José María Sánchez, el diputado de Vox que sólo se enzarza con mujeres: 'bruja', 'chillona gallega'...

Solo unos meses antes, en diciembre de 2020, Sánchez García llamó "chillona gallega" a la diputada orensana del PP, Ana Vázquez, portavoz 'popular' de la Comisión de Interior. El motivo del desprecio no fue otro que la aversión de Sánchez a la forma de hablar de la diputada. Lo que se discutía eran las partidas presupuestarias dedicadas a las Cortes Generales, en concreto a su personal eventual.

Sánchez García fue rechazado por la bancada 'popular' al meterse con Vázquez, a lo que el de Vox continuó: "Sí, ya sé que esto es machismo, por cierto está aquí presente doña Cuca, que puede salir luego a decírmelo". Se refería a la portavoz del PP Cuca Gamarra, la cual no le contestó, sino que lo hizo la propia Vázquez.

El diputado era también portavoz de la Comisión Constitucional del Congreso. Allí, en sus numerosas intervenciones, siempre se dirigía a las mujeres de la mesa como "presidente" o "vicepresidente". En una ocasión, en febrero de 2020, en medio de un plenario en el que compareció la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, Sánchez García hizo ademán de encenderse un puro. Finalmente fue advertido de que no lo hiciera, y guardó el cigarro encima de la mesa junto a un mechero.

Contra el matrimonio civil

Antes de dedicarse a la política, Sánchez García fue Catedrático de derecho eclesiástico del Estado en la Universidad de Sevilla. En 2010 participó en el II Congreso de Juristas Católicos, donde impartió una ponencia sobre el matrimonio. En su presentación aseguró que la institución había quedado "vacío de contenido" y dijo que no significaba "nada" en las leyes civiles. También afirmó que "ciertas instancias" pretendían acabar con el matrimonio tal y como se entiende desde la religión.

"[Al matrimonio] no le queda casi ninguna de sus notas esenciales como la irrevocabilidad, la unidad, la heterosexualidad o la distinción específica con otro tipo de vínculos jurídicos como las uniones de hecho", aseguró. El ahora político también dijo que no le extrañaría que en España se llegase a reconocer el matrimonio polígamo y reivindicó la unión en el altar "como una consideración antropológica como realidad natural", parafraseando al papa emérito Benedicto XVI.

Además de ejercer como Catedrático, Sánchez García es juez en excedencia y ha desarrollado su actividad en prestigiosos despachos internacionales como Baker  & McKenzie y Olswang. También fue Letrado del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y dispone de un gran patrimonio. En su última declaración de bienes aseguró poseer varios pisos en Madrid, Alicante, La Coruña, además de una finca rústica en Huelva, varias plazas de párquing y cuatro vehículos. El dinero que tenía en la cuenta corriente rondaba los 450.000 euros. Ahora mismo su sueldo es de 86.000 euros anuales. Como letrado del tribunal europeo alcanzaba los 162.000, libres de impuestos.

Fue elegido como diputado de Vox por Alicante a pesar de haber nacido en Madrid y no haber residido nunca en la ciudad del levante. En una entrevista a un medio local reconoció no sentirse mal por que le llamasen "cunero" y defendió sus vínculos con la localidad, donde su familia participa en un Hotel Meliá.

"Bruja"

La última polémica del diputado conservador se produjo durante el debate del pleno sobre la penalización a quienes acosan a mujeres que pretenden abortar a las puertas de las clínicas. La propuesta fue presentada por el PSOE y contó con la oposición de Vox. El partido se hizo eco del eslógan esgrimido por colectivos provida que consideran que rezar a las puertas de estos centros médicos, mientras informan de manera insistente a las mujeres que acuden a ellos, no se trata de acoso.

"Recen ustedes cuanto quieran...", decía en su discurso desde la tribuna la socialista Laura Berja. La frase fue interrumpida por un abrupto sonido: "¡Bruja!". Sánchez García intentó que Berja no terminase la frase: "Recen ustedes cuanto quieran, pero dejen a las muejres ejercer sus derechos".

El presidente suplente de la cámara Alfonso Rodríguez Gómez de Celis llamó la atención hasta en tres ocasiones al diputado. Le pidió que retirase el insulto, pero este no se dio por aludido. Solo contestó: “No retiro que ha dicho mentiras”. Así, se le pidió que abandonase la cámara, siguiendo lo establecido en el reglamento. Sánchez García, sin embargo, se negó. Bajó las escaleras del hemiciclo y se sentó al lado de su compañera de partido Marena Olona. Ante la negativa, el presidente de la cámara suspendió temporalmente la sesión.