La Policía Nacional intervino hasta 103 relojes de alta gama y 15.000 euros en el transcurso de la operación que permitió desmantelar la supuesta secta destructiva de carácter sexual que durante más de 20 años operó en Castellón con total impunidad
El líder de esta organización, Antonio G., conocido como el tío Toni, presuntamente sometía a los miembros de la comunidad a extenuantes jornadas de trabajo, además de solicitar que realizaran aportaciones económicas bajo supuestos fines altruistas, desviando ese dinero para aumentar su patrimonio familiar.
La comunidad del tío Toni estaba instalada en una gran masía, llamada La Chaparra, del término municipal de Vistabella, en el interior de Castellón. Vistabella es el municipio de mayor altitud de la Comunidad Valenciana y cuenta con unos 150 habitantes en esta época del año. Este entorno le permitió pasar desapercibido.
Durante la operación, los investigadores también hallaron abundante material pseudo religioso y esotérico. La investigación se inició el pasado año cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una comunidad aislada y hermética donde, presuntamente, con pretextos esotéricos y sanatorios, se estaban cometiendo distintos delitos y cuyas víctimas tenían limitada o anulada la capacidad crítica y la voluntad.
El tío Toni, autodenominado "enviado de Dios" y con un carácter autoritario y carismático, ejercía técnicas de persuasión coercitiva sobre sus seguidores desde una posición de superioridad y utilizando el engaño, llegando a anular su voluntad.
A tal efecto, conseguía mantener unos privilegios para él y para su familia, tanto económicos como sociales. A pesar de su actual estado de salud, el líder continuaba desempeñando su rol en la secta, según ha confirmado este viernes la Policía en un comunicado.
Eset grupo, que en un inicio se creó bajo fines humanitarios y sociales como una hermandad de amigos, se fue transformando, poco a poco, en un grupo de carácter hermético y aislado, difícil de abandona. Además, se llevaban a cabo también actividades constitutivas de delitos sexuales.
A los arrestados se les imputa su presunta participación en los delitos de pertenencia a grupo criminal, delitos contra la libertad e indemnidad sexual y delitos patrimoniales, entre otros. El líder y otras dos personas han sido ingresados en prisión provisional.
El patrimonio
Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, la dirección de la casa que regentaba la comunidad corresponde al domicilio fiscal de una empresa, La Chaparra SL. Las personas que figuran como administradores aparecen vinculados a su vez con otro conglomerado de empresas.
Según aparece en el Registro Mercantil, la empresa se creó en el año 1999 y cuenta con un capital social de más de 288.000 euros. El tío Toni no aparece en el consejo de administración. La actividad comercial de la empresa es el alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia.
Entre los activos con los que cuenta está la propia masía. Con una superficie total de 222 hectáreas, dentro del perímetro de la parcela se encuentran una zona con parque infantil, corral, un pajar, un cobertizo para el ganado, un pozo de 22 metros de profundidad, un depósito de agua con capacidad para 21.000 litros y la masía de tres plantas destinada a vivienda. Solo en la planta baja hay 17 habitaciones.
Según consta en el Registro de la Propiedad, entre las cargas de la casa consta una hipoteca de 240.000 euros formalizada en 2003 y otra de 66.000 euros. El nombre del tío Toni tampoco aparece en estas operaciones.
Los investigadores estuvieron registrando la casa durante varias horas en busca de pruebas. La Policía también encontró dentro de la masía una ingente cantidad de material fotográfico, así como cintas de vídeo y aparatos de grabación.
Las víctimas
Todavía no se ha podido calcular el número de personas afectadas, pues la actividad de la secta se habría extendido durante muchos años. El grupo estaba manipulado por la voluntad de su líder, quien llevaba años sometiendo a prácticas sexuales a menores y a adultos a los que habían convertido en adeptos del clan.
El tío Toni logró ganarse la confianza de sus víctimas entre mensajes divinos y sexuales. También ofrecía sus servicios a través de comercios situados en la ciudad de Castellón. Decía que podía curar el cáncer o limpiar el espíritu de los niños y les invitaba a vivir en La Chaparra. Los investigadores buscan ahora a sus víctimas por todo el país.
La Policía Nacional ha puesto en marcha un nuevo mecanismo para investigar la presencia de sectas en España.
A través del correo sectasdestructivas@policia.es, analizado por especialistas de la Comisaría General de Información, se constituye un canal donde cualquier ciudadano pueda comunicar hechos relacionados garantizando, en todo momento, el anonimato y la confidencialidad.