Alerta en Exteriores por el estado del valenciano jubilado apresado por los rusos en Ucrania
La embajada española en Kiev, que opera actualmente desde Varsovia, trata de "esclarecer su situación" tras la denuncia de su desaparición.
23 marzo, 2022 01:00Noticias relacionadas
Crece la preocupación por la integridad del primer apresado español por el ejército de Vladimir Putin. Se trata de Mariano García Calatayud -conocido en Ucrania como Mario- un jubilado valenciano de 73 años que colabora con la resistencia ucraniana frente a la invasión rusa. El Gobierno de España trasladó este martes a sus allegados que está investigando su paradero, que reconoce desconocer por el momento.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores indicaron a EL ESPAÑOL que la embajada española en Kiev, que opera actualmente desde Varsovia (la capital de Polonia), ha activado un operativo de búsqueda.
Según precisaron, tanto dicha embajada como "los servicios de emergencia consular del Ministerio de Asuntos Exteriores" se encuentran "siguiendo atentamente este caso". En concreto, "investigando cuál es el paradero de Mario García Calatayud para esclarecer su situación". También subrayaron al respecto que "permanecen en contacto con su familia".
Fue una amiga suya en Ucrania quien hizo saltar las alarmas. Según relataron a este periódico fuentes municipales, esta persona trasladó su preocupación a los familiares de Mario en España al pasar tres días desde que lo vio por última vez. Lo hizo a través de mensajes a varios de sus allegados. Y a ellos les ocurría lo mismo. Desde el pasado viernes nadie ha sido capaz de contactar con él. Este miércoles se cumplirán cinco días.
Posteriormente, otros amigos de Mario en Ucrania advirtieron a la misma mujer de que Mario había sido apresado por el ejército ruso en la ciudad de Jersón. Habría ocurrido cuando participaba en una acción de protesta. Vicenta, una de las hermanas del detenido, confirmó el mismo escenario este martes a la televisión valenciana À Punt.
Dispuesto a combatir
La preocupación es máxima, porque Mario, pese a que colaboraba principalmente en labores humanitarias, es veterano de guerra español y se había mostrado en varias ocasiones dispuesto a combatir a los invasores de Ucrania. Además, posaba frecuentemente con atuendo y armas militares. Su familia desconoce si había llegado a entrar en combate.
Este vecino de la localidad valenciana de Carlet residía en Ucrania desde 2014. Acudió al país tras la toma de la península de Crimea. Dejó atrás a su familia en los municipios de Carlet y Benimodo (dos hermanos y un hijo) para ayudar al pueblo ucraniano y dar "un nuevo sentido a su vida".
De pequeño, su padre le contó que la ciudad de Odesa acogió a los niños españoles -entre ellos, alrededor de 70 valencianos- que huían en barcos durante la Guerra Civil española. Aquella historia le fascinó y despertó su interés por Ucrania.
Mario trabajó toda su vida en una empresa valenciana de pavimentos. Más tarde, aprobó la oposición para ser funcionario en el ayuntamiento de su pueblo. A partir de ese momento, se convirtió en trabajador público y jefe de la brigada de obra municipal.
Pero pidió la prejubilación para poner rumbo a Ucrania sin mirar atrás en 2014, y desde aquel momento no ha regresado a casa. "Claro que merece la pena, quiero que todo el mundo sepa la verdad y la realidad de quién es Vladímir Putin, el señor de las guerras", explicó a este diario. Cuando empezó la invasión, su familia intentó sin éxito que regresara. Él se negó rotundamente.
En Ucrania, según relató, encontró un pueblo abierto y acogedor que está acostumbrado a vivir en una atmósfera bélica. Su intención era permanecer en el país para devolver a los ucranianos "todo lo que hicieron por España".
Entonces ya vaticinaba que terminaría siendo detenido. "Estoy bien gracias a Dios. No tengo miedo y no voy a moverme de aquí, estoy acostumbrado a estas cosas. Me han dicho que vendrán a por mí porque soy un veterano de guerra español que ayuda a los ucranianos, pero yo no pienso marcharme. Sabía a lo que venía", subrayó.
Mario contó a este periódico cómo vivió en primera persona las primeras horas del ataque ruso. "Estaba con un amigo español en casa. Eran las cinco de la madrugada aproximadamente y acababa de entrar a la ducha. Empezamos a escuchar los bombardeos y las primeras explosiones, a unos 30 kilómetros del lugar en el que nos encontramos. Estábamos esperando a que Putin atacara".
Con frecuencia enviaba a este periódico desde Ucrania vídeos de los acontecimientos que presenciaba, pero dejó de hacerlo el viernes, el último día que pudieron contactar con él sus amigos y familiares.