Murcia

Basma ha hecho historia en el árbol genealógico de los Belrhalia Laouar: es la primera de la familia que cursa una carrera universitaria. No lo tuvo fácil y lo ha hecho público ahora, en Tik Tok, con un vídeo que corre como la pólvora entre estudiantes de la Región de Murcia que son inmigrantes o la primera generación de hijos de inmigrantes que han nacido en suelo español. "Sufrí discriminación con mi profesora de Lengua Castellana y Literatura en segundo de Bachiller, en aquel momento no hice nada por miedo a que me suspendiese y no poder hacer la Ebau", tal y como explica Basma a EL ESPAÑOL.

"Tenía claro que quería estudiar la carrera de Periodismo desde el instituto", apunta esta joven, de 20 años. Ella es la segunda de los tres hijos que tuvieron El Mamoune y Rabha tras asentarse a finales de los años noventa en Los Conesas: un caserío rural de Cartagena. Desde pequeña, Basma destacó por su enorme personalidad entre los hijos de las familias de inmigrantes marroquíes que residían allí, entre otros motivos, porque jugaba al fútbol con los chicos y le encantaban los libros.

"En Los Conesas aprendí lo que es la humildad, pero no había biblioteca, ni transporte público, todo el rato dependía de mis padres y cuando acabé la ESO les dije que quería que nos mudásemos a Cartagena para estudiar Bachiller y conseguir mi sueño", recuerda Basma, que en la actualidad cursa segundo de Periodismo en la Universidad de Murcia. "No podía quedarme en el pueblo porque sabía que allí no llegaría a nada".

- Teniendo en cuenta el sesgo machista que suele haber en la educación y las costumbres de las familias de Marruecos: ¿cómo se tomaron sus padres esa petición?

- Basma: Ellos son más liberales y sabían que valía para estudiar porque se lo demostraba con mis matrículas de honor. Les dije que se fiasen de mí porque no les iba a defraudar y se mudaron a Cartagena para que yo hiciese Bachiller, tuviese acceso a una biblioteca y pudiese jugar por primera vez en un equipo de fútbol femenino.

Esta veinteañera, de sonrisa contagiosa, empezó a jugar de lateral en el FC Cartagena, mostrando su calidad con la zurda, mientras hacía lo mismo con las asignaturas del Bachillerato de Humanidades. "Sacaba notables y sobresalientes". Todo cambió al pasar a segundo: la antesala de la Ebau para ganarse un billete a la universidad. "La profesora de Lengua Castellana y Literatura me empezó a poner insuficientes por la cara".

- ¿Por qué afirma eso?

- Basma: En Filosofía tenía un 10; en Historia un 8; en Latín un 9; en Griego un 9… Pero ella siempre me ponía un 4 en Lengua. Era la única profesora que se quejaba de mi 'expresión'. Decía que me expresaba mal por ser marroquí y el resto de docentes no me decía nada por cómo escribía mis apuntes o las respuestas de los exámenes.

Basma, en el vídeo de Tik Tok donde denuncia que una profesora de Lengua Castellana la suspendía porque sus raíces marrqouíes.

Para esta docente de Lengua Castellana y Literatura de un instituto de Cartagena, a la hora de evaluar, estaban por encima los rasgos físicos de Basma, los cuales delatan el ADN marroquí de sus padres, antes que su rendimiento académico y lo que ponía en su DNI. "Yo he nacido en la Región de Murcia", remarca con orgullo esta veinteañera.

"En clase me decía que era la única que se quejaba de sus notas. Cada vez me sentía más estresada y con más impotencia". Entre otros motivos, porque Basma sacrificó la elástica albinegra y dejó el fútbol para echar más tiempo hincando codos. Y todo por un objetivo: sacar una buena nota en la Ebau, donde el 60% depende de la media de Bachiller y el 40% de las cuatro asignaturas del examen de la fase general -Historia, Lengua Castellana y Literatura, Idioma y la asignatura de modalidad-.

"Dejé el FC Cartagena para dedicarme al cien por cien a los estudios y me apunté a una academia para mejorar la nota de Inglés en la Ebau". Pero los resultados seguían sin llegar en Lengua: sacó un insuficiente tanto en el primer trimestre como en el segundo.

- ¿Qué hizo usted?

- Basma: Me cansé de estudiar tanto para nada: siempre me ponía un 3 o un 4. Un día le pedí la revisión de un examen para comprender porqué sacaba un insuficiente. Es que no era normal. Me dio cita en su despacho, estábamos a solas, le dije que yo estudiaba bastante y le pregunté por qué me ponía esa nota. Entonces, me contestó: 'Por ser marroquí, tu mala expresión es lo que te lleva a suspender. ¿A qué edad llegaste a España?' Yo le contesté que había nacido en Murcia y ella me respondió con una pregunta: '¿En serio?'

- ¿Cómo reaccionó ante la explicación de su profesora?

- Basma: Le dije que las notas no tienen nada que ver con la nacionalidad ni con el género, que hay marroquíes o ecuatorianos que se sacan títulos. Salí llorando de su despacho y fui a hablar con una profesora de Latín con la que me llevaba muy bien porque me sentía fatal. Tenía confianza con ella, le conté lo que me había pasado con la profesora de Lengua y ella me dijo que me apoyaría en la sesión de evaluación del tercer trimestre.

Y eso fue lo que ocurrió: la docente de Lengua Castellana y Literatura, presionada por el resto de compañeros por el buen expediente académico de Basma, no tuvo más remedio que ponerle un cinco pelado a esta alumna para que se pudiese presentar a lo que antaño era selectividad.

- ¿Qué pasó en la Ebau?

- Basma: En la fase general saqué un 9,5 en el examen de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Ahí supe que yo no era el problema, que el problema era mi profesora. Mi nota final de acceso a la universidad fue de un 11,4 sobre un máximo de 14.

