La ciudad de Oviedo sigue totalmente consternada por el brutal asesinato de Erika Yunga, una vecina de solo 14 años. La joven fue hallada muerta este martes con heridas de arma blanca en el interior del edificio donde vivía con su familia. El presunto asesino es un ciudadano moldavo de 31 años que ya intentó cometer una agresión similar hace un año, según informan fuentes cercanas a la investigación a EL ESPAÑOL.
Erika llegó a su casa del instituto en torno a las 15 horas. Llamó al telefonillo de su casa, en el número 69 de la calle Vázquez de Mella. Su padre le abrió la puerta y, al ver que la joven no subía, bajó y se topó con manchas de sangre en el rellano. En ese momento, llamó a la policía.
Los agentes llegaron y accedieron por la ventana del patio interior al 1º E, donde se encontraron el cadáver de la joven con múltiples puñaladas. Las fuentes policiales consultadas por este periódico destacan el ensañamiento con el que actuó el presunto asesino.
El hombre se atrincheró en el cuarto de baño de su casa y comenzó a autoinfligirse heridas graves con un cuchillo, presumiblemente, el mismo arma homicida. Los agentes lograron que saliera. El presunto asesino presentaba numerosas cuchilladas en manos, tórax, cuello e incluso en la cara que le hicieron perder abundante sangre.
Fue trasladado con pronóstico grave al Hospital Universitario Central de Asturias, donde se le sometió a una operación de varias horas. En este momento, el hombre se encuentra sedado en la UCI con pronóstico grave.
22 días en el barrio
El presunto asesino llevaba solo 22 días en el vecindario, tiempo suficiente para que los vecinos y la familia se percataran de la fijación que tenía con Erika. Las citadas fuentes confirman que el presunto asesino había acosado previamente a la víctima, un relato que también sostienen los testimonios de varios vecinos citados por periódicos locales asturianos. No consta que el hombre tuviera antecedentes psiquiátricos en su historial clínico en España. En el historial de su país de origen, se desconoce.
La principal hipótesis que barajan los investigadores es que el hombre intentara agredir sexualmente a la joven y ella se resistiera, pero todas las posibilidades siguen abiertas. Tampoco está claro si víctima y presunto asesino se encontraron por casualidad en la escalera o él la estaba esperando.
Decenas de vecinos de Oviedo, integrantes de la corporación local y trabajadores municipales y diputados del parlamento asturiano han guardado este miércoles cinco minutos de silencio para mostrar "su condena y repulsa unánimes ante el homicidio" de la menor.
Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha calificado estos hecho de "tragedia terrible, algo para lo que no hay ni palabras ni consuelo" y ha expresado que se trata de "un día terrible para Asturias" y que su corazón "está con su familia y con la gente que la conocía y la quería".
También a través de las redes sociales, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, ha mostrado su más firme condena y repulsa por la muerte de la adolescente a la vez que ha trasladado su más sincero pésame a los familiares y amigos así como todo su apoyo "en estos difíciles momentos".
En la misma línea se ha pronunciado la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, que ha expresado su condena y su profundo dolor "por la muerte violenta" de una niña de 14 años "algo que no debería producirse nunca" y ha avanzado que están pendientes de la investigación "para esclarecer las circunstancias de la muerte".