero nosotros tenemos los mayores”, asevera.
Un paso importante
Al igual que Ana, Román apoya la decisión que han tomado los supermercados de subir la leche. Considera que es necesaria, pero se muestra preocupado sobre la repercusión que tendrá esta medida para los dueños de las granjas. “Nos parece un gesto a considerar, pero si las industrias no nos trasladan ese beneficio, nosotros vamos a seguir en quiebra. Tenemos que tener constancia que la subida de precios hacia el consumidor va a llegar al campo”, reitera. El ganadero critica a aquellas fábricas que “se han empeñado en que la leche valga 32 céntimos. Un litro de leche, producirlo, cuesta 36, 37 y en el sur 39”, añade.
“Tenemos vacas de toda la vida y, como todos los ganaderos españoles, nos estamos arruinando”. En cuanto a las subvenciones de la PAC, Román comunica que todo sector que debe ser subvencionado es porque no se puede sostener. “Queremos cobrar la leche a un precio digno y que no se especule, no recibir dos o tres céntimos de subvención”. Además, señala que para acceder a esas ayudas del 10% están cumpliendo unas normas muy estrictas de las que están orgullosos “de bienestar animal, medioambiente y reducción de las emisiones de gas”.
Román solicita al Ministerio de Agricultura que aplique la llamada Ley de la Cadena Alimentaria, que “dice de forma clara que todos los contratos tienen que llevar consigo el incremento de los costes de producción. En estos momentos, en España no está pasando”. El ganadero confía en que el ministro, Luis Planas, haga cumplir estas normas, pues según él: “En el sector lácteo español quienes mandan son los franceses. En Francia las empresas se toman lo que dice su gobierno muy en serio, cosa que no hacen con el nuestro. Buscan arruinarnos y traer la leche de Francia”, opina.
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