El barrio de Villa Patro, en Lardero (La Rioja), se volcó este domingo en una concentración en memoria del pequeño Alex, asesinado el pasado jueves presuntamente por Francisco Javier Almeida. La familia está derrotada, pero Gonzalo Martín, tío abuelo del pequeño, estuvo presente en la reunión convocada por la Asociación de Vecinos. Martín no se explica aún cómo el detenido por la muerte del pequeño podía estar en libertad y cargó contra el la cartera que ostenta Grande-Marlaska. “El Ministerio del Interior que se ponga manos a la obra y lo solucione”.
“Se podía haber evitado”, dijo ante los medios el familiar de Alex. “Este señor salió hace 19 meses. Creo que la Justicia ya podía haber hecho algo con este individuo, con este asesino”, exponía Martín.
El silencio sepulcral de la concentración sólo se rompió por el escueto manifiesto de apoyo a la familia de Alex leído por el presidente de la asociación de vecinos. También por el grito de una vecina: "¡Justicia!".
Piensan desde la familia que han sido ellos, pero “con este asesino suelto le podía haber tocado a cualquier niña que se intentó llevar a su terreno la semana pasada”. Esperan, por tanto, que Almeida no vuelva a gozar de ningún tipo de libertad de circulación.
“Mató a una agente inmobiliario, violó a una niña de 13 años, tiene una carrera de delitos y tiene que estar en la cárcel de por vida. A Alex no nos lo van a devolver, pero queremos que se pudra en la cárcel”, exponía Martín en medio de la muchedumbre concentrada.
El asombro de la familia también radica en los 39 permisos penitenciarios de los que gozó Almeida entre 2013 y 2020. “Podría haber hecho lo mismo. Estamos hartos. Queremos salir a la calle y no tener que ir con miedo de quién será el señor que pasa a nuestro lado”.
Con relación a estas palabras, Martín continuaba: “Tengo que decir que el Ministerio del Interior se ponga manos a la obra y lo solucione. Que mi sobrino sea el último, que no haya más. Que no estén deseando hacer elecciones, que los españoles vayamos a votarles, para buscar un asiento caliente y un sueldo vitalicio. ¿Para qué? Hoy ha tocado a Logroño, pero mañana puede tocar en otro sitio”.
“Los padres están matados”
El tío abuelo de Alex hacía alusión en esta concentración a la situación familiar. "Los padres están matados. Los abuelos están derrotados. Esto no puede ser así”, expuso.
No creen desde la familia, la tesis de que el presunto asesino se llevara al menor engañándolo con la argucia de que le enseñaría un cachorro. “Tenía fobia a los perros”, decía. Piensa que hubo algo más, “algo que sólo saben mi sobrino y el asesino”.
Martín estaba junto a sus padres en el momento en el que Almeida lo raptó. La madre le dijo: “Un minuto y cenamos”. Fue la última vez que lo vio, cuenta Gonzalo. “Ahí hubo algo que no sabemos. Fue en cuestión de un minuto”.
El pequeño Alex, de 9 años, era “un encanto de niño, una preciosidad. Le queríamos con locura. Cariñoso, dinámico, alegre, hacía teatro, le encantaba Halloween. Esta noche no vamos a poder estar celebrándolo”. “Se ha ido un hombre que luchó contra un asesino”.
Gonzalo cerraba su intervención asegurando que “está bastante dicho todo. Estamos cansados. Los vecinos están con el corazón en un puño. Los vecinos quieren tener su rato de ocio y que los críos sigan jugando en el parque. ¿Cómo van a venir ahora?”.