Isabel se levantó temprano, como cada mañana, para ir a trabajar al Mesón Castellano, a las afueras de Maqueda (Toledo). Se montó en su Seat León azul, como cada mañana, y condujo hasta la estación de servicio donde se ubica este restaurante familiar. Como cada mañana, se bajó del vehículo y comenzó a andar hacia la puerta, cruzando por delante de la estación de servicio. Apenas dio 10 pasos y se encontró con su verdugo. Fue su última mañana.
A Isabel (45 años) la mató su pareja sentimental, Javier Palma, a las puerta de su trabajo. El encargado de la gasolinera de enfrente escuchó “un sonido muy fuerte, como el del reventón de una rueda” y salió a mirar. Dos compañeras se acercaron hasta su cuerpo. Pensaban que se había caído. Tenía un disparo de escopeta en el cuerpo.
Después de dispararle a bocajarro y dejarla con un hilo de vida, Javier se subió a su coche. Condujo menos de 100 metros hasta la siguiente rotonda, aparcó en un camino de tierra y se pegó el otro cartucho contra sí mismo.
La Guardia Civil se acercó hasta el lugar de los hechos. Sobre las 14:30 horas terminaron de levantar el cadáver. El restaurante, donde algunos de los trabajadores se resguardaron para llorar asimilando lo ocurrido, cerró por defunción. Una pareja del pueblo que se había acercado a comer se tuvo que marchar.
La relación
Llevaban juntos 7 años. ‘La pecerita’ y ‘el Pilatos’, que son los nombres a los que responden sus respectivas familias, ya fueron novios de jóvenes, en 1990. Uno de esos noviazgos que se piensan para toda la vida pero que van a toda velocidad y se acaban antes de tiempo.
Los celos siempre fueron el mayor de los problemas de Javier. Siempre inseguro, siempre controlador, fue el motivo por el que cortaron cuando estaban a punto de casarse. Incluso ya tenían la casa construida. El padre de Isabel se dedicaba al sector y erigió una vivienda en un terreno que tenía el asesino en La Puebla de Montalbán. Él se la quedó al acabar la relación.
“Una chica muy normal”, explican en la Cervecería El Palacio, en su Burujón natal. Porque la violencia machista no entiende de nada y llega a todos. Al romper con Javier, ella empezó otra relación. Se casó con un hombre con el que tuvo dos hijos. Un varón, de veintipocos años, y una mujer que no llega a la veintena, pero que ya le había dado un nieto. Por eso en su coche, con el que llegó a su trabajo en la mañana de ayer, se puede ver una sillita de bebé.
Él también empezó una nueva vida. Se casó con una mujer y engendró tres criaturas. Pasó su vida en Montalbán, “yendo y viniendo”, explica Marcelo detrás de la barra del bar que lleva su nombre. “No te creas que se juntaba mucho por aquí. A su hermano sí se le conocía más”, explica mientras recibe a un repartidor que le deja un paquete para un vecino.
Segunda oportunidad
‘El perdigón’, que era el mote de Javier, se divorció en 2015. Igual que Isabel. Ese amor de juventud que se apagó a principios de siglo se avivó de un soplido, de repente. Fue hace siete años, con sus respectivas vidas hechas, cuando decidieron darse una segunda oportunidad.
Isabel trabajaba “en el calzado, arreglando zapatos en su casa, que por esta zona es algo muy común”, afirman en la cervecería. Con la crisis de la pandemia todo fue a peor en las cosas que afectan al bolsillo, ella se cansó de su labor y la dejó. Hace dos meses empezó a trabajar limpiando en el Mesón.
“Se ve que ella empezó a estar menos en el hogar, que llegaba más tarde, que salía más, y eso a él no le gustaba”. Con estas volvieron los celos de Javier, y de su mano los demonios de Isabel.
Dos meses estuvo trabajando en el restaurante. 60 días fueron suficientes para volver a darse cuenta de que no estaban hechos el uno para el otro. Hace ocho días ella decidió acabar con la relación de nuevo. Hasta lo bloqueó de Facebook, donde los dos eran muy activos y mostraban su amor a raudales.
Isabel, de 45 años, es la cuarta víctima de la violencia machista en España en lo que va de año. En 2022, también han sido asesinadas Luna, de 32 años, Mónica, de 50 años, Sara Pina Yeregui, de 38 años. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018, 55 en 2019, 43 en 2020 y 41 víctimas en 2021.
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