Basma, luciendo la elástica del FC Cartagena. Cedida

Aquella chiquilla que era la pelotera mayor en las pachangas que disputaban los niños de Los Conesas, dentro del único parque que había en ese caserío rural, logró su sueño: matricularse en Periodismo. "Desde los 16 años tenía clarísimo que quería ser periodista para ser la voz de muchas personas: el mundo necesita gente que pueda ayudar, transmitir apoyo y fuerza a los que están sufriendo. Me gustaría poder ayudar a todas las chicas, sobre todo marroquíes, a romper todas las barreras que les ponen por delante", reflexiona ilusionada. "Me estoy esforzando mucho para trabajar cubriendo noticias en algún canal de televisión".

- ¿Por qué no denunció lo que le pasó en el instituto tras la Ebau?

- Basma: Tomé ahora la decisión de hacer ese vídeo en Tik Tok porque he sabido que esa profesora de Lengua Castellana le está haciendo lo mismo a otra alumna de padres marroquíes. He decidido contar mi historia para apoyar a esa chica. En aquel momento, yo estaba en segundo de Bachiller, pensaba que la profesora tenía todo el poder y que si me suspendía no podía estudiar una carrera universitaria, pero los estudiantes deben buscar una solución ante situaciones de discriminación: no se pueden quedar callados.

El vídeo de Tik Tok donde Basma denuncia que fue discriminada por una profesora, por el mero hecho de ser hija de un matrimonio natural de Marruecos, va camino de las 10.000 visualizaciones. De hecho, no para de generar reacciones entre otros jóvenes que afirman estar pasando por lo mismo o haber sido testigos de situaciones similares en el aula: "A mí, con el de Historia, literalmente igual, y tengo la Ebau en menos de veinte días", "Buff, a mí me pasó lo mismo en los dos cursos de Bachiller, de verdad que se pasa mal", "Yo también he visto esas cosas en el colegio"...

¿Una realidad silenciada?

Sabah Yacoubi, presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM), asegura que "todos los cursos nos llegan casos de discriminación que afectan a alumnos desde Primaria hasta la Universidad, los cuales son españoles por ley, bien por haber obtenido la nacionalidad por reagrupación familiar o por haber nacido en Murcia, pero son etiquetados por algunos profesores por los apellidos de sus padres".

- ¿Qué tipo de casos llegan a su asociación?

- Sabah Yacoubi: Tenemos quejas por la forma de hablar de algunos profesores a alumnos hijos de inmigrantes; por el rechazo que sienten los estudiantes por no ser elegidos por otros compañeros en grupos de trabajo de quinto de Primaria hasta la ESO, simplemente, por ser extranjeros; por calificaciones bajas, sin tener en cuenta las dificultades del idioma, incluso un profesor universitario le reprochó a una marroquí el haberse matriculado en la carrera de Medicina.

- ¿Cómo gestionan esos casos?

- Sabah Yacoubi: Nosotros siempre aconsejamos a las familias que si tienen pruebas de una discriminación racial en el aula, deben denunciarlo ante el equipo directivo del centro educativo o ante la Consejería de Educación. Lo que ocurre es que las familias no lo hacen porque no dominan bien el idioma, no entienden de burocracia o no quieren meterse en problemas con la administración.

Sabah Yacoubi, presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM). Cedida

El número de estudiantes que llegan a las aulas de la Región de Murcia sin dominar el castellano se ha incrementado un 52% en los últimos tres cursos, lo que ha obligado a la Consejería de Educación a habilitar 14 aulas de acogida para el periodo 2021-2022. A ello hay que sumar las primeras generaciones de hijos de ciudadanos extranjeros que nacen en suelo murciano, y que se incorporarán al sistema educativo, lo que pone de manifiesto una nueva realidad de la que alerta Sabah Yacoubi: "En algunos centros, el 80% del alumnado es inmigrante y los españoles no quieren matricular a sus hijos, convirtiendo esos colegios e institutos en guetos".

Ese panorama ya se está produciendo en centros de Torre Pacheco, en San Javier, en Mazarrón, en la diputación cartagenera de Santa Lucía o en la pedanía murciana de El Palmar, donde el rendimiento académico de sus estudiantes ha bajado notablemente y se registran problemas de convivencia. "En febrero, mantuve una reunión en la Consejería de Educación para frenar las tasas de fracaso escolar".

- ¿Cuál es la hoja de ruta a seguir a juicio de su asociación?

- Sabah Yacoubi: Hay que diseñar un plan para abordar alternativas para que se formen los alumnos inmigrantes o hijos de inmigrantes que no acaban Educación Secundaria Obligatoria. También hay que potenciar los mediadores de los centros educativos que dominen el idioma marroquí para contar con un buen interlocutor con las familias. Los inmigrantes tienen sus deberes, pero también tienen sus derechos.

Nacho Tornel, secretario de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, corrobora que el aumento de la población extranjera en las aulas genera problemas de convivencia entre el alumnado y los docentes: "El dato de posibles casos de discriminación lo tendrá la Inspección, pero el hermetismo es absoluto porque son temas muy sensibles".

Este dirigente sindical, a tenor de su dilatada experiencia, considera que la mayoría de esos conflictos están causados por la fuerte presencia de alumnado inmigrante que no conoce el idioma y no se adapta al sistema: "Hay problemas de convivencia en algunos centros de Torre Pacheco y San Javier, donde 8 de cada 10 de sus alumnos son hijos de padres extranjeros que no se implican en la educación de los menores".

- ¿Qué se puede hacer para gestionar esta nueva realidad?

- Nacho Tornel: Hacen falta más medios humanos y materiales para establecer una comunicación que vaya más allá de enseñarles una asignatura.

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